Columna Poliédrica
Nunca he renegado de mi afinidad con las ideas de izquierda. Estamos claros que se trata de una palabra que engloba muchas posibilidades de significado, sin embargo, se podría resumir en que se trata de un pensamiento que aboga para que la mayoría de las personas puedan vivir dignamente; en otras palabras, no se trata de pensar en una igualdad conmutativa (A=B), imposible de lograr, sino de intentar que el mayor número de personas pueda tener lo indispensable para desarrollar una vida digna.
Esta idea central de lo que es el pensamiento de izquierda ha venido a menos. En los últimos tiempos, por ejemplo, se ha puesto el énfasis en la igualdad entre géneros, aspecto que puede ser muy loable pero que deja de lado la lucha por la vida en sentido literal; vamos a decirlo de manera clara, por estar ocupados en lo accesorio, la izquierda ha perdido su brújula cediendo a los otros grupos ideológicos, particularmente a los de derecha, las reivindicaciones básicas que a la gente le interesa.
A las personas de todas las sociedades del planeta les interesa satisfacer sus necesidades básicas. Tener ingresos para poder alimentarse y tener un techo donde habitar individual o colectivamente con sus allegados, estas son las necesidades más básicas de cualquier ser humano; pues bien, en la actualidad, estas reivindicaciones están siendo ofrecidas por los grupos de derecha, situación que ha generado una desconexión de la izquierda con lo que a la gente realmente le interesa.
Los líderes de la izquierda actual están absolutamente desconectados de la población. Mientras la derecha ofrece empleos, la izquierda ofrece igualdad de género y aunque ambos ofrecimientos tienen un gran contenido de demagogia, a las personas les interesa más satisfacer sus necesidades básicas, especialmente, en un contexto en que se ha exacerbado las carencias y la brecha entre quienes tienen ingresos y quienes no los tienen; sumado a lo anterior, los liderazgos de izquierda sufren de una desilusión por parte de la población, ya que la mayoría de sus dirigentes se han servido con la cuchara grande en un Estado que debió ser la principal herramienta de distribución de la riqueza.
Ponemos el ejemplo de la igualdad de género porque es la que ha estado en el tapete en los últimos años. Ojalá quede claro que nadie está diciendo que esa reivindicación no sea legítima, el problema es que se ha dejado de lado la demanda central, la exigencia histórica, de la izquierda; hago la aclaración porque no faltarán las posiciones fanáticas que quieran llevarme al cadalso por atreverme a decir lo que está a la vista de todas aquellas personas que quieran ver.
Todo lo anterior se suma a la división existente entre las personas que dicen militar en la izquierda. No solo no hay coherencia entre el discurso y las acciones, sino que entre sus militantes sobran las traiciones con tal de tener un puesto de poder o de mayor preponderancia dentro de las diferentes organizaciones; es decir, una izquierda dividida en las diferentes formas de organización pública y privada, lo único que hace es favorecer a los grupos de derecha que capitalizan esos vacíos que deja la izquierda o lo que queda de ella.
Necesitamos una izquierda unida alrededor de las reivindicaciones históricas fundamentales para volver a reconectar con la gente.
(*) Andi Mirom es Filósofo
andimirom@gmail.com
columna poliédrica.blogspot
La Habana te espera camarada Mirom, quizás un poco de realidad podría hacerte cambiar que el izquierdismo solo trae miseria, sino que lo diga Venezuela, Cuba, y Nicaragua. La gente no está interesada si usted es gay o lesbiana, y los pobres ya jo comen cuento, la mal llamada clase trabajadora, usted que buen izquierdista quiere gente ignorante para seguir manipulándolos al mejor estilo del garrote y la zanahoria. La izquierda jamás volverá a gobernar Costa Rica, solo los cabezas calientes de la UNA y UCR siguen con su lavandera de cerebro.
Camarada Miron, dígame el nombre de un solo un país que haya tenido éxito económico, social, cultural, etc., bajo un régimen de izquierda.
En el pasado la lucha era entre clases sociales. Hoy ven que creando discordia y confusión entre hombre y mujer (guerra entre sexos) pueden lograr sus objetivos. Que poca mente la de estos señores. La agenda woke les ha pegado duro. Esa es la izquierda del siglo 21
La izquierda nunca ha gobernado en Costa Rica; sin embargo, instituciones como la Caja, las Garantías Sociales, el Código de Trabajo y un mejor sistema educativo fueron logros mayormente de los comunistas, que con unos cuantos valientes diputados y sindicalistas lucharon por esto en los años 40, de esto nos hemos beneficiado todos los costarricenses incluso los troles de Chaves. Costa Rica siempre ha estado gobernada por la oligarquía explotadora, entregada y vagabunda, siempre viviendo del trabajo de los demás a la vez que destruye todos los logros de la izquierda y crea un país de ciervos menguados.
Julio César Madrigal Mora
40110225
Dos elementos configuran una posición de izquierda: el antiimperialismo y la opción socialista. La paz social que hemos disrutado en Costa Rica desde los años cuarentas hasta 1982, en que comenzaron los neoliberales a desmantelar el Estado Social de derecho, se debe a los avances socialistas conseguidos. He insistido una y otra vez, en Costa Rica no se trata de unir la izquierda, se trata e CONSTRUIRLA.