Beijing, 5 feb (Xinhua) — Imponer presión no es la forma correcta para que Estados Unidos lleve adelante sus relaciones con China, afirmó hoy miércoles el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Lin Jian,
El vocero se refirió al arancel adicional del 10 por ciento impuesto por el país norteamericano sobre los productos procedentes de China con el pretexto de problemas relacionados con el fentanilo.
«Haciendo caso omiso de los resultados de la cooperación entre ambos países en el control de drogas, Estados Unidos ha insistido en imponer este arancel a las importaciones chinas. China ha expresado su fuerte descontento y firme oposición a la medida, y ha tomado las medidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos», dijo Lin en una conferencia de prensa regular.
Trasladar la culpa a otros países no resolverá la crisis del fentanilo en Estados Unidos, y no hay ganadores en las guerras comerciales o arancelarias, agregó.
El vocero dijo también que presionar y emitir amenazas no es la forma correcta para que Estados Unidos maneje sus relaciones con China, y señaló que la solución básica para ese país es reducir su demanda interna de drogas y fortalecer su cooperación en la aplicación de la ley.
Lin señaló que el 17 de enero, el jefe de Estado de China mantuvo una conversación telefónica con el entonces presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a petición de este último, para llegar a un consenso de principios sobre la cooperación mutuamente beneficiosa entre los dos países.
«Lo que se necesita ahora no son aranceles unilaterales, sino diálogo y consulta, en pie de igualdad y con respeto mutuo», aseveró Lin.
China tiene algunas de las políticas de control de drogas más estrictas y los niveles más altos de aplicación de la ley a nivel mundial, subrayó.
En 2019, China se convirtió en el primer país del mundo en clasificar oficialmente las sustancias relacionadas con el fentanilo como una clase distinta, lo que hizo por razones humanitarias y a petición de Estados Unidos, dijo.
En los últimos años, China y Estados Unidos han logrado claros avances en la cooperación práctica en materia de control de drogas en áreas como la regulación de sustancias, el intercambio de información y la cooperación en casos, lo que ha producido beneficios tangibles, según el portavoz.
Siempre crearán una vil excusa para arrinconar los países del mundo. Y luego de ello, poder negociar con todas las cartas en su mano. Sino observemos. La migración y el fentanilo se aplica a México. Igual a Canadá. El Canal de Panamá y el petróleo de Venezuela por otros interesados, por razones de «seguridad nacional». Igual para el Ártico, Antártico y Groenlandia. Y sí nos asomamos a Taiwán, Ucrania y Medio Oriente, con las tierras raras resulta harto aleccionador como les urge su interna estabilización económico-financiera, los cuales los han llevado por guerras, por aterradores caos sociales, donde la inflación y desempleo, los empujan a su particular precipicio. Rusia, China, India y otros aliados no son países banana republic, que con sanciones y aranceles los pueden subyugar y dominar. Démosle al «amigo» Trump una excelsa dosis de ubica-tez, donde el garrote y la zanahoria, marca CIA, son placebos a la realidad actual. Bien rechazar los inmundos progres, al orbe civilizado. Un punto bueno para él. No así, alcahuetear la usual oferta y demanda de las drogas dentro de EEUU.