Hemos tomado nota del comunicado de prensa publicado en el sitio web oficial de la Cancillería de Costa Rica el 24 de febrero del presente año sobre el segundo aniversario del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania.
No podemos estar de acuerdo con la valoración de los hechos expresada en dicho comunicado. Las razones y los requisitos previos que obligaron a la Federación de Rusia a emprender oportunamente una operación militar especial para proteger a la población de habla rusa se las deben buscar en una política abiertamente misantrópica, basada en una hostilidad excepcional hacia los millones de ciudadanos de Ucrania de habla rusa que han estado viviendo en sus tierras durante siglos. A partir de 2014, desde el momento del golpe de estado en Kiev inspirado por los servicios de inteligencia occidentales, durante ocho largos años estas personas fueron sometidas no sólo a humillaciones en su derecho a una vida digna, sino también a asesinatos en masa y terror por parte de las fuerzas armadas de Ucrania, lo que fue completamente ignorado y sigue siendo ignorado por las autoridades de Estados Unidos y otros países occidentales. Consideramos tales acciones como un acto descarado de genocidio y terrorismo contra su propio pueblo, implicado exclusivamente sobre una base nacionalista y neonazi. Por alguna razón, estos hechos quedan fuera de la atención y preocupación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de otras importantes organizaciones internacionales de derechos humanos y de una serie de Estados que abogan tan activamente por el respeto de los derechos humanos.
Es extremadamente sorprendente y lamentable que nuestros argumentos y pruebas evidentes, que no dejan lugar a dudas de que las acciones de Kiev son abiertamente nacionalistas e inherentemente neonazis por naturaleza, sean ignorados por las autoridades estadounidenses, los países de la Unión Europea y de varios otros Estados que pretenden continuar apoyar ciegamente la política del régimen ucraniano, proporcionándole ayuda militar multimillonaria. Sólo desde el inicio de la operación militar, el importe total de la ayuda a Kiev ha superado los 160 mil millones de dólares de los EEUU, mientras que la asistencia humanitaria de Washington a todo el continente africano en 2023 fue de 4 mil millones de dólares.
Rusia ha confirmado repetidamente su disposición al diálogo, lo que permitiría alcanzar una solución política y diplomática a la actual crisis en Ucrania, a pesar de que el Presidente ucraniano Zelensky realmente se metió en una trampa al firmar una ley que prohíbe las negociaciones con Rusia. Y todas las recetas como la “fórmula de paz” ucraniana propuesta e impuesta por Kiev con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea son un conjunto de exigencias de ultimátum a Rusia esencialmente irreales, que ni siquiera implican la participación de nuestro país en ella.
Un acuerdo sostenible y justo sólo es posible si el régimen de Kiev detiene las hostilidades y los ataques terroristas contra civiles, y sus patrocinadores occidentales dejan de atestar con armas a las fuerzas armadas de Ucrania. Es necesario confirmar los fundamentos originales de la soberanía de Ucrania: su estatus neutral, no alineado y libre de armas nucleares, las nuevas realidades territoriales que han surgido como resultado del ejercicio por parte de los residentes de las nuevas regiones rusas del derecho a la autodeterminación consagrado en la Carta de las Naciones Unidas; desmilitarización y desnazificación de Ucrania, garantizar los derechos de sus ciudadanos de habla rusa y de sus minorías nacionales. La implementación de estos elementos responde plenamente a los objetivos de fortalecer la paz y la seguridad internacionales, por los que Rusia lucha.
Las acciones de Estados Unidos y los países occidentales que apoyan a Kiev muestran claramente que su principal objetivo es infligir el máximo daño estratégico a Rusia a manos de los ucranianos. Una clara indicación de esto es el engaño de nuestros “socios” occidentales, Alemania y Francia, que participaron en los acuerdos de Minsk como “garantes”, así como la franca admisión por parte de Kiev de que el rechazo de los acuerdos alcanzados en Estambul se hizo a petición de curadores británicos.
Los llamados de la parte costarricense para que Rusia rinda cuentas por supuestos “se han documentado numerosos hechos que pueden constituir violaciones graves del derecho internacional por parte de las fuerzas rusas y sus representantes en los territorios ocupados de Ucrania” son desconcertantes. Las acusaciones contra Rusia de violencia contra civiles y ataques contra objetivos civiles son absolutamente infundadas. Durante las operaciones militares, las fuerzas armadas rusas utilizan únicamente armas de alta precisión y exclusivamente contra objetivos militares. En cuanto a las autoridades de Kiev, no se consideran vinculadas por ninguna obligación del derecho internacional humanitario y atacan diariamente zonas residenciales, hospitales, guarderías y otras infraestructuras civiles.
¿Por qué se guarda silencio sobre los actos criminales que Kiev viene cometiendo contra su propio pueblo desde 2014? ¿Por qué nadie salió en defensa de más de 14.000 residentes de habla rusa en Ucrania, incluidos ancianos, mujeres y niños, que fueron exterminados a sangre fría y metódicamente por las fuerzas armadas ucranianas, que son los habitantes de su propio país? ? Un enfoque tan unilateral de lo que está sucediendo en Ucrania y, sobre todo, en la zona de conflicto parece, como mínimo, parcial y tendencioso.
Rusia aprecia altamente el deseo de muchos países de contribuir a una solución política y diplomática a la crisis ucraniana. China, Brasil y varios Estados africanos ya han demostrado una profunda comprensión de las causas fundamentales del conflicto ucraniano, su importancia geopolítica y la necesidad de tener en cuenta los intereses de Rusia.
Costa Rica, que basa su política exterior en el principio de neutralidad consagrado en la Constitución, se ha ganado el reconocimiento mundial como un país que ha brindado una asistencia invaluable para resolver una serie de conflictos regionales. Nos gustaría esperar que los socios costarricenses puedan analizar objetiva y exhaustivamente los hechos presentados y nuestra argumentación y adoptar una posición equilibrada en relación con la política seguida por la Federación de Rusia en el conflicto de Ucrania.
(*) Yury Bedzhanyan, Embajador de la Federación de Rusia en Costa Rica
Ucrania sufre un DESgobierno defacto de ideología NAZI, la lucha de Rusia por liberar de esto a los territorios de población rusa es justa y será exitosa.
Quien mete al gobierno titere de tiquicia a meterse en asuntos ajenos….lavaguevos yankis es lo que son!
Fuera de Costa Rica. Invasor. Criminal!!
La razonable nota a Cancillería en Costa Rica del diplomático ruso sintetiza la situación en Ucrania, la cual ha servido como ariete o punta de lanza para doblegar Rusia. La comunidad mundial ha sido engañada por el encadenado poder mediático, el cual pretende terminar de hundir al mundo, como lo han hecho en Europa y, además, hacia una confrontación nuclear. Ya la usual disuasión y sanciones no han servido para un carajo y con una estúpida insistencia quieren una cucharadita de prueba para empezar la acción. Desde el 2014 con el nazi judío Zelensky han montado el escenario, con cientos de miles de víctimas, donde los ucranianos han servido de carne de cañón. Ya en Occidente debemos entender, se impone la multipolaridad. Tantos unos como estos, son criminales de guerra, con una variación, cuál sería el parcialismo donde la balanza de la justicia se corrompe, como sucede en todas partes. En cuanto a la posición de Costa Rica, bien entendemos que los tienen agarrados de las orejas, (cojones) donde su libertad, soberanía e independencia depende de potencias y cosmopolitas multimillonarios, quienes dictan sus prioridades y antojos mercantiles. Este es el ideal aparejo técnico del famoso miedo que predica, enseña la élite culta internacional a políticos para mejor dominar naciones, ¿por siempre?, está por verse.
Excelente comentario.
Excelente respuesta. Costa Rica debiera luchar por la paz, y los derechos humanos sin importar de qué lado se mire.
Costa Rica y sus gobernantes son simples vasallos del poder occidental, es increíble que un país «libre», democrático y plural , se preste a estos juegos de los mal llamados países libres.
Costa Rica se alinea a la decadencia, el mundo occidental está en franca decadencia, con gobernantes descerebrados, que aúpan guerra, como si fuera un juego de niños.
Ya deben reconocer que Rusia es una potencia, que China es una potencia, y en de querer a la fuerza desconocer esa realidad, debieran luchar por la paz y la colaboración entre naciones.
Si no nos sometemos, el FMI no presta dinero…
Si no nos sometemos, los yankis no nos dan migajas (por ejemplo, vacunas covid vencidas)
Tenemos que someternos al igual que lo han hecho los líderes europeos a sabiendas de todo el daño que le han causado a sus países, Europa después de ser independiente y prospera,se ha convertido en una comunidad dependiente de los mandatos de USA.
Si tenemos que someternos, entonces no se enojen cuando se diga que somos vasallos del imperio.
Si es así, como se supone que los países «libres» lo primero que prohiben es la libertad de información . Vivimos de mentiras.
Da vergüenza ajena la posición de la Cancillería costarricense, porque demuestra, o ignorancia supina sobre las causas y realidades del conflicto, o bien, lo más seguro, que no pasan de ser unos lamebotas de los gringos. Señor Embajador, no se engañe, este país no es todo lo democrático ni «educado» que pregona el discurso oficial. La inmensa mayoría de costarricenses ni saben (ni les importa) el conflicto en Ucrania, y si saben, es lo que dice CNN, Telemundo o alguna telebasura más. Es lamentable el nivel de ignorancia que se maneja sobre el particular… y según parece la Cancillería no escapa a esto. Repito, da vergüenza !!!
VERGUENZA LES DEBERÍA DE DAR A NUESTROS POLÍTICOS POR SER TAN IGNORANTES O COMPLICES DE UN GOBIERNO NAZI DE UCRANIA .
Chingo de desgobierno éste, defendiendo al títere neonazi ucraniano e ignorando el terrorífico genocidio en la franja de Gaza. No se podía esperar menos.
Ucrania el negociazo del hijo de Biden
El des-gobierno Chavista debería de ocuparse de la ruta hacia el narco estado a que nos tiene sometidos( Diputada Navas) y dejar de agachar la cabeza ante los mandatos del FMI y gbno de USA.
De no ser por ELPAIS.CR quedo ayuno de la argumentaciòn hecha por la Embajada de Rusia. Ningùn medio «ortodoxo» para no decirlo de otro modo, ha tenido la pertinencia de darle cabida a tono con las reglas del fairness del periodismo.