Roma, 26 Abr (ACI Prensa).- Antes de concluir la Misa, se realizó el rito de último elogio y despedida (Ultima commendatio et valedictio) en el que se hace una última encomienda del alma del Papa Francisco, rogando “a Dios Padre, por medio del Espíritu Santo, que lo acoja en la paz eterna y lo resucite en el último día”.
Tras la invocación de la letanía de los santos, se recitaron de manera consecutiva unas oraciones de encomienda del Pontífice a cargo del Vicario General de la Diócesis de Roma, Cardenal Baldassare Reina, y del Patriarca de Antioquía de los griegos melquitas, Su Beatitud Youssef Absi, junto a los patriarcas, arzobispos mayores y metropolitanos de las Iglesias Católicas Orientales Metropolitanas.
La Oración de Mons. Baldasare fue esta: “Oh, Dios que das la justa recompensa a los trabajadores del Evangelio acoge en tu Reino a tu siervo y nuestro obispo, el Papa Francisco, a quien hiciste sucesor de Pedro y pastor de tu Iglesia y concédele la alegría de contemplar el eterno misterio de la gracia y de la misericordia que sobre la tierra ha dispensado a tu pueblo”.
Por su parte, el oficio de difuntos según el rito bizantino se cantó en griego y en él se incluye la siguiente petición: “Pidamos de nuevo por el descanso del alma de su difunto siervo de Dios, Francisco, Obispo, para que le sean perdonados todos sus pecados y faltas”.
El Patriarca de Antioquia mientras inciensa el féretro con el cuerpo del Papa Francisco, añade en su oración: “Perdona todas sus culpas de palabra, obra o pensamiento, tú que eres un Dios bueno y amigo de los hombres; ninguno que vive está libre de pecado; sólo Tú estás libre de pecado, tu justicia es justicia por siempre y tu palabra es verdad”.
Finalmente, el Cardenal Re asperjó con agua bendita el cuerpo del Papa Francisco y lo incensó, mientras se entonó un responso antes de una oración final.