Washington, 20 jun (Sputnik).- El viaje del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a China no disminuyó la amenaza de una guerra por Taiwán, dijo a Sputnik este martes el exembajador de EEUU en Arabia Saudí, Chas Freeman.
«No se ha conseguido un sustancial avance en las relaciones entre ambos Gobiernos, la amenaza de una guerra no ha disminuido», constató, al responder a la pregunta de si ha disminuido el riesgo de una guerra por Taiwán.
En 1972, Freeman actuó como intérprete principal del presidente Richard Nixon durante su visita a China, y más tarde sirvió de embajador de EEUU en Arabia Saudí.
A su juicio, la tarea de Blinken no consistió en fortalecer las relaciones chino-estadounidenses, sino en estabilizarlas después de verse en el nivel más bajo desde el inicio, hace 5 años, de una guerra económica de EEUU contra China.
«El diálogo cortés en cierto grado es necesario para tranquilizar a las naciones de la comunidad global que temen, con razón probables, trágicas consecuencias de la incomprensión existente entre Estados Unidos y China», señaló Freeman.
Acotó que las negociaciones sostenidas por Blinken «eran adecuadas a ese estándar muy bajo» de las relaciones bilaterales.
El lunes terminó la visita de dos días de Blinken a China, donde él sostuvo negociaciones con las autoridades del país, incluidos el presidente, Xi Jinping; el canciller, Qin Gang, y el director de la oficina de la comisión para asuntos extranjeros del Comité Central del Partido Comunista de China, Wang Yi.
Al cierre de estas reuniones Blinken reconoció que entre China y EEUU no se ha logrado consenso en el asunto de establecimiento de la comunicación operativa entre los militares de ambos países, necesaria para los casos de situaciones críticas, y también dijo que la labor para establecerla continuará.
La visita de Blinken es el primer viaje de un secretario de Estado de EEUU a China que se realiza tras un sustancial empeoramiento de relaciones entre Pekín y Washington por una serie de problemas, como Taiwán, el incidente del globo aerostático chino derribado sobre EEUU y divergencias en las esferas comercial y tecnológica.
La tensión entre China y Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla en agosto de 2022, efectuada pese a las protestas de Pekín, que vio en ese viaje un apoyo de Washington al separatismo taiwanés y organizó ejercicios militares de gran escala.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de la República Popular China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones entre Taipei y Pekín se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. (Sputnik)
