Ciudad de Panamá, 8 may (Prensa Latina) La embajada de China en Panamá rechazó hoy las declaraciones del embajador estadounidense, Kevin Cabrera, en las que califica de “influencia maligna” la presencia en la región del gigante asiático.
En el comunicado del portavoz de esa representación se precisa que las funciones de la embajada de Estados Unidos en el istmo violan la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
Según esa Convención, apunta el texto, las labores de las embajadas radican en promover las relaciones amistosas entre los países remitentes y receptores y fortalecer la cooperación en diversos campos y no existe ninguna disposición sobre “Contrarrestar la influencia de terceros países”.
También apunta que las acusaciones de Cabrera contra Beijing son contrarias a los hechos básicos, y señala que el propio presidente de la República, José Raúl Mulino, ha desmentido en reiteradas ocasiones el supuesto control de China sobre el Canal.
De otra parte indica que la cooperación entre China y Panamá en la Franja y la Ruta ha logrado resultados fructíferos contribuyendo de manera positiva al desarrollo del istmo y el bienestar de su población.
Estos hechos no deben ni pueden ser negados, acota el mensaje.
En su primera conferencia de prensa como representante de Washington en Panamá, Cabrera dijo que su gestión tiene como prioridad reforzar el trabajo entre ambos países para «contrarrestar influencias malignas en la región, como la de China, lo que incluye proteger el Canal de Panamá».
El presidente estadounidense, Donald Trump, desde diciembre último insiste en recuperar la vía interoceánica, debido a un supuesto control chino sobre la ruta.
De entonces a la fecha, altos funcionarios entre ellos los secretarios de Estado, Marco Rubio; y de Defensa, Pete Hegseth, han visitado el país para dialogar con las autoridades locales, que niegan la presencia de alguna potencia extranjera en la megaobra.
Cabrera además saludó el “liderazgo” de Panamá para salir del proyecto chino de La Ruta de la Seda y la investigación de la Fiscalía panameña a la concesión otorgada a la compañía Panamá Ports Company (PPC), filial del grupo CK Hutchison, con base en Hong Kong.
También alabó el memorando de entendimiento suscrito por Hegseth y el ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, en abril último; al tiempo que descartó que contemple la instalación de bases militares
«Este memorando, dijo; va a fortalecer nuestra cooperación contra el narcotráfico y proteger el Canal».
Ese pacto es rechazado aquí por agrupaciones populares y sindicales que con intensas protestas en las calles exigen sean anulado, pues atenta contra la soberanía nacional y viola el Tratado de Neutralidad del Canal, suscrito en 1977.