martes 30, abril 2024
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Damnificados por lluvias y desbordes de ríos en Bolivia claman por ayuda humanitaria

Santa Cruz (Bolivia), 29 feb (Sputnik).- Los damnificados de las lluvias y desbordes de ríos en Bolivia claman por ayuda humanitaria de las autoridades nacionales, ante la furia de la naturaleza que arrasó 835 viviendas, dejó 22.840 familias afectadas, 42 personas fallecidas y cientos de hectáreas de cultivos dañados en al menos 104 municipios del país desde diciembre de 2023.

El epicentro de los daños está en el departamento de La Paz, sede del Gobierno boliviano, donde residen Einar Ramos, de 36 años, y Erika Guzmán, de 55, que relatan a la Agencia Sputnik las penurias que viven actualmente por los desastres naturales.

Ramos vive en la zona rural y viajó por más de ocho horas por caminos pedregosos y de tierra desde el municipio de Guanay, en la provincia Larejaca, hasta la ciudad de La Paz, a pedir ayuda humanitaria al Gobierno nacional y a la Gobernación regional.

«El desborde que se produjo el domingo (25 de febrero) a las 18:00 (hora local) nos sorprendió en nuestras viviendas y no nos dio tiempo de sacar nuestras cosas, el agua se llevó todo. Todo se perdió. Hay 40 familias afectadas y una cantidad similar de viviendas fueron destruidas. Se suspendieron las clases en los colegios y todos están en un albergue. Ahora vinimos a la ciudad de La Paz buscando ayuda…», explicó.

Al menos 40 familias están damnificadas en su comunidad Tutilimundi, luego de que el agua del río Mapiri arrasara con más del 80 por ciento de su población, cultivos de alimentos y animales domésticos, lo que representa sus únicos medios de subsistencia.

«Nosotros tenemos cultivos y granjas en la otra banda del río, pero el agua se llevó el único puente que había, ahora ya no podemos pasar al frente. Los estudiantes no pueden acudir a clases, porque iban a otra comunidad a cursar el nivel secundario y tampoco pueden cruzar el río Mapiri», relató.

Afortunadamente no se registraron muertos en su comunidad, pero corren el riesgo de perecer por falta de alimentos, agua potable y enfermedades, debido a que no llegó hasta la actualidad ayuda y el único puente para cruzar a sus cultivos y animales quedó totalmente destruido.

«El 80 por ciento de la comunidad fue afectada. Nosotros nos dedicamos a la agricultura, a la ganadería y eso está al otro lado del río. Estamos en tiempo de cosecha y ese puente era nuestro único acceso a nuestras fuentes laborales», lamentó, porque no tiene con qué alimentar a sus tres hijos menores de 9 años y a su esposa.

Otras comunidades afectadas a lo largo de la banda del río Mapiri son Carura, Candelaria, Barón Pampa, Pelera, Chavarría y el municipio de Guanay, capital de la provincia Larecaja, a 150 kilómetros de la ciudad de La Paz .

Consultado sobre si alguna ayuda llegó a su zona, respondió. «Aún no. Mañana esperemos que vaya una comisión llevando alimentos. Ahora estoy en la ciudad de La Paz buscando ayuda para todos los comunarios».

Recordó que cada año viven una situación similar, pero este 2024 la crecida llegó a extremos y a un desastre mayor. «El caudal aumentó y en parte la minería ilegal aurífera afecta también», dijo, sobre las causas del desborde del río.

Justamente, el norte de La Paz registra la «fiebre del oro» con cientos de cooperativas mineras legales e ilegales, y empresas nacionales y extranjeras que operan día y noche en la banda del río Mapiri para extraer el preciado metal, de acuerdo con reportes de la prensa local.

Desbordes

La furia de la naturaleza también alcanzó a la ciudad de La Paz, principalmente en la zona sur de la urbe de casi dos millones de habitantes, donde el distrito de Irpavi II registró el desplome de seis casas por la crecida del río homónimo, que se llevó incluso la tierra donde está asentada la populosa zona.

Erika Guzmán, presidenta de los vecinos de la Urbanización Buganvillas, contó a la Agencia Sputnik que no duerme tranquila desde hace dos semanas, cuando el río se desbordó y la tierra empezó a ceder ante la fuerza del agua.

«Lastimosamente, el desborde del río ha sido de magnitud descomunal, hay viviendas totalmente destruidas, personas damnificadas. Estamos en el trabajo de contener poco a poco, de acuerdo con los recursos que tenemos, el avance del río. Toda Bolivia está en emergencia y necesitamos mucha ayuda», relató.

La zona sur de La Paz fue afectada por la crecida del río Irpavi, que baja desde la cumbre de los nevados que rodean la ciudad. El caudal del río también aumentó por el rebalse de las represas de agua que están ubicadas en las laderas y que son empleadas para abastecer a la capital paceña.

Guzmán apenas tiene tiempo de atender la entrevista, debido a que como dirigente de vecinos realiza monitoreo permanente para ver el avance del río y vigilar las grietas en el suelo, que alertan del peligro de deslizamientos del terreno urbano.

«Como presidenta de vecinos debo estar en alerta y realizar patrullas para canalizar toda la ayuda posible a los afectados», afirmó.

En la zona residen 68 familias y las que tienen sus viviendas casi al borde de la ribera del río tuvieron que evacuar, para resguardar sus vidas.

La desesperación por salvar sus viviendas motivó a los vecinos a ingresar a la banda del río para intentar levantar una especie de defensivo con piedras que trae el fuerte caudal, pero el esfuerzo fue en vano, porque en las noches el agua destruye todo a su paso.

Por la cercanía a la civilización de la zona, la ayuda sí pudo llegar del Gobierno nacional y de la municipalidad de La Paz, pero parcialmente debido a que las brigadas estuvieron temporalmente y se trasladaron a otra zona por las emergencias climáticas.

«Probablemente las lluvias duren una semana más. Lastimosamente, vemos que hay otras zonas que tienen prioridad y los brigadistas van a esos lugares y se reduce el equipo asignado en nuestra zona», indicó.

La última crecida que recuerda data de 2018, pero no de esta magnitud.

Desde el Viceministerio de Defensa Civil se informó que La Paz es el epicentro de los daños en el país y registra 16 muertos de los 42 en total que existen en el país, 9 municipios se declararon en desastres, 29 municipios resultaron afectados, 175 comunidades tienen daños y hay 18.484 familias damnificadas desde diciembre de 2023.

«Los departamentos más afectados son La Paz, Cochabamba (centro), Potosí (suroeste) y Pando (norte), desde el punto de vista de la gravedad. Por la cantidad de deslizamientos y daños a la infraestructura, la ciudad de La Paz está primero y luego Cobija», detalló el martes el viceministro Juan Carlos Calvimontes, a la prensa local.

Bolivia enfrenta desde 2023 la interposición de cuatro fenómenos naturales por efecto del fenómeno El Niño como intensas lluvias, heladas y granizos en algunas regiones, mientras que altas temperaturas y sequía castigan a otras. (Sputnik)

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