lunes 20, mayo 2024
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Con acatamiento dispar, centrales obreras de Argentina cumplieron paro de 24 horas

Buenos Aires, 9 may (Xinhua) — Centrales sindicales opositoras al Gobierno argentino realizaron hoy jueves un paro nacional por 24 horas, el segundo contra la administración del presidente liberal Javier Milei en cinco meses de gestión, en rechazo a las medidas gubernamentales de «ajuste».

La medida de fuerza fue calificada como «impresionante» y «contundente» por los organizadores, que estimaron un acatamiento del 95 por ciento, mientras que el Ejecutivo la describió como un acto «político» basado sobre «extorsiones» y «amenazas» de los gremios en perjuicio de trabajadores, comercios y empresas.

La protesta de este jueves fue convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y contó con el respaldo de las dos ramas en que se divide la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), además de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), organizaciones sociales y movimientos de izquierda.

La huelga paralizó el transporte subterráneo y ferroviario, mientras que resintió parte del servicio de autobuses. También se sumaron a la protesta los trabajadores bancarios, de hospitales y los estatales, además de personal de recolección de residuos, de camiones y de escuelas públicas.

Tomaron parte además los trabajadores de correos, puertos y de la metalurgia, así como los gremios vinculados a la aviación comercial, por lo que la empresa de bandera, Aerolíneas Argentinas, dispuso la cancelación de al menos 191 vuelos, con unos 20.000 pasajeros afectados.

En cambio, sectores vinculados a la actividad privada, como los grandes centros de compras, los supermercados, comercios barriales, bares y cafeterías permanecieron abiertos en su mayoría, al igual que estaciones de servicio (gasolineras) y escuelas privadas, que buscaron trabajar con normalidad.

El dirigente del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, uno de los tres que conduce la CGT, dijo a la prensa local que la medida de protesta tuvo una adhesión del 95 por ciento: «El paro es impresionante», aseguró.

La medida de fuerza se extendió durante 24 horas y se llevó a cabo en rechazo al programa implementado por el Gobierno argentino, que desde diciembre a la actualidad recortó el gasto público no renovando los contratos en el Estado nacional, reduciendo la cantidad de Ministerios del Gabinete y acotando al mínimo las transferencias de recursos nacionales a las provincias.

Las medidas de ajuste fueron complementadas con un decreto presidencial y un proyecto de ley, actualmente bajo examen en el Senado, que, de manera combinada, desregulan el comercio, los servicios y la industria, además de impulsar la privatización de empresas estatales.

El dirigente sindical Héctor Daer, otro de los integrantes del triunvirato que conduce la CGT, explicó a la prensa que la medida se adoptó por «el impacto que genera el ajuste y la intención de achicar los salarios, lo que nos lleva a un proceso recesivo inaceptable».

«La contundencia del paro que vimos hoy demuestra que el Gobierno tiene que tomar nota, reconfigurar su política de ajuste. Su política está llevando a los trabajadores a extremos de los que difícilmente se puedan recuperar si estas políticas siguen adelante», planteó el dirigente en una conferencia de prensa convocada para ofrecer un balance de la jornada.

En ese marco, el presidente Milei utilizó sus redes sociales para manifestarse en contra de la huelga y publicó una fotografía en la que se lo ve exhibiendo una casaca que tiene estampada la leyenda «Yo no paro».

Por su parte, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, cuestionó la medida de fuerza y dijo durante una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno que «lo que están haciendo es un atentado contra el bolsillo y un atentado contra la libertad de la gente. Un paro en este momento de la Argentina, un paro de cualquier índole, es absolutamente descabellado».

«Es un paro netamente político. Esto es un paro que daña y que le complica la vida a muchísima gente», dijo el funcionario, para quien la protesta fue realizada por «personajes que cercenaron el progreso de los argentinos durante los últimos 25 años, por lo menos. Argentina alguna vez fue un país grande porque la mayoría de los argentinos veníamos, claramente, de una cultura que premiaba el esfuerzo y el mérito».

Adorni aseguró que la medida de fuerza se realizó «a base de pedradas, extorsión y amenazas. Estamos viendo la consecuencia de un esquema sindical que ha quedado en otros tiempos. Hablan de acatamiento. Qué difícil medir el acatamiento cuando no te dejan movilizar, no te dejan llegar a tu lugar de trabajo y, además, juegan con el miedo de la gente y de empresarios a través de la violencia y el amedrentamiento».

El portavoz sostuvo que la protesta supuso una «traición» de parte de la conducción sindical a sus bases: «Están traicionando a los trabajadores y a los que hoy no pueden poner un plato de comida arriba de la mesa porque les han hecho perder el día de trabajo», afirmó.

Durante la tarde, el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) estimó que el costo económico de este paro fue de 544 millones de dólares, de acuerdo con un reporte del diario local Clarín.

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