El adalid de la paz, libertad, democracia invade y enfrenta al mundo universitario de todo EEUU y también otros países, pisoteándose la libertad de expresión y cátedra.
Los terroristas, genocidas e invasores israelíes, escudados por Biden y su gobierno, se arrugan al apartheid racial en Gaza, Palestina.
Con ello, están fomentado esta atroz carnicería de palestinos, al surtir armamentos y logística, queriendo abozalar estudiantes y profesores, que tienen todo el derecho de protestar, como en el pasado, sucedió con Vietnam, siendo la Universidad de Columbia (NY), quien dio pie a esas reprobaciones en la USA en 1968.
Pero, preguntemos: Bien sabemos que el apoyo económico sionista es maquinado, urdido en aquellos centros de estudio.
Pero ¿resultará lo mismo en Costa Rica, donde las universidades públicas y privadas hacen competencia silenciosa al respecto?
Recuerden ustedes que su tácita subrepticia mudez pública se puede interpretar como consentimiento a crímenes de lesa humanidad en Gaza.
Y podría ser razonable, cuando bien sabemos cómo los intereses hebreos se han empotrado en el ambiente.
Y a modo de ejemplo, como sucede en Costa Rica, con 19 verdes en el legislativo se imponen a 38 diputados, 17 millones de judíos a 8.000 millones de almas en el Mundo, quienes deben bajar la testa y doblar rodillas.
Hilvanarán, urdirán excusas, pero todo ello, va in crescendo al pueblo. ¿Esperan ustedes la venia del Norte? Quien quita, si también.
El cíclico y programado súper negocio de la guerra debe finalizar, por cuanto el multipolarismo disuasivo nuclear se inclina a la autoextinción.
Palabras sueltas a repensar, por considerar a mis gentes.
(*) Juan Huezo Zúñiga, Ciudadano costarricense.
Huesito Córdoba estás perdido