Bogotá, 19 feb (Sputnik).- La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) pidió el martes el cese de la violencia contra la población civil y el acceso humanitario sin restricciones a la región colombiana del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, a un mes del inicio de los enfrentamientos entre grupos armados en la zona.
«Hacemos un llamado urgente al cese inmediato de la violencia contra la población civil, no sólo en el Catatumbo, sino también en otras regiones donde persisten situaciones similares. Es fundamental garantizar el acceso humanitario a las comunidades afectadas por restricciones y confinamientos», afirmó la representante de Acnur en Colombia, Mireille Girard, en un comunicado.
Desde el 16 de enero, aproximadamente 80.000 personas han sido afectadas por la crisis en el Catatumbo; de ellas, más de 52.000 fueron desplazadas hacia municipios como Ocaña, Cúcuta, Tibú y Hacarí.
Otras 19.000 personas han enfrentado restricciones a su libertad de movimiento, mientras que más de 8.600 permanecen confinadas sin posibilidad de desplazarse.
Entre los afectados hay más de 47.000 menores de edad y al menos 4.600 personas refugiadas y migrantes venezolanas.
Para hacer frente a la emergencia, Acnur lidera el Equipo Local de Coordinación (ELC), que reúne a actores humanitarios en la zona del Catatumbo y colabora con comunidades, organizaciones e instituciones estatales para brindar asistencia y protección.
Como parte de la respuesta, la agencia ha distribuido más de 43.000 artículos de primera necesidad, incluidos kits de albergue e higiene, y desplegado expertos en protección para ayudar en el registro de la población desplazada y en la identificación de necesidades urgentes.
«Colombia cuenta con un marco legal sólido para responder a estas situaciones, pero la magnitud de los desplazamientos y confinamientos ha superado las capacidades de todos los actores humanitarios. Es necesario sumar esfuerzos para seguir apoyando a las comunidades, las instituciones y las organizaciones humanitarias en la respuesta», subrayó Girard.
Además, enfatizó la necesidad de garantizar la educación de los menores y prevenir la explotación y el abuso sexual en el contexto del conflicto armado.
Otras organizaciones humanitarias han distribuido agua potable, productos de higiene, organizado albergues, asegurado el acceso a la educación y proporcionado asistencia en salud y seguridad alimentaria.
También se han implementado programas de transferencias en efectivo para apoyar a las poblaciones más vulnerables.
El Catatumbo no es la única región afectada por el desplazamiento forzado en Colombia.
Según Acnur, otras zonas con altos niveles de desplazamiento en 2024 incluyen el sur de Bolívar, el sur de Córdoba, el Bajo Cauca antioqueño, Nariño y la región del San Juan en el Chocó.
En total, más de 115.000 personas han sido afectadas por confinamientos en lo que va del año.
Desde mediados de enero, miembros del ELN ingresaron al Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, para enfrentarse con las disidencias de las FARC por el control territorial de la región. (Sputnik)