Columna Poliédrica
Desde que salió la última columna de Poliédrica, se han escrito múltiples artículos de opinión en relación con Coronavirus y el COVID-19. Tanto en la sección de opinión de este diario digital, como en la de otros diarios similares y escritos, se ha dado rienda suelta a los más diversos criterios al respecto. Se trata del tema de moda a nivel mundial y por esa razón no se insistirá aquí en ese tema.
Es importante cuestionarse, eso sí, qué efectos tendrá esta coyuntura en nuestras sociedades y, especialmente, qué efectos tendrá en la dinámica económica y social costarricense. Al igual que se ha dado en otros momentos de la historia, cuando las personas tienen miedo y se está en un momento en que la vida humana está en peligro, algunos grupos aprovechan para llevar agua a su molino.
No es un secreto para nadie que muchos de los derechos conquistados en el pasado, se han convertido en un lastre para algunos grupos económicos. Estos sectores impulsan la idea de un sistema económico en el que ser humano es una rueda más de un engranaje que no para y que se ha convertido en un fin en sí mismo. La economía para estas personas, en lugar de satisfacer las necesidades de las personas con los recursos escasos disponibles, lo que procura es acumular riqueza en pocas manos a costa de la miseria de la mayoría de los seres humanos del planeta.
Utilizando la coyuntura de la pandemia como justificación, en Costa Rica y otros países del mundo, se quiere que los trabajadores estén al servicio de la producción permanentemente. El argumento que se ha esgrimido para legitimar este cambio es que se requiere la “flexibilidad laboral” para que las empresas puedan seguir produciendo y, en ese tanto, tener ganancias para pagar el salario de los trabajadores.
La trampa de este razonamiento está en que las empresas, para seguir operando, no puede realizar otras acciones diferentes al despido o a la reducción de salarios. El proceso ideológico que se ha venido dando desde hace años, nos ha metido en la cabeza que esa es la única ecuación posible; sin embargo, una empresa puede utilizar otros mecanismos para mantener su funcionamiento, por ejemplo, el suspender la distribución de utilidades hasta que se normalice la situación.
La reducción de la jornada laboral se ha hecho en otras sociedades pero sin reducción de los salarios de los trabajadores. Con el propósito de lograr un mayor empleo en países europeos, por ejemplo, las empresas han apostado por mantener la jornada de los trabajadores a cambio de una mayor productividad en menos tiempo de trabajo; en otras palabras, la producción no depende del tiempo que una persona permanece en su puesto de trabajo sino en la productividad de la empresa.
En síntesis, hay que estar muy atentos a este tipo de modificaciones legislativas. Han dicho que se trata de algo temporal, pero hay grupos que han querido que ello se convierta en algo permanente. El punto es que no se debe permitir la reducción de la jornada laboral a costa del ingreso del trabajador, las empresas deberían tener claro que su principal activo son sus colaboradores y en lugar de buscar reducir sus salarios, deberían propiciar una mayor productividad por medio de incentivos y otros mecanismos que no perjudiquen al trabajador.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Desde hace muchos años se viene trabajando muy sutilmente, en beneficio de los empresarios y en contra de la clase trabajadora. Solo un detalle y veo que el columnista lo utilizó al final. Ya no se le quiere llamar trabajador, empleado. Ahora se le llama «colaborador». Quieren desaparecer el termino trabajador o empleado. Pronto veremos el Código de Trabajo transformarse en Código del «colaborador». Por qué esos sutiles cambios? Ya sabemos alguno,s por dónde va la procesión.
Que empresas en estos momentos pueden estar haciendo utilidades ? Ventas nulas o bajas y los gastos continuan.
El estado que no produce y tiene una carga enorme de empleados, debería para empezar cortar a 2 millones como máximo las pensiones de lujo, que como bien usted sabe son estas personas las mas ricas del país,las que reciben esos excesos de dinero.Si deberas son solidarios, socialistas como se llaman la gran mayoría , deberían ser ellos, los que desde su comoda posición ofrecieran este recorte en beneficio de los necesitados.Realidad nada de Filosofia.
Despues del virus ,viene lo peor, empresas quebradas y mucho desempleado.Solo aquellos afortunados a los que llueva o truene ,les depositan su cheque ,quienes son ellos : los nuevos ricos del pais ,los empleados públicos,los empleados nuestros.
Esta persona que se hace llamar Flora Fernandez tiene una fijación con el señor Mirom. Ha sido evidente en todos sus comentarios que se trata de una persona que es afín a los intereses de los grupos económicos que ya todos conocemos. Es más, sus posturas es como estar leyendo a Otto Guevara y su discurso contra los empleados públicos. Utilidades hay, pero la mayoría están en paraísos fiscales, aparte de todos los dineros que han dejado de pagar al Estado. Y como gran cosa, saca la falacia del izquierdista que el mismo Mirom ha denunciado en esta columna, es decir, que para ser de izquierda es necesario repartir todo y quedarse en la miseria. El que es de izquierda no puede vivir decentemente según esta gente. ¿Cuáles de los grandes capitales de este país han hecho o harían tal cosa? Para esta persona que se hace llamar Flora Fernández los empleados públicos sí tienen que hacerlo, pero los dueños de La Nación, Televisora de Costa Rica, Durman-Esquivel, Florida Ice y otros, esos no tienen que ser solidarios porque ellos si pueden acumular grandes cantidades de dinero porque eso es ser coherente con su ideología de derecha. A la persona que se hace llamar Flora Fernandez, vaya con esos cuentos a los medios de comunicación que repiten esas historias.
Hay personas que no han leído nada de historia y por ese tipo de personas, la humanidad estará condenada a repetir los errores del pasado. El Derecho Laboral surgió como respuesta a los excesos de aquellos que veían a los trabajadores como un factor más de la producción y planteaban, casualmente, que la relación entre patrono y trabajador se normara como un contrato civil, modelo que quieren retomar los empresarios de hoy día. En ese esquema, el trabajador siempre llevaba las de perder y se le sometía a los designios del patrono con base en su precaria situación económica. Los Derechos Sociales y el Derecho Laboral, surgen como respuesta a estos excesos; de ahí que lo escrito por el señor Mirom es totalmente pertinente en esta coyuntura y de cara al futuro. La derecha siempre a pescado en río revuelto y eso no va ser diferente en esta coyuntura.
Yo conozco en persona a la verdadera Flora Fernández: mujer digna, honesta y trabajadora. Empresaria responsable, y sin embargo con suma sensibilidad social, ajena a las contorsiones propias de los evasores y elusores fiscales. Luchadora social que defiende con gallardía el estado social de derecho. A la persona que usurpa el nombre de Flora: tenga dignidad y muestre su cara.
Don Jorge, en buena hora que usted hace esta exigencia a esta persona que se hace llamar Flora Fernandez. Hay gente que, a veces, no comprte las tesis del señor Mirom; sin embargo, la mayoría de las veces sí, ya que suele decir lo que pensamos las personas que nos movemos en el centro-izquierda del espectro político. Por eso, esta persona Fernandez desentona, ya que siempre, siempre, está en desacuerdo y manifiesta puntos de vista del fanatismo neoliberal.
Esta «Flora Fernández» debe ser alguno de nuestras luminarias en materia económica, a saber: luis mesalles, thelmo vargas, fernando naranjo o el mismísimo lizano.
Muy cierto don Andi, éste caos, igual que los anteriores va a ser usado por las personas acaudaladas para perpetuar el status quo. Los cambios en legislación laboral, al igual que las restricciones a la libertad de tránsito y de asociación pueden ser usadas contra nosotros en un futuro cercano. Por ahora no nos queda de otra más que acatar las reglas para protegernos y a nuestros seres queridos.
Con todo y el oscuro panorama para los meses siguientes, quiero creer que afrontar éste problema va a causar un cambio importante y positivo de mentalidad en una gran parte de la humanidad.