Tel Aviv, 18 abr (Sputnik).- Los resultados de una encuesta realizada por los Servicios de Salud Macabi muestran que la mayoría de los israelíes declara que su salud física y mental es peor ahora que antes de la guerra y solo es necesario hablar con casi cualquier persona para corroborarlo.
“Fui a mi doctora de cabecera por un dolor de estómago persistente y antes que nada me ofreció hacerme una prescripción para antidepresivos”, cuenta Maayan L., una maestra de Tel Aviv. “Eso no me había pasado nunca”.
La encuesta de Macabi se realizó a finales del mes de marzo entre una muestra representativa de más de 1.000 israelíes de entre 20 y 75 años de todo el país.
El sondeo nacional mide el estado de salud autoinformado de los israelíes seis meses después de la guerra que comenzó con el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, y lo compara con los datos recogidos a principios de 2023.
Una encuesta de la misma institución Macabi realizada antes de la guerra mostró que el 61 por ciento del público consideraba que su salud general era muy buena o excelente. La nueva encuesta indica que el porcentaje que evalúa su propia salud general como buena ha bajado al 46 por ciento.
Los datos de antes de la guerra mostraron que sólo el 8 por cien de los encuestados informaron que su salud general era moderadamente mala o muy mala. Ahora el 17 por cien de la gente se siente así.
“Yo fui a la doctora por ese dolor de barriga, pero antes había ido por un resfriado que no se me pasaba y por mucho dolor de cabeza”, explica Maayan. “Para mi es muy nuevo estar con tantos malestares, y sí que lo achaco a la situación del país. Desde el 7 de octubre tengo muchos problemas para dormir y para concentrarme”.
El 35 por ciento de la población con enfermedades crónicas informa un empeoramiento de su enfermedad. Los israelíes de nivel socioeconómico más bajo con enfermedades crónicas reportan un empeoramiento mayor que aquellos con ingresos superiores al promedio.
¿Y la mente?
La salud mental también sufre. En este momento, sólo el 37 por ciento de los israelíes siente que su estado emocional es muy bueno o excelente, mientras que antes del 7 de octubre, el 61 por cien describía así su salud mental.
Una cuarta parte de los israelíes dice haber buscado ayuda de un profesional de la salud mental desde el 7 de octubre.
“No tengo capacidad para recibir a más pacientes”, dice Eilon Schwartz, psicólogo. “Mi agenda está copada y no soy el único. Las listas de espera en psicología y psiquiatría son muy largas, y no solo en la seguridad social, los profesionales privados tampoco tienen disponibilidad”.
La mitad de los ciudadanos del país dicen que duermen peor y ha habido una disminución del 20 por cien en el número de israelíes que se aseguran de llevar un estilo de vida saludable.
El treinta y cuatro por ciento de los encuestados informa que durante la guerra retrasaron o cancelaron una cita médica programada previamente. El veinte por ciento retrasó o canceló una cita de evaluación médica importante, como una mamografía o una colonoscopía.
Un desglose de las cifras indica que más mujeres que hombres perciben un deterioro en su salud física y mental. En general, las personas entre 20 y 49 años reportaron peores autopercepciones en su situación mental y en la física que las personas de 50 años o más. (Sputnik)
