Columna Poliédrica
El problema fundamental de la economía es intentar satisfacer las necesidades de las personas con los recursos limitados que existen. Esto es lo que se enseña en los cursos básicos de economía que cualquier estudiante recibe y que sintetiza lo esencial de esa ciencia: satisfacer las necesidades de las personas.
El crecimiento económico, por ejemplo, es un medio para lograr el objetivo que hemos señalado. Hay economistas, especialmente neoliberales, que tienen la creencia que el crecimiento económico es un fin en sí mismo, situación que nos ha llevado a la situación de desigualdad que hemos venido afrontando en los últimos cuarenta años.
Costa Rica es un país que ha tenido un crecimiento económico que ha beneficiado solo a unos pocos. En las últimas cuatro décadas la desigualdad se ha dado con base en varios problemas estructurales que afectan a los sectores menos favorecidos. Se trata de situaciones que forman parte de la política económica que han desarrollado los diferentes gobiernos, unos más y otros menos, pero todos en la misma dirección.
El problema de la distribución de la riqueza tiene en la estructura tributaria uno de los aspectos centrales. Para las personas medianamente informadas es un tema que ya cansa, sin embargo, a pesar que se insiste en el punto no pasa nada y todo sigue igual. La recaudación tributaria se sustenta en impuestos regresivos que todos pagamos por igual con independencia de sus ingresos; es decir, un impuesto como el impuesto sobre el valor agregado (IVA), lo paga por igual el costarricense más pobre y el más rico.
Otro de los aspectos que resulta intolerante es que se acepte como normal que se traslade al consumidor el aumento de los costos de producción. El ejemplo de siempre es el que se da con el aumento de los combustibles, en ese caso se suele argumentar la necesidad de aumentar los precios de los bienes y servicios con fundamento en esa circunstancia; sin embargo, cuando hay rebajas en los combustibles, ello no se ve reflejado en los precios que le cobran al consumidor.
Estos y otros aspectos hacen que Costa Rica sea uno de los países más caros del mundo. Cualquiera que haya tenido la oportunidad de viajar a otros países comprobará los excesos en el costo de la vida de los costarricenses, esta realidad termina afectando más a quienes tienen ingresos más limitados y eso se refleja en los índices de pobreza de nuestro país.
Unido a todo lo anterior, se presenta la realidad que esos impuestos indirectos se los dejan los evasores y elusores. Se supone que hay una serie de actores económicos que son recaudadores de impuestos, empero, sigue siendo cierto que esos dineros se quedan en los bolsillos privados y que la recaudación no llega a las arcas del Estado.
Se trata de aspectos elementales de economía, sin embargo, la mayoría de personas no los manejan. De eso se aprovechan los grupos económicamente dominantes para desplegar una retórica que desinforma, confunde y oculta quiénes son los verdaderos responsables de este desastre económico y sobre todo, del empobrecimiento de la mayoría de los costarricenses.
La economía costarricense es un desastre por la sencilla razón que no sabe satisfacer las necesidades del mayor número de personas con los escasos recursos económicos que poseemos. Así de simple.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Andi, desearía no estar escribiendo estas letras: el problema de nuestra economía es…que no es nuestra. Somos un artículo de las grandes potencias y los inmensos trust internacionales. Hemos perdido toda esperanza desde 2008, cuando empezó el principio de nuestra desgracia (además la desgracia de los ciudadanos comunes y corrientes de esas potencias) me preguntará pronto un paclover qué es un ciudadano común y corriente, para que no nos importune, Andi, le diré al inquisidor en ciernes: alguien como yo, como Ando, como tú…
Nuestra economía de los últimos setenta años ha sido una burocracia engañada y engañante. Así de sencillo Andi.
Señor Arce: Perdón por meterme donde no me llaman. Creo que usted puede llevar razón en que la autonomía en el manejo de la economía costarricense es muy limitada, sin embargo, los aspectos que señala el señor Mirom son reales y atinados. El ejemplo en relación con la estructura tributaria es total y completamente pertinente, pagamos impuestos los trabajadores, las personas de menos ingresos, en cambio, las grandes empresas tienen una serie de artilugios para no pagar impuestos (evasión y elusión). En síntesis, a pesar de ser una economía que no es nuestra, los poca riqueza que se genera está mal distribuida porque se la dejan los que más tienen. La tesis del goteo siempre ha sido una farsa.
Lo cierto es que en Costa Rica lo que producimos es café,banano y piña.Todo lo demás se produce en zona franca y es de empresas extranjeras.No explotamos nuestros recursos, ni lo haremos pues somos carbono neutral.Lo peor es que queremos vivir como europeos de a prestado.
Estado caro, con gigantismo e ineficiencia absoluta, sumado a esto la evasión fiscal, esos son los síntomas, la causa de la enfermedad, nuestra idiosincrasia, que solo pensamos en nosotros mismos y a muy corto plazo, el bien común y el mañana no existe en el vocabulario tico, por eso damos el mínimo y exigimos el máximo.
Lo anterior se traduce en todos los problemas que achacan al país.
siempre han dicho que los ricos neoliberales son los que evaden. Por eso, hasta cierto ou to, me gustó ver la denuncia al vicepresidente: todo un comunista de hueso colorado, también evadiendo. Es cierto, es parte de nuestra idiosincrasia.
Le recomiendo al autor que se ponga una pulpería. Es filósofo hablando de economía no necesariaente es compatible. Si tengo una pulpería y mi margen de ganancia es 20%, si los costos me suben un 20% don Andi Propone que siga mi negocio aunque ni me gane nada!!! Por mentalidades como las de Andi, es que los Sindicatos creen que pueden llenarse de privilegios y que “nada pasa”….