Montevideo, 1 feb (Prensa Latina) El anunciado cierre de operaciones de la empresa japonesa Yazaki en Uruguay preocupa hoy tanto al gobierno actual, al entrante y a las organizaciones sindicales.
Yazaki, luego de 20 años de actividad en Uruguay produciendo autopartes y otros productos, adelantó de manera intempestiva la clausura de sus plantas en Colonia y Las Piedras (departamento de Canelones), donde laboran unos mil 200 trabajadores.
La futura ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, advirtió por otros potenciales conflictos.
“Hay otros tipos de industria que también están en problemas, la láctea, la química”. “Ya nos hicieron llegar situaciones de preocupación”, afirmó.
El presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, repudió la decisión de Yazaki de mudarse a Paraguay bajo argumentos de pérdida de competencia por alta conflictividad laboral.
Dijo que se trata de una acción “encubierta, artera y traidora con los trabajadores del país”.
Refirió a la prensa que Yazaki agradeció en noviembre a los empleados de sus plantas, cuyo trabajo le permitió sostener el proceso productivo.
El ministro de Trabajo designado para el próximo gobierno del Frente Amplio, Juan Castillo, expresó que hay «cosas raras» en la determinación de esa compañía, y lamentó que no informara previamente al gobierno ni al sindicato.
El sindicato de la empresa espera la intervención del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que también se dijo sorprendido.
Conversaciones de última hora promovidas por el MTSS no consiguieron revertir la salida de la compañía nipona.
Hay un tema de fondo que tiene que ver con la competitividad y los costos, más allá de los beneficios que se le dieron a esta empresa autopartista, reconoció el presidente electo, Yamandú Orsi.
La retirada de Yazaki se suma a otras empresas foráneas que con similares argumentos deciden dejar de producir en Uruguay.
En mayo del año pasado, Fanacif –propiedad de la brasileña Frasle Mobility- anunció el cese de sus operaciones.
Bajo similares argumentos que Yazaki, la compañía decidió trasladar la producción de componentes para sistemas de frenos hacia Brasil.
“Pasan a ser importadores; la lógica es ganar plata”, afirmó el presidente del sindicato metalúrgico, Danilo Dárdano.
Antes la dirección de Fábricas Nacionales de Cerveza, que embotella y distribuye bebidas foráneas, anunció el cierre de su planta en Minas, capital del departamento de Lavalleja, que no se concretó luego de negociaciones y concesiones.
Para entonces Gloria Foods, del Grupo Gloria de Perú, canceló su producción láctea en Uruguay y comunicó vía WhatsApp el despido a sus empleados.
Las gremiales lecheras locales calificaron el cierre como “una falta de respeto a Uruguay”.