Pekín, 13 Ago. (EUROPA PRESS) – El Ministerio de Relaciones de China ha emitido este domingo un comunicado en el que «se opone firmemente a cualquier forma de interacción entre Estados Unidos y Taiwán», lo que incluye la escala realizada por el vicepresidente taiwanés, William Lai Ching Te, que ha sido el desencadenante del escrito chino.
«Nos oponemos firmemente a cualquier visita de los separatistas de la «independencia de Taiwán» a EEUU, bajo cualquier nombre o bajo cualquier pretexto», se lee en el comunicado. «Nos oponemos firmemente a que el Gobierno estadounidense tenga cualquier forma de contacto oficial con la región de Taiwán», continúa la nota publicada en la web del ministerio.
Las autoridades de China han subrayado que «deploran y condenan» asimismo que la administración del país norteamericano se haya brindado para organizar la llamada «escala» de Lai Ching Te, a quien definen como «un alborotador de principio a fin».
El motivo alegado es la sospecha por parte del Gobierno chino de que, con el pretexto de hacer una escala, las autoridades de Estados Unidos y las de Taiwán han hecho «arreglos» para que el vicepresidente de la isla pudiera participar en actividades políticas.
«Esto viola gravemente el principio de una sola China y socava gravemente la soberanía y la integridad territorial de China», ha sentenciado el Ministerio de Exteriores.
Al final de su escrito, han advertido que la cuestión de Taiwán es una «línea roja», la primera, que «no debe cruzarse en las relaciones entre China y Estados Unidos» y han pedido que dejen de «conspirar y apoyar a las fuerzas separatistas» y que cumplan con el mencionado principio de una sola China.
La escalada de las tensiones entre estos países se inició con el viaje a la isla de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, en agosto del pasado año, y la situación ha empeorado tras la visita de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, al país norteamericano, donde se reunió con varios congresistas estadounidenses a pesar de las advertencias de Pekín.
Taiwán cuenta con un Gobierno independiente desde 1949, pero China considera el territorio bajo su soberanía y su política fundamental respecto a la isla es la de una reunificación pacífica bajo el principio «un país dos sistemas», aunque no descarta el uso de la fuerza ante «intentos independentistas».
