Ciudad de Guatemala, 23 jun (Sputnik).- La exdiputada Zury Ríos quiere ser la primera presidenta de Guatemala, una posibilidad que le fue negada hace cuatro años por la Corte de Constitucionalidad, la misma que ahora avaló su candidatura por la coalición derechista Valor-Unionista.
La hija del exdictador Efrain Ríos Mott, quien encabezó el golpe de Estado del 23 de marzo de 1982 y gobernó Guatemala hasta el 7 de agosto de 1983, encabeza las encuestas de intención de voto de cara a los comicios del 25 de junio, con una propuesta centrada en la lucha contra las pandillas.
De hecho, varios analistas advierten ciertas similitudes entre sus propuestas y las aplicadas en el vecino El Salvador por el presidente Nayib Bukele, para golpear a las estructuras criminales y su principal fuente de ingresos, el dinero proveniente de la «renta» (extorsión).
Sin embargo, Zury Mayté Ríos Sosa es señalada por sus amistades polémicas y los caciques locales que le han brindado su apoyo, amén de que no oculta que su mayor inspiración es, a la vez, un golpista señalado por genocidio y delitos de lesa humanidad: su padre.
Figura polémica
Nacida en la capital chapina el 24 de enero de 1968, la hija menor del exgobernante ha intentado varias veces ganar la primera magistratura, luego de desempeñarse durante cuatro legislaturas en el Congreso, desde 1996 hasta 2012.
La revocación este año de la candidatura del empresario Carlos Pineda catapultó las posibilidades de triunfo de Zury, quien correrá con Héctor Cifuentes como compañero de fórmula.
Zury suele dividir a la opinión pública entre quienes la ven como una mujer conservadora, elegante y de carácter fuerte, que defiende la pena de muerte, y quienes cuestionan su capacidad para gobernar, su falta de estudios, o le echan en cara que su referente político sea un golpista.
Tampoco le ayuda mucho, a los ojos de ciertos sectores de la sociedad civil, que la respalden figuras como Ricardo Méndez, presidente de la Fundación contra el Terrorismo, una organización creada para defender a militares acusados de violar derechos humanos.
En el pasado fue candidata por los partidos Frente Republicano Guatemalteco (FGR) y Visión con Valores (Viva), pero es ahora, con Valor-Unionista, que le ha plantado cara a la otra favorita para avanzar a una eventual segunda vuelta, la exprimera dama Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
La mencionada coalición cuenta con aliados del desaparecido FRG y del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), agrupación que llevó a la presidencia a Jimmy Morales, un «outsider» que gobernó entre 2015 y 2019.
Algunos de sus integrantes arrastran un pasado oscuro, algunos acusados de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado que desangró Guatemala entre 1960 y 1996.
Mano dura
Zury Ríos se define como una política de ideología liberal, clásica y republicana, se opone al aborto, está a favor de la pena de muerte, y se empina con promesas de seguridad mediante el trato con mano dura a las pandillas y bandas implicadas en conflictos de usurpación de tierras que son propiedad privada.
Se casó cinco veces, una de ellas con el excongresista estadounidense Jerry Weller, y aspira a lograr una bancada mayoritaria en el Congreso que le permita gobernar sin necesidad de negociar, al estilo de Bukele en El Salvador.
En sus recorridos electorales por Guatemala, la candidata ha prometido crear 10.000 empleos mensuales, quitar el Impuesto Sobre la Renta a las empresas a cambio de obras de infraestructura para salud, mejorar las condiciones de vida de los policías y fundar una secretaría para atender a los veteranos militares.
Cerca de 9,4 millones de guatemaltecos están empadronados para elegir este 25 de junio al presidente y vicepresidente de la República, 160 diputados al Congreso, 340 alcaldes y 20 miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Si ningún candidato consigue la mayoría absoluta de votos ese día, habrá una segunda vuelta el 20 de agosto de 2023. (Sputnik)
