Bogotá, 6 feb (Sputnik).- El presidente colombiano, Gustavo Petro, protagonizó el martes un episodio inédito en la política del país al transmitir en directo la sesión de su Consejo de Ministros; una decisión que, según él, obedeció a un ejercicio de «transparencia» y «democracia», pero derivó en una crisis política con graves consecuencias para su Gobierno al exhibir fracturas internas y falta de cohesión en el Ejecutivo.
En diálogo con la Agencia Sputnik, el analista político y consultor en comunicación Pedro Viveros calificó la decisión como un error estratégico que deterioró la imagen presidencial.
«El Consejo de Ministros es el espacio en el que el Gobierno, encabezado por el presidente, delibera y toma decisiones sobre la gestión del país. Estas sesiones deben ser reservadas y no abiertas al público. Esto no es un ‘Aló Presidente’ ni un evento comunitario de Uribe, es el principal órgano de decisión del Ejecutivo», consideró.
Vieros añadió que la percepción generada entre los ciudadanos es de «desorden e improvisación».
«La gente ahora ve a un Gobierno sin dirección clara, con ministros descoordinados y sin la preparación necesaria para llevar a cabo la gestión que prometieron hace dos años y medio», sentenció.
Por su parte, el senador Ariel Ávila, de la Alianza Verde (Centro izquierda), aseguró a esta agencia que el único camino que le queda a Petro es «gestionar la crisis» antes de que se agrave.
«Yo esperaría que lo haga entre hoy y mañana (por el miércoles y jueves). Es muy posible que guarde silencio durante una semana, no lo sé. Pero esto, sin duda, tendrá un impacto importante. Ahora, ha capturado la agenda mediática e intentó evadir responsabilidades, atribuyéndoselas a sus ministros. Son conjeturas, pero lo cierto es que ha sido un episodio traumático», declaró.
Gobernabilidad
Las tensiones internas y los retos legislativos ponen en jaque la gobernabilidad de Petro.
La falta de cohesión en su gabinete y las divisiones en el Congreso dificultan la implementación de su ambiciosa agenda reformista.
Además, los cuestionamientos éticos a algunos de sus nombramientos podrían erosionar la confianza ciudadana en el Ejecutivo.
Ávila advierte que si el presidente no actúa con rapidez, perderá su margen de maniobra.
«Si deja pasar el tiempo, como suele suceder, se quedará sin capacidad de acción, y esto tendrá consecuencias», alertó.
De cara a los próximos meses, el senador considera que es complejo el avance de las reformas que Petro promueve, que «ya tenían un camino difícil».
«Estamos en un año preelectoral, lo que hace aún más complejo que cualquier iniciativa prospere», apuntó.
El golpe a la gobernabilidad de Petro es significativo y Viveros lo resume de forma cruda: «Es muy difícil recuperarla».
En su opinión, el Gobierno ha perdido la estabilidad necesaria para sacar adelante sus proyectos, que ya venían avanzando con dificultades.
«Veo muy complicado que el presidente y su gabinete puedan recuperar margen de maniobra», agregó.
Mientras tanto, las renuncias en el gabinete continúan: Juan David Correa, ministro de Culturas, Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), y Paula Robledo, secretaria jurídica de Presidencia, ya dimitieron, y podrían sumarse más funcionarios en las próximas semanas.
Viveros prevé que Petro intentará recomponer su equipo y buscar nuevos aliados para impulsar, al menos, la reforma a la salud, debilitada en el Parlamento.
«Imagino que también evaluará decretar una conmoción interior en el Catatumbo para sacar adelante algunas medidas por decreto», señaló.
Con este panorama, el Gobierno de Petro entra en la etapa preelectoral con una coalición fragmentada, un gabinete enfrentado y escasas maniobras políticas para encarar las próximas elecciones. Su apuesta por la transparencia ha acabado evidenciando sus propias debilidades. (Sputnik)