Moscú, 25 dic (Sputnik).- Las elecciones presidenciales de Estados Unidos fueron uno de los acontecimientos políticos más importantes del año saliente que augura al mundo transformaciones importantes en 2025.
Si bien las encuestas indicaban en esta ocasión una carrera sumamente reñida, que contemplaba la posibilidad de un empate, el republicano Donald Trump ganó con 277 votos del Colegio Electoral frente a los 224 de su contrincante demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris.
Con la agenda enfocada en la economía y proteccionismo, Trump mantuvo el apoyo en todos los grupos demográficos e incluso lo reforzó en algunos estratos que siempre han formado la base electoral de los demócratas, en particular, los jóvenes y las minorías étnicas.
En concreto, aumentó 13 puntos el apoyo latinoamericano a Trump frente a las elecciones de 2020, lo que es un avance histórico del voto latino por los republicanos en EEUU.
Muchas de las ideas de Trump, quien ya ocupó la Casa Blanca entre 2017 y 2021, hacen eco de sus previas promesas y se centran en el fortalecimiento del comercio nacional, la lucha antimigración y el apoyo a la industria de combustibles fósiles.
Por consiguiente, la victoria de Trump marca el regreso al enfoque proteccionista tanto en la economía, como en la política exterior de EEUU y allana el camino para un cambio en las tendencias globales.
Unidad transatlántica en duda
La vuelta de Trump a la presidencia de EEUU impactará definitivamente en sus lazos con los actores globales, incluida la Unión Europea (UE), cuya alianza con Washington ha sido clave desde hace décadas.
De cualquier modo, parece que el futuro presidente podría debilitar los dos pilares de esa unidad transatlántica, que son el comercio y la estructura de defensa.
El anuncio de aranceles de al menos el 10 por ciento a las importaciones ya disparó las alarmas en la UE, el mayor socio comercial que se arriesga a perder competitividad en el mercado estadounidense.
Para el periódico The Washington Post, este contraste con la administración saliente incluso podría traducirse en «una guerra comercial» y «la peor pesadilla económica de Europa».
Trump tampoco parece cuidar la unidad en torno a la OTAN, cuyos miembros aún recuerdan cómo amenazó en su anterior mandato con retirar a EEUU del bloque si no incrementaban su gasto militar.
Este tipo de cisma transatlántico, que se perfila inminente, tendría consecuencias de gran alcance para la alianza y sus compromisos, en particular, respecto a Ucrania.
Así, Trump insinuó la posibilidad de un acuerdo con Rusia, algo que se teme que ocurra a expensas de los intereses europeos y ucranianos.
En opinión del experto en relaciones internacionales Gilles-Emmanuel Jacquet, «es probable que Trump obligue a Ucrania a negociar con Rusia reduciendo o amenazando con suspender la ayuda militar a Kiev».
«Sin embargo, no le resultará fácil hacer concesiones a Rusia debido al temor por su autoridad a los ojos del público estadounidense», comentó Jacquet a la agencia RIA Nóvosti.
Otros actores
En lo referente al hemisferio occidental, parece que son las naciones vecinas que sentirán el impacto inmediato de las políticas comerciales de Trump.
En el caso de Canadá y México, países que el futuro mandatario responsabilizó de los problemas de migrantes y narcotráfico, les amenazó con impuestos del 25 por ciento hasta que se resuelvan estas cuestiones.
Aparte de México, que soportará la mayor carga de las políticas migratorias y comerciales de Trump, los expertos no esperan muchos cambios respecto a otras naciones sudamericanas.
«Latinoamérica no ha sido una prioridad para EEUU en los últimos años y probablemente no lo sea durante este nuevo mandato. (…) Actualmente existen demasiados frentes abiertos de disputa como para abrir uno nuevo por América Latina», opina en declaraciones a Sputnik la analista paraguaya Julieta Heduvan.
Aún así, es probable que EEUU tome medidas para mantener a los vecinos meridionales dentro de su órbita a medida que cada vez más países latinoamericanos se alinean con China, otro actor en que Trump ve un desafío.
Para China, el arancel propuesto de entre 10 y 60 por ciento se sumaría a las medidas restrictivas ya implementadas, y llevaría a Pekín a acelerar su reorientación comercial.
Trump, el imprevisible
El cambio en la presidencia de EEUU abre una nueva etapa que será marcada por decisiones muy distintas a las de la administración actual.
A medida que Trump vaya implementando su enfoque centrado en la economía y seguridad nacional, los países mundiales enfrentarán desafíos y oportunidades, con algunos efectos sorprendentes, tal y como opina el director adjunto del Centro de Estudios Europeos e Internacionales de la Universidad Nacional de Investigación rusa ‘Escuela Superior de Economía’ Dmitri Súslov.
«Creo que la presidencia de Trump fortalecerá la popularidad, el atractivo y la influencia de los BRICS como una institución que representa una globalización correcta, relaciones interestatales sin politización de los nexos económicos, sin hegemonía ni sanciones unilaterales», acentuó Súslov, entrevistado por Sputnik.
Dicha suposición parece especialmente curiosa ante las declaraciones ya hechas, en particular las amenazas de Trump con imponer aranceles del 100% a los países BRICS si se alejan del dólar. Acaso se limitará a esto, pues Trump sabe sorprender.
Queda por ver cuáles serán los otros efectos de la llegada de una persona tan excéntrica como Trump al mando de una potencia mundial en el contexto internacional turbulento de nuestros días. (Sputnik)