San José, 15 Nov (DNP).- El más reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre Costa Rica, presentado esta semana, ofrece un panorama mixto sobre el desempeño económico del país. Mientras se destacan avances significativos en áreas como la corrección fiscal y el crecimiento económico, también se señalan desafíos persistentes en materia de deuda pública, desigualdad laboral y competitividad financiera.
El documento, que analiza múltiples variables económicas, subraya tanto los logros como las asignaturas pendientes que el país debe abordar para consolidar su desarrollo sostenible.
Avances fiscales, pero con limitaciones
Uno de los aspectos más destacados del informe es el progreso de Costa Rica en la corrección de su situación fiscal. Leiner Vargas, académico del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA), resaltó que el país ha logrado reducir la relación entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto (PIB) a menos del 60% en 2023. Este avance abre la posibilidad de destinar más recursos a áreas críticas como el gasto social en el presupuesto de 2026.
Sin embargo, Fernando Rodríguez, coordinador del Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la UNA, advirtió que la reforma fiscal aprobada en 2018, que incluyó la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la regla fiscal, ha alcanzado su límite.
“La reforma fiscal de 2018 es de alcance muy limitado y ese espacio ya se agotó. Hemos abusado de él realizando ajustes en materia de gastos, y ahora enfrentamos una fuerte presión para aumentar los recursos destinados a la Caja Costarricense de Seguro Social, la educación, la infraestructura y la inversión social”, explicó Rodríguez.
El académico enfatizó la necesidad de una discusión nacional sobre cómo financiar estas necesidades sociales. “No podemos engañarnos pensando que la reforma fiscal es algo excepcional que se hace una vez y nos olvidamos de ella durante décadas. Eso no es así”, señaló.
En enero de 2024, el Ministerio de Hacienda reportó una desaceleración en la recaudación de impuestos, con una caída del 4,7% en el impuesto sobre la renta de personas y empresas, y un comportamiento similar en el IVA. A pesar de esto, Vargas se mostró contrario a un eventual aumento del IVA en sectores como la salud privada (actualmente tasada en un 4%) y la educación privada (exonerada), argumentando que esto incrementaría los costos para la clase media.
Deuda pública: una sombra que crece
Uno de los temas más preocupantes que aborda el informe es el aumento en el pago de intereses de la deuda pública, que casi equipara la inversión en educación. Costa Rica es el cuarto país de la OCDE que más recursos destina al pago de intereses de deuda, con un porcentaje cercano al 5% del PIB, frente al promedio del 2% entre los países miembros de la organización.
Vargas señaló que “el crecimiento sofocante de la deuda con respecto al PIB está aniquilando los superávits primarios entre ingresos y gastos”. El informe de la OCDE muestra que el superávit fiscal se redujo del 2,1% en 2022 al 1,1% en 2023, lo que refleja una tendencia preocupante.
Rodríguez, por su parte, criticó que el informe no proponga una estrategia clara para reducir el costo de la deuda, un tema que ha sido central en los análisis del Observatorio Económico y Social de la UNA.
Desigualdad laboral y brechas de género
El informe también aborda la desigualdad en el acceso al mercado laboral, particularmente para las mujeres y los jóvenes. Costa Rica es el segundo país de la OCDE con la tasa más alta de exclusión en educación, empleo y formación, solo por detrás de Turquía. La disparidad de género es evidente tanto en la tasa de pobreza, que afecta más a las mujeres, como en la informalidad laboral.
Según el documento, aumentar la participación femenina en el mercado laboral podría incrementar el PIB en 0,5 puntos porcentuales anuales si se cierra la brecha de género para 2060. Sin embargo, la participación femenina en Costa Rica supera apenas el 50%, muy por debajo del promedio de la OCDE, que ronda el 70%. Islandia, por ejemplo, alcanza un 85%.
Política monetaria y competitividad financiera
En materia de política monetaria, el informe aboga por una mayor transparencia y libertad en la gestión del Banco Central de Costa Rica, particularmente en la fluctuación del precio del dólar.
Vargas destacó que la poca competitividad del mercado financiero y las distorsiones existentes han ralentizado la reducción de las tasas activas, lo que afecta a los deudores.
Nearshoring y desafíos en recursos humanos
El informe reconoce el papel de Costa Rica en la atracción de inversiones extranjeras, especialmente en el contexto del nearshoring, estrategia que ha permitido al país captar empresas de tecnología y servicios. No obstante, el panorama se complica ante la falta de recurso humano con las competencias necesarias para satisfacer la demanda empresarial. Además, la situación geopolítica global, con tensiones comerciales y el riesgo de una guerra comercial, representa un desafío adicional.
Carencias
Leiner Vargas consideró que el informe de la OCDE tiene carencias e inconsistencias en algunos campos, con un enfoque “cortoplacista y focalizado en temas puntuales”.
Aunque recopila verdades ya conocidas, omite aspectos sustantivos del modelo de desarrollo del país. Por su parte, Fernando Rodríguez destacó la importancia de las observaciones del informe, especialmente en materia fiscal, ya que abren una discusión necesaria sobre temas que el país enfrentará en los próximos años.
En resumen, el informe de la OCDE para Costa Rica refleja un país con avances significativos, pero también con desafíos urgentes que requieren atención inmediata.
La gestión de la deuda pública, la reducción de la desigualdad laboral y la mejora en la competitividad financiera son solo algunos de los frentes que el país debe abordar para asegurar un desarrollo económico sostenible e inclusivo.