Moscú, 25 ago (Sputnik).- En momentos de turbulencia siempre hay aquellos que la aprovechan y salen ganando y otros que pierden. En un contexto tan turbulento como el de hoy, marcado por una creciente desestabilización y varias crisis, África, está reforzando sus posiciones en la escena global como nunca antes. Y no es sorprendente.
Con una superficie de unos 30,3 millones de kilómetros cuadrados, el continente cubre alrededor de un seis por ciento de la superficie del mundo, y tiene en la actualidad unos 1.400 millones de habitantes, es decir, un 17 por ciento de la población mundial.
África cuenta con una gran variedad de recursos naturales, como minas de diamantes, yacimientos de petróleo, gas y minerales, como bauxita, manganeso, níquel y litio, entre otros. Sin embargo, para aprovechar esta riqueza natural es necesario crear un sistema económico sólido y transparente.
La conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) también destacó el potencial de África para ascender como fuerza mundial en las cadenas de suministro teniendo sus vastos recursos de materiales necesarios para los sectores de alta tecnología.
«Este es el momento de África para reforzar su posición en las cadenas de suministro mundiales a medida que prosiguen los esfuerzos de diversificación», señaló el organismo en su reciente informe.
Asimismo, la Unctad enfatizó que el continente necesita más inversión en infraestructuras y en tecnologías digitales, por lo que instó a los gobiernos a «crear políticas sólidas, fomentar un entorno normativo propicio y ampliar los programas para promover la adopción generalizada de estas tecnologías.»
Es curioso que hace casi 10 años, en 2014, el ex secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan (1997-2006) señaló que la corrupción y la escasez de transparencia, así como la connivencia de las empresas multinacionales, crean un clima desfavorable para el desarrollo económico de los Estados africanos.
«Cuando los inversores extranjeros utilizan activamente los centros financieros extraterritoriales (OFC) y otros ‘refugios seguros’, ellos atacan los principios de apertura y transparencia y socavan los esfuerzos de los reformadores en África que tratan de fortalecer los principios de transparencia», subrayó entonces Annan.
Precisamente una cooperación económica transfronteriza entre los países africanos podría ser un factor importante para lograr la paz en el continente, suponía entonces el ex secretario general.
Papel diplomático
El aumento del peso de África en la escena mundial se debe también a sus esfuerzos diplomáticos para poner fin a las hostilidades en Ucrania.
Varios países, en particular China y Brasil, presentaron sus iniciativas de paz sobre Ucrania, mientras Arabia Saudí, Catar, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, entre otros, se ofrecieron como sedes de posibles negociaciones entre Moscú y Kiev. Pero, África no se quedó a un lado.
En junio varios líderes africanos presentaron una iniciativa de 10 puntos para la paz en Ucrania al presidente de Rusia, Vladímir Putin y después al ucraniano, Vladímir Zelenski.
El plan africano prevé particular una solución pacífica del conflicto con urgencia, negociaciones de paz, la desescalada por ambas partes, el reconocimiento de la soberanía de los dos países según la Carta de las Naciones Unidas, garantías de seguridad para todos, el levantamiento de trabas y obstáculos al movimiento de cereales y fertilizantes de ambos países y el apoyo humanitario a las víctimas del conflicto.
A diferencia de la postura de Occidente, que expresa su pleno apoyo a Kiev, los países africanos abogan por una coexistencia pacífica de los dos países.
Azali Assoumani, presidente de la Unión Africana y líder de la Unión de las Comoras, se mostró convencido de que es necesario luchar por una paz duradera entre Rusia y Ucrania, algo que el mundo necesita hoy.
El liderazgo de Rusia aplaudió la intención de los países africanos de contribuir a la solución del conflicto, el presidente Putin destacó que percibe con respeto el plan de paz propuesto.
Apertura a Rusia
A pesar de las sanciones anturrusas, ni más ni menos que 17.582 medidas restrictivas para el 21 de agosto, según la base de datos Castellum.AI, Rusia sigue siendo un actor importante en la arena mundial.
Es obvio que África sigue cooperando y fortaleciendo las relaciones con Moscú, y la última también apoya al desarrollo de los países africanos, esto lo confirma varios contactos a diferentes niveles, visitas oficiales y eventos, como el reciente foro Rusia-África.
En la segunda edición del foro, celebrada los días 27 y 28 de julio, Rusia y países del continente africano adoptaron un plan de acción conjunto hasta 2026. En particular, se acordó aumentar el comercio, así como pasar a los pagos en las monedas nacionales.
Moscú también expresó su disposición a ayudar a África a desarrollar el sector energético, compartir tecnologías en administración pública y sector bancario, así como lanzar un programa en el sector sanitario.
Al clausurar el foro el presidente Putin destacó que «Rusia busca sinceramente construir relaciones multidimensionales verdaderamente estratégicas y una asociación multifacética con África», y ve la misma voluntad «de actuar juntos, mano a mano, por parte de nuestros amigos africanos».
Incluso en una situación difícil provocada por las sanciones contra Rusia, el presidente ruso prometió que su país seguiría siendo un proveedor de alimentos fiable para África.
Aún más, como primer paso para sobrepasar las consecuencias de la suspensión del pacto alimentario, Moscú prometió enviar gratuitamente a seis países africanos (Burkina Faso, Zimbabue, Malí, Somalia, República Centroafricana y Eritrea ) de 25.000 a 50.000 toneladas de grano.
La voz del continente africano se escucha también en los BRICS. Sudáfrica es uno de los miembros del bloque, pero a partir del año próximo el continente estará representado también por Egipto y Etiopía, que junto con Arabia Saudí, Argentina, Emiratos Árabes Unidos, e Irán fueron invitados a unirse a los BRICS en la XV cumbre del grupo celebrada del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo.
Otros actores
Rusia no es la única que está interesada en ampliar la cooperación con los Estados africanos.
Otros países y bloques también manifiestan su interés por reforzar la relación con África. Por ejemplo, la UE coopera con África a través de varios marcos, como el Acuerdo de Cotonú y la Estrategia Conjunta África-UE. Además están vigentes estrategias regionales, respectivamente para el Cuerno de África, el Golfo de Guinea y el Sahel.
Las relaciones entre África y la UE también se desarrollan en diálogos formales, como las cumbres entre la UE y la Unión Africana.
Se nota también el interés cada vez mayor por parte de China. No fue por gusto que en enero de 2023 el entonces nuevo ministro de Asuntos Exteriores de China, Qin Gang, viajó a África en su primera gira internacional tras el nombramiento.
Además, desde el año 2000, cada tres años se reúne el Foro para la Cooperación entre China y África.
La última, y octava reunión del foro, tuvo lugar en 2021 en Dakar, capital de Senegal. Al término del evento, los participantes adoptaron un plan de acción para 2022-2024, concepto de cooperación hasta 2035 y declaración sobre el cambio climático.
El interés de otros países por África es evidente y bien comprensible.
En un mundo cada vez más polarizado, el continente africano, rico en recursos y estratégicamente ubicado, es un escenario donde las principales potencias y fuerzas compiten por la influencia.
Pero también son evidentes los problemas que enfrenta el continente: las oleadas de violencia y situaciones políticas inestables, como se observa ahora en Níger, que son las principales causas de la pobreza económica del continente.
Está por ver si los países africanos logran superar las dificultades y ocupan su nicho en la economía global, pues las premisas para que esto se haga realidad sí las hay. (Sputnik)
