San Salvador, 11 sep (Prensa Latina) La transparencia y la vigilancia electoral, en especial del voto en el exterior, aparecen como dos asignaturas pendientes para establecer la justeza de los próximos comicios en El Salvador, indican hoy organizaciones políticas.
Centro de amplias críticas de sectores opositores, las elecciones de febrero de 2024 comienzan a tomar relevancia luego de la convocatoria a las urnas emitida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el 6 de septiembre y la apertura de las inscripciones de las fórmulas presidenciales el 7.
Vamos, un partido político de centro, que irá a su segundo ejercicio electoral desde su inscripción el 4 de noviembre de 2017, afirmó que existe “falta de transparencia y poca información” para conocer sobre el desarrollo del voto electrónico para los salvadoreños en el exterior.
Ese instituto al igual que otros de los 13 que competirán en las urnas criticó que a la Junta de Vigilancia Electoral (JVE) no se le garantiza la labor para el proceso en el exterior.
El partido emitió un comunicado este sábado en el que asevera que “no se puede garantizar un proceso electoral justo, íntegro y confiable a la altura de la democracia que queremos”.
La JVE, por ejemplo, debía estar integrada con representantes de tres partidos: Nuevas Ideas, Alianza Republicana Nacionalista y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), los que más votos obtuvieron en la última justa.
Sin embargo, el FMLN fue excluido a favor de la Gran Alianza por la Unidad Nacional, aliada incondicional del gobierno.
Vamos insiste en que existe “falta de transparencia y poca información” para conocer sobre el desarrollo del voto electrónico en el exterior.
Hasta ahora hay mucha falta de información sobre el sufragio afuera, importante porque supera el medio millón de votantes, y según Vamos ningún equipo técnico de los partidos que forman parte de la JVE tuvo acceso a la aplicación del voto electrónico con el fin de verificar su secreto e integridad.
La agrupación expresa recelos al igual que otras sobre la fiscalización de las elecciones, ya que se hace difícil a la JVE medir el correcto desempeño y manejo de los equipos y sistemas informáticos, de poner a cero el sistema y verificar el cierre de la jornada electoral exterior, que iniciará el 6 de enero de 2024 con el voto electrónico por internet.
El TSE pretende ser juez y parte del control y verificación de la seguridad digital, y según Vamos, eso es algo que le corresponde a JVE, “fiscalización, vigilancia y verificación”, y a terceros imparciales.
