Los pececitos de Tiberio

¿Estamos perdiendo el juicio o ya lo perdimos del todo?

Decir que la pedofilia no es un delito es un crimen. Buscar mediante un decreto en la Asamblea Legislativa que los menores de edad puedan elegir cambiar su nombre y/o cambiar su sexo, tan solo con el visto bueno de uno de los tutores es mucho más locura.

Nunca creí que el PLN pudiera parir ese tipo de monstruos, del FA lo comprendo porque pertenece a la “ultra izquierda” (“no extrema izquierda”), la ultra izquierda es ese grupo que está mucho más allá de la extrema izquierda, son grupos patológicos incómodos que lo que buscan es atraerse los votos de las personas desubicadas, las mujeres y hombres que viven radicalmente desubicadas y buscan desubicar a todos.

¿Qué buscan estos Tiberios? Pues muy simple: radicalizar el caos y bajar la tasa de natalidad, como sea, pero bajarla.

En Costa Rica la “ultra izquierda” tiene su cedé en el Pretil y la Chancleta, ahí nacen los salarios de lujo de sus domadores, nacen los futuros dirigentes, los futuros diputados los futuros solises y alvarados, los que creen que el pueblo es bruto.

Tiberio, enfermo de sífilis neurológica, loco, con todos los vicios posibles, incluso crear a Caligula, mientras los Senadores en Roma hacían lo que los diputados aquí: nada, vivir del poder y hacer creer al populacho que eran los Pater Patriae, mientras Tiberio en Capri se bañaba en su villa y los niños pequeños nadaban alrededor suyo dándole y mordisqueando sus llagadas patas, para luego ser lanzados por el acantilado cuando lo hacían enojar. Hacer creer a los demás que algo es normal, sin serlo, es propio de Tiberios. Esa mente corrompida de ideas estúpidas, está llevando el país a una ruina moral porque la económica ya la consiguieron, el país está muy mal en todos los sentidos posibles, no tenemos posibilidades de echar marcha atrás, no, estamos a mitad del Rubicón.

¿Cuándo se descompuso irredimiblemente el PLN? ¿Un partido nacido para cimentar los logros sociales, llegó a producir esta especie de Tiberios? Nunca fui seguidor de Pepe Figueres ni de su hijo, pero si fui un seguidor de las ideas Social Demócratas, a pesar de que Luis Alberto Monge abrió las puertas al “reaganomics” gracias a la patraña sandinista.

Hoy las críticas al gobierno de turno son tantas que han logrado ocultar parcialmente esta locura frenética, de diputadas y diputados tercermundistas, émulos de los senadores romanos ociosos y viciosos.

Ahora se pueden tener niños cambiando de sexo sin siguiera saber lo que eso realmente significa. ¿De dónde importan esas idioteces? “Aunque cincuenta millones digan una estupidez, seguirá siendo una estupidez”, Bertrand Russell.

Apelo a los diputados que aún no se hayan romanizado, a ver si detienen ese proyecto aberrante.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico