Esta operación llamada así en honor a un general prusiano de muchos años atrás apodado así por el color de su barba, como si la derecha fascista conociera algo sobre honor.
El 22 junio de 1941 Hitler invade Rusia, por los siguientes 4 años se llevará a cabo una de las guerras más sangrientas registradas en la historia, que abarcará un extenso territorio que va desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, batallas sangrientas como Leningrado, Kursk y Estalingrado la más violenta y que se convertiría en un símbolo de la valentía y patriotismo del pueblo soviético.
La batalla de Estalingrado comenzó el 23 de agosto de 1942 y terminó el 2 de febrero de 1943 con un total de 2 millones de víctimas y unos 250 mil prisioneros de guerra alemanes, españoles, húngaros, italianos y rumanos, solo en esta batalla los rusos perdieron más soldados de lo que perdieron EUA e Inglaterra juntos durante toda la guerra, unos 600 mil entre ambos en total.
Como sabemos las grandes corporaciones gringas fueron los mejores aliados de Hitler, General Electric, Dupont, Ford, Standard Oil que saqueaba el petróleo venezolano para suplir de combustible a los nazis, sin el cual la operación Barbarrossa no hubiera sido posible.
Los EUA siempre llegan tarde a este tipo de guerras, más que nada a recoger los desperdicios de ellas, durante la Primera Guerra Mundial participaron los últimos 9 meses más que nada era preparar la invasión a la URSS en apoyo a la contra revolución (los blancos).
El fascismo fue creado por Benito Mussolini en Milán, Italia en 1919, con un solo propósito, destruir el socialismo y evitar que los trabajadores se pudieran organizar en busca de los derechos que el capitalismo monárquico o feudal les había negado históricamente, este fascismo encontró su cementerio en Rusia, sin embargo el neoliberalismo lo ha resucitado y por eso los trabajadores debemos estar muy atentos, esta gente es corrupta, criminal y cobarde siempre han vivido con un gran temor de los pueblos organizados, sin embargo su enorme cobardía los vuelve más peligrosos, pero cobardes al fin y los rusos nos mostraron que se les puede derrotar, de ahí sus estúpidos intentos de reescribir la historia, desde luego por ahora no tiene que ser a un costo tan alto como el de la Segunda Guerra Mundial, nosotros aquí en Costa Rica tenemos la oportunidad de aportar algo a la causa, pronto podremos sacar del poder a este matón de turno, junto a sus bochincheros y bochincheras antes de que sea demasiado tarde.
(*) Julio César Madrigal Mora, Ciudadano Costarricense