viernes 26, abril 2024
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Manuel Mora y los comunistas: Teoría y táctica de la Revolución Social en Costa Rica (II) 1935-1940

Segunda  parte

Dos años después, en noviembre de 1938, Manuel Mora Valverde pronunció un discurso en una Asamblea General del Partido, retomando las orientaciones del Comité Central de 1936. Se extiende en el desarrollo de las orientaciones tácticas, las formas y contenidos de la lucha. Resumo las ideas esenciales de ese discurso:

“¡Costarricenses somos! ¡Auténticos costarricenses! Intransigencia no podrá ser nunca sinónimo de comunismo. No hay misterio en nuestra organización, que el pueblo aprenda a ver en nuestro Partido una organización suya. La acción armada para llegar al Poder no es indispensable, la vida política nacional permite avanzar sin que esa sea necesaria, pero podría llegar a serlo.”

De manera convincente afirma: “¡Por un comunismo tico, será nuestra consigna de ahora en adelante! Hay que interpretar la realidad nacional. No hay que importar modelos, lo nuestro es hacer la Revolución en Costa Rica, partiendo de la realidad, la idiosincrasia y el ser nacional.”  Y Manuel reafirma su posición: “Los costarricenses lo que quizá podríamos llamar un comunismo costarricense: es decir un Partido Comunista que sepa interpretar la realidad nacional y ajustar sus consignas y sus procedimientos de lucha, a ella. “ Por un comunismo tico” en ese sentido será nuestra consigna de ahora en adelante. Quien se oponga a la realización de esa consigna no podrá ser un verdadero comunista costarricense”

(Selección de “Discursos”   Manuel Mora, 1934-1979, Ed.. Presbere, 1970. Pag 93.

Ahí mismo, Manuel propone un programa de lucha por reformas sociales, económicas y democráticas, transformar el sistema y profundizar la revolución democrática, impulsar la reforma agraria, formar parte de un gobierno de amplia coalición, hacia un estado democrático nacional. En esencia, esa es la teoría y táctica revolucionarias  que orientaría las luchas y las tareas del Partido en la próxima década: una teoría costarricense de la revolución, en ciernes.

Ese discurso de Manuel Mora,  fue un discurso visionario, se adelanta en la historia nacional. Termina su discurso afirmando con las siguientes elocuentes palabras: “Cada uno de los conceptos expuestos tienen el respaldo de la ciencia y de la experiencia.

Podéis estar seguros camaradas y señores que me escucháis de que los que ven en nosotros un peligro para sus privilegios y por esa razón nos  presentan como enemigos de Costa Rica y como enemigos de la libertad, son de la misma escuela de los que fusilaron a dos Juan Rafael Mora y al General Cañas, llamándolos también traidores a Costa Rica y cubriendo de infamia sus nombres.

Ayer fusilaron al gran presidente costarricense, y hoy, después de levantarle una estatua, entregan  desvergonzadamente, lo que aquel Presidente defendió: nuestro suelo y nuestra soberanía. No creáis,  camaradas, en esos especuladores del patriotismo o mejor, no creáis en sus palabras. Buscad sus hechos. A los hombres se les conoce por sus hechos y a los árboles por sus frutos. Buscad también nuestros hechos, los hechos de nuestros Partido, de esa organización de costarricenses que solo quieren el bien de Costa Rica, y juzgadnos con base en ellos y no con base en las calumnias que propalan nuestros enemigos que son los verdaderos enemigos de Costa Rica”.

En la década que sigue, Manuel,  será consecuente con esa teoría y táctica acogida por el Comité Central y por todo el Partido. Se proyectará, aún, mas, como un líder político audaz y un genio de la táctica política.

A mi juicio, esas orientaciones, más el creciente prestigio del Partido, lo preparan para los grandes combates que se avecinan de  alianzas políticas tácticas, coyunturales y estratégicas,  de una intensa y productiva  labor parlamentaria, de grandes   movilizaciones  de la clase trabajadora, las grandes jornadas político electorales de 1936 y 1940.

Todos esos  factores ayudarán  a la gestación y desarrollo de la gran Revolución Social que hará Historia en la década de los 40s, cuya primera mitad estará marcada, además, en el  contexto de la Segunda Guerra Mundial 1939 – 1945 y de  nuevas elaboraciones tácticas y estratégicas.  Pag 7

Para las elecciones nacionales y presidenciales de 1940, el Partido, realizó un denodado esfuerzo por concertar una amplia alianza política con sectores de la burguesía considerada democrática, sectores que se movían alrededor del tres veces Presidente de Costa Rica, Don Ricardo Jiménez Oreamuno. Fue elaborado un Programa de Gobierno (está claro que no fue un programa anti- capitalista ni socialista, era un programa para las circunstancias y el contexto de esos años). Se trató de una alianza coyuntural, electoral, con la pretensión de hacer gobierno los siguientes 4 años. En estas circunstancias crearon la “Alianza Democrática” con la candidatura a la presidencia de Don Ricardo Jiménez, alianza política que se trunca y desaparece.

La Segunda Guerra Mundial se había iniciado. La Unión Soviética, sin haber entrado aún en ese conflicto bélico, interviene en la Guerra con Finlandia y el Ejército Rojo avanza hacia las fronteras con Polonia, al mismo tiempo que la URSS recupera territorios occidentales de Ucrania. Ante esa situación, y con la campaña electoral ya iniciada, Manuel Mora pronuncia en el Parlamento un discurso en el que apoya y justifica tales acciones de la Unión Soviética, haciendo caso omiso a las presiones de los aliados para que el PCCR            ( Bloque de Obreros y Campesinos ) se pronunciara contra tales acciones y condenara a la  URSS.

Costa Rica aún no se había sumado a los países que pedían o apoyaban la entrada de EEUU en la guerra contra la Alemania hitleriana. La situación, en ese sentido, comenzó a ser adversa a la Alianza: “… La campaña anticomunista y antisoviética se exacerba y mientras tanto, el Gobierno de León Cortés comenzó a reprimir violentamente las manifestaciones de apoyo a Don Ricardo Jiménez, don Ricardo decidió renunciar, él nos dijo a nosotros dos cosas:  1-Yo sé que ustedes tienen razón al negarse a condenar a la Unión Soviética en su guerra defensiva con Finlandia, que estas son medidas preventivas contra el ataque que más tarde o más temprano va a venir también contra la Unión Soviética, pero la mayor parte de nuestro pueblo no piensa como yo.

2- Por otra parte, el Presidente que va a señalar las reglas del juego en esta campaña electoral es León Cortés, que es un hombre violento y arbitrario y yo ya estoy muy viejo para enfrentarme a un violento y arbitrario, lo conozco bien porque fue mi ministro, si estuviera más joven me quedaría en la brega con ustedes, pero yo estoy viejo para librar en condiciones tan difíciles la lucha que hay que librar.” Renunció a su candidatura.

“No tuvimos más remedio que postular a la Presidencia de la República al Compañero Manuel Mora, pero queda constando, para su investigación, que en esas elecciones nosotros tratamos de aplicar la línea de los frentes populares. La candidatura del Dr. Calderón Guardia nos enfrentaba, aunque no era una candidatura fascista, sin embargo era un candidato conservador oligarca, muy ligado a la Iglesia y por tanto, nosotros quisimos promover una candidatura con tradición democrática como la de don Ricardo Jiménez, pero además, con un sesgo izquierdista como plataforma de lucha en esas elecciones” Así explica Arnoldo Ferreto, en una  entrevista de 1982, publicada por G. Contreras en su libro “Vivencias del Partido Vanguardia Popular”, Ediciones Perro Azul 2008.)*

Arnoldo quiere dejar constancia, en eso que transcribo,  que el Partido hizo un esfuerzo por llevar adelante la política de alianzas o de frente democrático trazada por el VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935.

De manera personal, considero que lo más  importante en esos esfuerzos realizados, es, que esas políticas eran  consecuencia de los cambios importantes de la teoría y táctica en 1936 y 1938,  la  adecuación de las enseñanzas del marxismo-leninismo a la realidad concreta de Costa Rica, tomando en cuenta el contexto nacional e internacional.

Como es conocido, las elecciones presidenciales son ganadas por el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia. La Segunda Guerra Mundial, iniciada en 1939, está en pleno desarrollo. La Unión Soviética aún no había entrado en la guerra, un paso que da hasta en 1941. Ese mismo año, el Presidente Calderón Guardia declara la guerra a la Alemania fascista y los círculos más reaccionarios y pro fascistas le quitan el apoyo. Estos hechos en los albores de la década de los 40 va a producir importantes cambios y una nueva situación política que propiciará nuevas alianzas.

Quiero concluir esta primera parte, afirmando que si examinamos con cuidado este periodo de la historia del Partido Comunista de Costa Rica (1935-1940) se puede constatar una evolución significativa en el desarrollo de su ideario programático o, lo que bien he afirmado, una teoría y táctica  de la revolución costarricense; auténticamente costarricense.

Sus resultados, pese a errores que se pudieron haber cometido, los vamos a ver en la turbulenta y compleja lucha y controvertidas alianzas de la década de los 40: La Revolución Social que tiene como desenlace  la guerra civil de 1948, en la que el objetivo de los opositores al Gobierno Caldero comunista, no es la defensa de la Libertad de Sufragio, el propósito real  aniquilar a los comunistas y toda su obra política, social y económica, plasmada en leyes y códigos concretos, como lo veremos más adelante.

Esa historia comencé a conocerla  desde la primera vez que puse un pie en local del Partido, donde escuche por primera vez  un discurso de Manuel, que fue al mismo tiempo, la oportunidad de conocerlo personalmente y  estrechar su mano fraternal. Más adelante en la Escuela Nacional de Cuadros en el verano de 1963, a la que asistí. Y a lo largo de la vida militante en tertulias, charlas, conversaciones con los dirigentes de la vieja Guardia: Manuel Mora, Arnoldo Ferreto, Adolfo Herrera (Fofa) Fernando Chaves Molina, Joaquín Gutiérrez, Luisa González, Alvaro Montero Vega, Fabián Dobles, Eduardo Mora. Y en los innumerables viajes por todo el país en trabajo político, en los que tuve la oportunidad de compartir con los líderes obreros y campesinos, hombres y mujeres que construían y hacían grande el Partido, aprendí de la grandeza Histórica y a respetar  las hazañas de quienes combatieron en los 40s, en la guerra  Civil del 48 y en la reconstrucción,  desde la clandestinidad, del Partido por el cual siempre estuvimos dispuestos a darlo todo.

También en las discusiones en las sesiones de la Comisión Política del Partido, de la cual formé parte desde que fui nombrado Secretario General de la Juventud  Vanguardista Costarricense en 1974 y hasta 1991.

A lo largo de su vida, el camarada Manuel Mora Valverde se empeñó en enseñarnos a organizar la lucha, vincularnos con la gente y avanzar por el camino de la revolución, sin dogmatismos ni sectarismos. Nos enseñó que la política es una ciencia que se rige por leyes. Que el Marxismo-Leninismo es una ciencia que debe servir como guía. Que el Partido se creó  para la lucha y para la Revolución. Nos enseñó que al conocer el Marxismo y la política como tales, nos obligamos a aplicarlas según la realidad nacional y el conocimiento que tengamos del ser costarricense y la idiosincrasia nacional. A eso apuntó siempre el pensamiento de Manuel y eso, reitero, se esforzó por enseñar dentro del Partido y trasmitir al pueblo costarricense.

De él aprendíamos la flexibilidad táctica, la acción y el discurso unitario, el método revolucionario y la forma simple y comprensible de hablar, para el pueblo. Nos enseñó a luchar con energía, sin olvidar el fin estratégico: la revolución. Nos enseñó a dejar de lado  la fraseología revolucionaria estereotipada.

Manuel tenía una enorme capacidad de hablar e improvisar su pensamiento, de tal manera que la gente común del pueblo podía entenderlo. Fue así que la gente aprendió a quererlo y a seguirlo. Al interior del Partido se le atendían sus puntos de vista, se discutía, se podían o no compartir. Pero también al interior del Partido, no siempre sus tesis ganaron. No siempre se le comprendió. Escribió mucho en la Prensa del Partido. Hizo muchos y  muy importantes discursos, material que debemos recoger, estudiar, valorar y divulgar.

Su pensamiento, su concepción de la revolución, su ideal de democracia, sus conceptos de Patriotismo, Soberanía, de anti imperialismo y de socialismo,  cobran hoy una impresionante lucidez.

Pese a las vicisitudes, controversias, discrepancias, que a lo largo de la vida del Partido y de Manuel se presentaron, la Historia política de Manuel es la Historia de los Comunistas Costarricenses; 1931- 1991.

( *) Lenin Chacón Vargas, Militante del Partido Vanguardia Popular y del Partido del Pueblo Costarricense, 1961-1991.

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2 COMENTARIOS

    • Camarada Montero, lo mejor para Costa Rica sera, cuando el marxismo-leninismo, al igual que en Cuba, sea una realidad y todos lo costarricenses disfruten de un Gobierno Popular y Comunista. Un abrazo.

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