Ciudad de Panamá, 19 feb (Sputnik).- La decisión gubernamental de salir del programa comercial chino conocido como Ruta de la Seda no afecta a las operaciones del Canal de Panamá, aseguró a la agencia Sputnik el vicepresidente de operaciones de la vía istmeña, Boris Moreno.
«Esa es una decisión del Gobierno central. No es una decisión del Canal de Panamá, ni el Canal de Panamá tiene nada que ver con la Ruta de la Seda, ni con relaciones con otros países. Nosotros somos abiertos al tránsito de todas las naves del mundo y el impacto para nosotros es importante. O sea, el espacio que no ocupa uno, lo va a ocupar otro», enfatizó Moreno.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el pasado 3 de febrero la salida del referido programa, en medio de acusaciones de EEUU sobre una supuesta influencia del Partido Comunista de China en la administración del Canal.
La salida fue adoptada tras una visita del secretario de Estado (canciller) de EEUU, Marco Rubio, y Mulino insiste en que fue una decisión soberana y que no afecta las relaciones con Pekín.
Sobre la presencia extranjera en la vía transoceánica, Moreno aseguró que el Canal paga todas sus inversiones, más allá de los aportes multilaterales.
«O sea, nosotros no tenemos préstamos de países, para la ampliación sí fueron multilaterales que ayudaron con parte de los costos y ya estamos pagando y casi terminando de pagar esos préstamos, pero nosotros no recibimos inversiones de otros países», precisó.
Las tensiones comenzaron después que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara su intención de recuperar para su país el control del Canal, argumentando deficiencias en las operaciones de la vía por la parte panameña, cobros abusivos de peajes a los barcos estadounidenses y un supuesto control de la ruta por China.
La vía acuática fue devuelta por EEUU a Panamá el 31 de diciembre de 1999, en cumplimiento de los tratados suscritos por los presidentes Omar Torrijos y Jimmy Carter el 7 de septiembre de 1977.
Según la Autoridad del Canal de Panamá, desde que el Estado istmeño asumió el control total de la vía las inversiones sumaron 15.000 millones de dólares, y desde 2014 el cobro de tarifas de tránsito y otros servicios le ha reportado 20.000 millones de dólares a las arcas públicas.
Propuesta por China en 2013, la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda promueve una red de infraestructuras y comunicaciones y la creación de una plataforma de cooperación económica que conecte a decenas de países de África, Asia y Europa.
Según los medios de comunicación de China, desde entonces se han sumado a la iniciativa 150 países y 32 organizaciones internacionales, gracias a lo cual se han llevado a cabo más de 3.000 proyectos en conjunto con otras naciones. (Sputnik)