Moscú, 21 abr (Sputnik).- El Arzobispado de San Salvador expresó su rechazo al plan del presidente Nayib Bukele de recibir a deportados de otros países en una megacárcel construida en territorio salvadoreño.
«Nos preocupa también, el hecho que El Salvador reciba presos de otros países, ya sea porque han cometido grandes crímenes, o por ser migrantes indocumentados. Les pedimos a nuestras autoridades, que no permitan que se convierta nuestro país en una gran cárcel internacional», declaró el ente eclesiástico en un comunicado hecho público el Domingo de Resurrección.
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, advirtió que el país podría transformarse en una especie de Guantánamo barato para Estados Unidos.
«Se convertiría en una cárcel para que Estados Unidos mande a los presos aquí y gastar menos que lo gastan en Guantánamo», declaró durante una rueda de prensa.
El pasado 14 de abril, el presidente de EEUU, Donald Trump, reconoció que quisiera deportar a El Salvador «la mayor cantidad posible» de criminales extranjeros residentes en territorio estadounidense. Trump hizo esta declaración tras reunirse en la Casa Blanca con el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, quien a su vez se declaró dispuesto a ayudarle.
Trump pidió a Bukele, que construyera en El Salvador más cárceles para albergar a delincuentes peligrosos de EEUU, aparte del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel con capacidad para 40.000 personas a la que fueron trasladados más de 200 migrantes por supuestos vínculos con organizaciones criminales.
A mediados de marzo llegó al Cecot un grupo de 238 venezolanos y 23 salvadoreños expulsados por EEUU, que pagó a El Salvador unos seis millones de dólares por aceptarlos.
Este domingo, Bukele propuso al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, intercambiar los venezolanos enviados por Estados Unidos a esa cárcel de máxima seguridad por personas que califica de presos políticos en la nación suramericana. (Sputnik)