Kiev, 26 Dic. (EUROPA PRESS) – El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valeri Zaluzhni, ha dicho este martes que esta institución no puede «invadir» la vida de los ciudadanos ucranianos que han salido del país para evitar ser reclutados y que depende del Ejecutivo tomar una decisión con respecto a estas personas.
«Las Fuerzas Armadas deben luchar y de ninguna manera invadir la vida pacífica de nuestros ciudadanos, incluidos aquellos que han abandonado nuestro país. Para ello existen órganos autorizados del Poder Ejecutivo central que pueden tomar las decisiones adecuadas», ha valorado Zaluzhni.
Las declaraciones de Zaluzhni se dan en pleno debate en Ucrania sobre la situación de los ciudadanos ucranianos en el extranjero, con el ministro de Defensa, Rustem Umerov, valorando la posibilidad de que sean sancionados por los países en los que se encuentran si no acuden a la llamada de las Fuerzas Armadas.
Zaluzhni ha asegurado que ni puede ni quiere hacer una valoración sobre quienes han salido del país para evitar ser reclutados, pero ha expresado que se sentirá «muy feliz» si pasado un tiempo estas personas se suman a las filas del Ejército.
«Con gran placer organizaré un entrenamiento con ellos, incluso en el extranjero», ha dicho Zaluzhni durante una sesión informativa, según recoge la agencia de noticias UNIAN.
Mientras tanto, la Rada Suprema, el Parlamento unicameral de Ucrania, está trabajando ya desde hace unos días junto con los departamentos de Defensa del país en la redacción de un proyecto de ley que prevé la movilización de ciudadanos ucranianos hombres residentes en el extranjero.
Con anterioridad, Zaluzhni ha hablado también para la televisión ucraniana acerca de su postura sobre una revisión de la legislación que fija hasta que grado de discapacidad debe tener una persona para ser reclutado o no, defendiendo que la idoneidad para alistarse debería tomarla directamente una comisión médica militar.
«Nosotros acordamos que es necesario dejar dos conceptos en nuestra legislación: una persona apta para el servicio militar y una persona que no es apta. Es necesario deshacerse del concepto de ‘aptitud limitada'», ha explicado.
«No es el grado de discapacidad que tiene una persona el que decide si es apta o no para el servicio militar, sino una comisión médica militar (…) por supuesto, queremos que las tropas se repongan con personas que tengan condiciones físicas para luchar, pero esto lo decidirá la comisión médica militar», ha añadido.
