Roma, 31 ene (Sputnik).- Las reservas de alimentos y agua en la ciudad congoleña de Goma se están acabando, informó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
«La preocupación aumenta a medida que crece la violencia en Goma, capital provincial en el este de la República Democrática del Congo (RDC), y sus alrededores. En una ciudad de más de un millón de habitantes, los suministros de alimentos y agua se están agotando: las próximas 24 horas serán críticas», señala el comunicado que tiene a su disposición la agencia de noticias RIA Nóvosti, agregando que varios almacenes del PMA resultaron saqueados.
El pasado 26 de enero, la directora ejecutiva del organismo, Cindy McCain, comunicó que, debido al conflicto en la región, la organización humanitaria se vio obligada a suspender su ayuda, dejando a 800.000 personas sin apoyo vital.
El PMA constató que los campamentos para los desplazados en las afueras de la ciudad, que albergaban a más de 300.000 personas, se van quedando vacíos por el éxodo masivo, mientras los servicios médicos locales sufren una sobrecarga por el gran número de heridos, tanto civiles como militares.
Según varios medios de comunicación, hasta la fecha, los enfrentamientos en Goma han dejado al menos 100 muertos y unos 1.000 heridos.
En el este de la RDC actúan numerosos grupos rebeldes y guerrilleros, entre ellos el Movimiento 23 de Marzo (M23), que lucha por los intereses de la minoría étnica tutsi.
El pasado 26 de enero, los rebeldes del M23 y militares de Ruanda invadieron suburbios de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, y anunciaron el cierre del espacio aéreo sobre la ciudad. Al día siguiente, los insurgentes anunciaron la toma de la urbe.
El M23 se disolvió en noviembre de 2013 tras una grave derrota militar, sin embargo, en noviembre de 2021, los rebeldes retomaron las armas, acusando a las autoridades de la RDC de incumplir con los acuerdos que preveían la admisión de sus combatientes desarmados al Ejército del país.
En 2023, la RDC acusó a Ruanda de apoyar a los combatientes del M23 que operaban en el este del país, mientras que Kigali negó cualquier vínculo con el grupo armado.
Tras acusarse mutuamente de bombardear las zonas fronterizas, ambas partes acordaron reducir las tensiones y pactaron una hoja de ruta que incluyó el cese inmediato de las hostilidades, pero los combatientes del M23 se negaron a cumplir con este documento. (Sputnik)