Beirut, 21 abr (Prensa Latina) El amplio alcance de las operaciones de misiles de Irán contra blancos en Israel expuso el cambio de la estrategia de disuasión de la República Islámica contra las políticas militares de la entidad sionista.
Un editorial publicado hoy aquí por la multiplataforma panárabe Al Mayadeen analizó los recientes acontecimientos entre Teherán y Tel Aviv, tras la respuesta iraní a la agresión israelí al consulado en Damasco, a inicios de mes.
En este sentido, el texto expuso la implementación de la nueva estrategia de seguridad de la República Islámica en el contexto de los cambios posteriores al 7 de octubre y los intentos de Tel Aviv de acabar con el movimiento palestino Hamas.
Desde este punto de vista, la postura de Teherán es que la futura estructura de seguridad regional no será estable sin preservar los intereses políticos y económicos del país, acotó.
El ataque israelí a la sede diplomática y la muerte de siete militares iraníes fue considerado por el líder de la Revolución y de la República Islámica, Ali Khaminei, como una embestida a su territorio.
Israel cruzó las líneas rojas iraníes y convirtió la respuesta militar decisiva en una necesidad para mantener la disuasión y poner fin a la política agresiva de la ocupación, en complicidad con sus aliados de Occidente.
En ese punto, funcionarios occidentales contactaron a Teherán e intentaron convencerla de las graves consecuencias de cualquier represalia contra Israel.
La operación Su promesa veraz y el lanzamiento de misiles y drones desde el territorio iraní contra bases militares israelíes estuvo más allá de las expectativas de analistas y funcionarios en el mundo.
De acuerdo con la publicación, el impacto de varios cohetes en las bases militares principales de Israel pintó un cuadro claro de la debilidad sionista, independientemente de las alegaciones falsas sobre el fracaso de la acción y la participación de grandes potencias en la defensa del ocupante, en particular Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
En valoración de la red Al Mayadeen, la operación estableció una nueva ecuación de equilibrio de poder en la región y evidenció el retroceso de Washington, al tiempo que mostró las capacidades y la fuerza militar de Teherán, en medio de sanciones económicas y presión política.
