San José, 16 Abr (Elpaís.cr).- El volcán Poás continúa en erupción, aunque con una disminución en la intensidad de sus expulsiones, mientras los expertos detectan fuertes movimientos internos conocidos como tremores, según informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
Estos tremores son vibraciones continuas dentro del cráter, asociadas al flujo de gases, fluidos o magma, y pueden durar desde minutos hasta horas, a diferencia de los sismos comunes.
En las últimas horas, se registró un episodio sísmico y acústico intenso, aunque la nubosidad impide observar cambios visuales en la actividad eruptiva, explicó el vulcanólogo Geoffroy Avard del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (OVSICORI).
“De vez en cuando tenemos periodos de tremor intenso, como el del martes en la tarde, pero la visibilidad ha sido limitada para confirmar los cambios en la erupción”, señaló Avard.
A pesar de los pulsos eruptivos frecuentes, con emisiones de ceniza, los especialistas indican que hay una tendencia a la disminución de la fuerza eruptiva desde el 11 de abril. La ceniza se concentra principalmente en la boca A, cercana al mirador del Parque Nacional, mientras que la boca C ha mostrado menor actividad.
Las columnas de gases y ceniza se dispersan hacia el suroeste, lo que podría afectar comunidades como Grecia o Sarchí, dependiendo de la dirección del viento.
Las erupciones recientes, que llevaron al cierre del Parque Nacional el 17 de marzo, han causado daños en zonas aledañas debido a la toxicidad de las cenizas y gases, como el dióxido de azufre, perjudiciales para la salud y los ecosistemas cercanos.
Las autoridades mantienen la vigilancia ante posibles cambios en el comportamiento del volcán, uno de los más activos de Costa Rica.