Ciudad de México, 7 sep (Sputnik).- Una mujer podría asumir la presidencia de México en 2024 por primera vez en su historia, tras los procesos internos de las dos principales coaliciones políticas que ganaron la ex jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, por el oficialismo, y a la senadora Xóchitl Gálvez, por la oposición.
La consultora en temas de derechos de género y ex legisladora federal, Martha Tagle, dijo a la Agencia Sputnik que las feministas «se congratulan con la posibilidad de que haya dos mujeres como candidatas a la presidencia, además de que sea la primera Presidenta de la República».
En dos procesos inéditos, las dos principales fuerzas políticas celebraron peculiares contiendas internas sin declarar oficialmente las candidaturas, para evitar sanciones del Instituto Nacional Electoral por violar el calendario electoral, que establece el mes de noviembre próximo para comenzar las precampañas.
Tagle habló en nombre del grupo feminista plural «Rebeldes Con Causa – Transformando el Poder», creado en el Congreso federal por legisladoras de varios partidos, quien señala que estas candidaturas «se deben a una larga, muy larga, lucha que hemos dado las mujeres para que se reconozcan nuestros derechos políticos, para que haya paridad en los cargos públicos, y para que finalmente haya dos mujeres que pueden llegar al Ejecutivo federal».
La entrevistada fue diputada por Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata) la única fuerza representada en el Congreso que no se ha alineado con ninguna de las dos coaliciones, quien fundó esa agrupación de mujeres en la anterior legislatura, con un llamamiento a «feminizar el poder».
«Es muy importante que ellos -los políticos- lo reconozcan, y que en ese sentido asuman un compromiso con la agenda por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres», prosiguió la asesora especialista en temas de género.
Rebeldía feminista
Las Rebeldes con Causa son además la ex diputada Lorena Villavicencio del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); Laura Rojas, expresidenta de la Cámara de Diputados y militante del Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha); y Verónica Juárez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD; centroizquierda), quienes sostienen que «la fuerza femenina está supeditada al timón de los hombres en el poder, y a su propio estigma».
Tagle hizo un llamado para que, «siendo dos mujeres las candidatas que están en posibilidades de asumir estas candidaturas, también asuman una compromiso de civilidad, de que hagan una campaña de altura, de propuestas, de compromisos, de que no caigan en descalificaciones».
Los peculiares procesos internos se celebraron antes de que comience el calendario oficial con precampañas en noviembre, y campañas en marzo, hacia los comicios generales del 2 de junio de 2024; y ambas fuerzas se basaron en encuestas de opinión, evitando realizar consultas internas abiertas a sus militantes o la ciudadanía.
La experimentada dirigente feminista, que ha sido dos veces diputada y una vez senadora, entre 2006 y 2021, planteó que Sheinbaum y Gálvez «se comprometan sobre todo a que haya propuestas específicas para cambiar la realidad de las mujeres, porque estamos llamadas a hacer una política diferente».
Defensoras de víctimas
Otro tema político en el que las mujeres han jugado un liderazgo notable es la defensa de víctimas de abusos de autoridades civiles y militares, así como de la delincuencia organizada, expresado en los movimientos de madres y hermanas que buscan a más de 110.000 personas desaparecidas, la tercera parte registrada en la administración saliente de Andrés Manuel López Obrador.
Rocío Culebro, experimentada defensora de derechos humanos desde los años 1980 dijo a la Agencia Sputnik que «es la primera vez en la historia de nuestro país que tendremos una mujer presidenta. Esto refrenda y nos compromete a seguir luchando por los derechos de nosotras las mujeres».
Antes de Sheinbaum, de 62 años, y Gálvez, de 60, cinco mujeres más aspiraron a la presidencia.
La primera fue Rosario Ibarra de Piedra (1927- 2022), pionera y fundadora del Comité Eureka de madres buscadoras de desaparecidos, en busca de su hijo, quien fue la primera candidata en 1982, por el trotskista Partido Revolucionario de los Trabajadores, y compitió de nuevo en 1988.
Culebro dijo además que «será una campaña electoral muy interesante, porque hay grandes expectativas, las mujeres queremos propuestas que realmente fortalezcan la democracia con una perspectiva de género».
La especialista indicó que, al observar las contiendas políticas en otros países, es difícil encontrar una disputa protagonizada por dos mujeres favoritas para ganar los comicios.
«No recuerdo si en algún otro país ha habido solo mujeres candidatas. Independientemente de nuestras preferencias políticas, estamos frente a un momento para sumar a favor de las niñas, las jóvenes y las mujeres», puntualizó.
La segunda mujer que aspiró a encabezar el Ejecutivo federal fue Cecilia Soto, en 1994, por el entonces naciente Partido del Trabajo; y Marcela Lombardo (1926 – 2018) fue la tercera candidata presidencial en 1994, por el Partido Popular Socialista.
La cuarta candidata presidencial fue Patricia Mercado por el Partido Alternativa Socialdemócrata; y la quinta Josefina Vázquez Mota, por el PAN en 2012.
El presidente López Obrador, quien ha tenido una controvertida polémica con los movimientos feministas, enfocó la contienda en la continuidad de su proyecto político.
«Son dos proyectos contrapuestos, no sólo se va a votar por una mujer o por un hombre, por un candidato, por un partido, por una alianza, se va a votar sobre todo por un proyecto», respondió a una pregunta sobre las dos mujeres candidatas.
Marcelo Ebrard, el único político que declara defensor de los derechos de género y estableció una «diplomacia feminista» cuando fue canciller, se retiró de la contienda interna oficialista, esgrimiendo irregularidades en el proceso. (Sputnik)
Conociendo la idiosincrasia mejicana, el absurdo machismo, católicos por excelencia y xenofobia beligerante, todo parece indicar que los sombríos malditos (10) se han equivocado esta vez adrede, para facilitar darle otra puñalada más por la espalda a las aspiraciones de libertad a Latinoamérica. Por ello, vemos como las manipuladoras encuestadoras han montado desde ahora, un año antes de las elecciones, la promoción de esta estimada judía a ser Presidente de México. Y vamos por partes. Machismo. Existe en esa sociedad la inclinación por la dominación del hombre en su núcleo familiar. Católicos. Muy presente tiene lo sucedió a Jesús con los judíos. Xenofobia. El rechazo a los extranjeros es abrumador, cuando ya hemos visto como han sido tratados por los vecinos del norte. Por estrategia geo-política urge montar en México la antítesis de un López Obrador futuro y con las luchas feminoidez, prejuicios a los judíos e imborrable ascendencia, es notable y probable que el azteca tradicional opte e incline por otro espontaneo figurón, que el poderoso sistema mediático de México imponga e impulse, como ya es tradicional en América y el mundo dizque, democrático. Y no vayamos muy lejos, el ejemplo Costa Rica, cuando un detestable partido, partió en dos con las luchas progres, feministas y abortistas a nuestra nación. Fue barrido de plano. En fin, toma nota América, la libre, soberana e independiente, que fuerza encubiertas, oscuras y como vasos (10) comunicantes, pretenden su eterno continuismo con estas acciones, esta vez político-electoreras.