San José, 23 nov (EP/PL).- Costa Rica afianzó el desgaste de los logros históricos de desarrollo humano sostenible que formaron la “marca país” por décadas, argumenta el informe Estado de la Nación 2023.
Además, reiteró su incapacidad política para volver a poner la mirada en el camino y empezar a trabajar por el bienestar de las nuevas generaciones, destaca en un artículo Semanario Universidad.
La conclusión principal del Informe Estado de la Nación 2023, demuestra con un análisis los componentes de la identidad de Costa Rica reflejada en la Constitución Política: democracia, bienestar, producción, justa distribución de la riqueza, armonía con el ambiente, derecho a la educación y al trabajo, todo enfocado en procurar que los hijos de los costarricenses actuales vivan mejor que sus padres.
Así compone la fotografía del momento el Estado de la Nación tres completarse el primer año calendario del gobierno de Rodrigo Chaves, que llegó con la promesa de un cambio político fuerte para volver a colocar a Costa Rica como “el país más feliz del mundo”, como decía su eslogan de campaña, o para mejorar la vida de todos los costarricenses, no sólo unos pocos, como ha repetido durante su gestión, subraya el análisis.
Costa Rica está sumida en la inmediatez, en la coyuntura; quitó las luces largas y descuidó el rumbo.
Esa omisión no ha generado, además, mayor respuesta de su sistema político”, es la frase inicial del extenso informe que señala que extensos segmentos de la sociedad tienen menos oportunidades laborales de calidad, de bienestar social y de un entorno seguro, en comparación con lo que ocurría una década atrás.
La crisis fiscal de hace cinco años, el remedio con una severa regla de austeridad, los gigantescos perjuicios por la pandemia del coronavirus y la manera en que se ha repuesto la economía posteriormente se sumaron a las tendencias de desigualdad y a los rezagos o retrocesos que ha señalado el Estado de la Nación durante las últimas dos décadas.
El retrato que emerge es el de un país altamente fragmentado en las condiciones propicias para el desarrollo humano y una vida digna, resume el documento.
En 2022 el Informe advertía un abandono progresivo de los esfuerzos por el bienestar que caracterizó al país por décadas, pero en el último año identifica un empeoramiento de brechas económicas, descalabro en seguridad, crisis en educación y retrocesos ambientales, además de estancamiento político por tensiones entre poderes.
