Moscú, 23 ene (Prensa Latina) El politólogo estadounidense John Kavulich, comentó hoy a la agencia TASS que desplegar en Ucrania un contingente militar de 200 mil efectivos de la OTAN costaría cifras millonarias y causaría desacuerdos en Occidente.
«Habrá una oposición significativa a la asignación de hasta 55 mil millones de dólares al año por parte de algunos de los 27 países de la Unión Europea y, probablemente, de sus dirigentes y de la Comisión Europea», afirmó el analista al evaluar las recientes declaraciones del presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, sobre estacionar tropas de la OTAN.
El experto explicó que según los estándares del Pentágono y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el despliegue de un militar fuera de una zona de conflicto cuesta un promedio de 140 mil dólares al año.
Como resultado, se gastarían alrededor de 28 mil millones de dólares al año en 200 mil militares. Al mismo tiempo, habría que duplicar ese monto, considerando que las tropas tendrían que estar estacionadas en «condiciones de campo», argumentó el interlocutor de la agencia rusa.
«Otra cuestión es qué países estarán dispuestos a prestar sus tropas y correr el riesgo de que resulten heridos o muertos, aunque sea por accidente”, cuestionó Kavulich.
Al respecto, comentó que los jefes de Estado y de Gobierno no querrán estar presentes cuando los cuerpos de sus soldados regresen en bolsas de cadáveres, porque una situación así podría ser una sentencia de muerte política.
En medio de este entramado el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, se mostró preocupado, pues a su juicio, que Kiev pierda la guerra costará al bloque militar billones de dólares adicionales.
«Si Ucrania pierde, la OTAN no necesitará miles de millones adicionales, sino billones de dólares adicionales. En ese caso, a la OTAN le costará mucho más restaurar la disuasión en Occidente que todo lo que estamos discutiendo ahora», enfatizó el dirigente en evento dedicado a Ucrania al margen del Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos.
Al mismo tiempo, el jefe de la Alianza pidió que se hablara menos de alto el fuego, se suministraran más armas a Kiev, y que no se produjera una tregua en los términos de Rusia.
Al respecto, el presidente ruso, Vladimir Putin, en repetidas ocasiones alertó que suministrar nuevas armas a Ucrania no cambiará la situación en el frente, sino que solo conducirá a una prolongación del conflicto.
El 14 de junio del pasado año, el jefe de Estado ruso, en una reunión con la cúpula del Ministerio de Asuntos Exteriores, nombró las condiciones para el arreglo de la situación ucraniana.
Entre ellas, mencionó la retirada de las Fuerzas Armadas ucranianas de Donbás y de las nuevas regiones rusas, así como la negativa de Kiev a ingresar en la OTAN.
Además, Rusia considera necesario levantar todas las sanciones occidentales en su contra y establecer el estatus de Ucrania como país no alineado y libre de armas nucleares.