Ciudad de Guatemala, 18 ago (Sputnik).- Más que un duelo electoral por la presidencia, el balotaje del 20 de agosto en Guatemala es una lucha de las élites económicas por controlar el Estado, afirmó a la Agencia Sputnik el dirigente Neftaly López, del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca).
«El proceso electoral de 2023, lleno por cierto de incertidumbre dada su judicialización, es en el fondo una discusión de las élites económicas por ver quién se queda con el control del Estado», explicó el político y también analista del escenario local.
Para López, miembro coordinador del Codeca, tanto la Unidad Nacional por la Esperanza (UNE, conservador) como el Movimiento Semilla (centroizquierda), los partidos contendientes, llegan a la segunda vuelta con muchos compromisos.
En su opinión, gane quien gane el balotaje presidencial, quien asuma las riendas del país en enero de 2024 se dedicará a administrar la pobreza y los recursos del Estado en función de intereses empresariales.
Guiños al pacto
«Por un lado, tenemos a la UNE con el respaldo de la agrupación oficialista Vamos, además de otros actores políticos, empresariales y del crimen organizado a quienes llaman el Pacto de Corruptos por haber cooptado toda la institucionalidad del Estado guatemalteco», señaló.
Dicho grupo, abundó, responde al sector más tradicional de la oligarquía local, como terratenientes y el empresariado de la agroindustria que exporta palma africana, azúcar, banano o café.
«Ellos conformaron una estructura empresarial que se sirvió del Estado», aseveró López, candidato a la vicepresidencia en los comicios de 2019 por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP, brazo político del Codeca, de corte progresista).
López subrayó que la UNE es respaldada por «partidos políticos corruptos, con organizaciones de corte fascista como la Fundación Contra el Terrorismo, la Liga Propatria y Guatemala Inmortal, que crearon estructuras criminales dentro del Estado y de las que forman parte ex militares y empresarios de la oligarquía tradicional».
Estos grupos –comentó- prácticamente están judicializando el proceso comicial, pero igual tienen mucha incidencia en la institucionalidad, en particular el Tribunal Supremo Electoral, la Corte de Constitucionalidad, la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría de Derechos Humanos.
A juicio del coordinador de movimientos sociales y campesinos, personajes con mucha influencia trabajan para perjudicar a Semilla, sacar al movimiento de la carrera política y colocar entonces al partido oficialista (Vamos) en una segunda posición.
López agregó que la UNE cuenta con el apoyo «de mega iglesias, que lucran con la fe de la población, manejan muchos recursos y son acusadas del blanqueo de dinero», y que compra con falsas promesas al sector rural, empobrecido y víctima del clientelismo.
«Les ofrecen dinero, que les van a dar unas remesas diferenciadas, una cantidad mensual y alimentos, por lo cual se inclinan hacia la UNE», describió el analista.
Anticorrupción selectiva
Respecto a Semilla, el dirigente comunitario señaló que la formación representada por el candidato Bernardo Arévalo de alguna manera ha tenido vínculos con la oligarquía financiera, industrial y aquella con capitales posicionados fuera de la nación.
Si bien reconoce que hay un despliegue de recursos del Estado para afectar al partido menos vinculado a las estructuras del oficialismo, igual considera que Semilla tiene un enfoque limitado en su propuesta de combate a la corrupción.
«Para ellos (Semilla) el tema se produce únicamente en el sector público, por lo que no cuestiona al empresariado corrupto, al saqueador, que ha vivido del erario público por mucho tiempo o ha sido beneficiado de las políticas estatales con una serie de incentivos empresariales», enfatizó.
Lo interesante de esto, añadió López, es que ese sector influye en las políticas de Gobierno y en gran parte no paga impuestos ni aporta al sector público, pero sí recibe muchos beneficios y privilegios.
A su vez, el dirigente de Codeca advirtió que Semilla tiene el respaldo económico y político del empresariado financista, entre ellos un cuestionado defensor a ultranza del modelo neoliberal, Dionisio Gutiérrez, presidente de la Fundación Libertad y Desarrollo.
«Semilla cuenta con un sector más pensante, el universitario, la juventud, población que ha demostrado estar harta de la corrupción sistemática y posee el apoyo de los sectores urbanos», reconoció el político.
En un contexto muy complicado, con procesos judiciales abiertos por el Ministerio Público tras su paso inesperado al balotaje, Semilla ha gozado empero del respaldo de una población movilizada en defensa del voto popular, valoró López.
«Aunque con muchas confusiones, seguramente la población espera que gane Semilla, pensando en que van a solucionar los problemas del país», opinó el dirigente del Codeca, quien recordó empero que los problemas de Guatemala son complejos, estructurales e históricos.
En esa cuerda, descartó que la propuesta de Semilla tenga algún sustento en relación con los grandes desafíos o problemas de los pueblos originarios, de los sectores empobrecidos y de la clase trabajadora explotada.
«Pero aquí mucha gente siempre llamó a votar por el menos peor», resumió.
Cerca de 9,4 millones de guatemaltecos están empadronados para elegir este 20 de agosto al mandatario y vicemandatario de la República, aparte cinco municipios repetirán su elección de alcaldes, síndicos y concejales por incidentes el 25 de junio pasado.
El ganador del balotaje presidencial tiene previsto asumir el gobierno el 14 de enero de 2024, por cuatro años. (Sputnik)
