martes 30, abril 2024
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Año nuevo vida igual o peor

Columna Poliédrica

Un nuevo año comienza. Se trata de doce meses que plantean una esperanza para todas las personas del mundo y eso no es la excepción para el caso costarricense, venimos de años complicados en razón de la pandemia y ello ha repercutido en la economía en general; sin embargo, como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia, de estas coyunturas se aprovechan los poderes que siempre están detrás de los poderes formales. Siempre ha sido así, siempre.

Iniciamos el año, nuevamente, con índices de pobreza y desempleo estancados. Se trata de una realidad que ya estaba antes de la pandemia y que se han agravado con ella; ya lo hemos dicho en otras ocasiones, se responsabiliza al Estado y a los funcionarios públicos de esta situación, el déficit fiscal y el servicio de la deuda son los caballos de batalla de quienes así han argumentado, la paradoja es que en realidad esos grupos de interés son incapaces de generar empleo y prosperidad sin el apoyo del Estado.

Quines tienen la paciencia de leer los textos que han aparecido en Poliédrica saben que he postulado estar en un período de decadencia general y de Costa Rica en particular. Se trata del pesimismo de la razón, ese que aparece cuando se analizan los hechos en perspectiva histórica; es la visión del que observa el pasado y se da cuenta que hubo tiempos en que la sociedad costarricense vivió mejor, en que el pleno empleo fue una meta cercana y la pobreza se redujo de manera significativa.

La historia indica que casi todos los pueblos deben tocar fondo para dar pie a un nuevo modelo de sociedad. Es claro que Costa Rica ha desarrollado desde finales del siglo pasado un modelo de sociedad excluyente, uno que ha generado una polarización social en que pocos tienen mucho y muchos tienen poco o muy poco; en otras palabras, la mayoría de indices sociales que en algún momento tuvimos como sociedad, han sido sustituidos por índices negativos, especialmente, en el ámbito social y más recientemente en el plano económico.

No hay que ser economista o una persona versada en alguna ciencia social para visualizar que el futuro cercano no es muy halagüeño. Los índices macroeconómicos, esos que les gusta destacar a los “expertos” neoliberales, tendrán un desarrollo modesto; sin embargo, esto resulta de poco impacto porque, por ejemplo, cuando ha habido un crecimiento económico aceptable, jamás ello se ha derramado para los sectores menos favorecidos de la sociedad costarricense.

El objetivo de los grupos de poder es desmantelar lo que queda de lo que fue el Estado de Bienestar costarricense. La salud, la educación y los servicios públicos rentables para los grupos de interés privado son los que están en la mira; desgraciadamente, ello lo están haciendo con la indiferencia y complacencia de la población que más se beneficia de estos servicios, es decir, han logrado venderle a estos sectores que el culpable de todos sus males es el Estado y los funcionarios públicos.

El gobierno actual será más de lo mismo porque responde a los intereses de los grupos fácticos de poder. Esos grupos que la gente más desfavorecida ni siquiera tienen idea de que existen, mucho menos los asocian con personas específicas de carne y hueso; se trata de los que realmente mandan en Costa Rica, son aquellos que se escudan en un discurso técnocrata totalmente opaco para las grandes mayorías y que se escudan en los mecanismos ideológicos desarrollados por estos grupos de interés.

Y bueno, como decía Saramago: Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están contentos con lo que hay.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columna poliédrica.blogspot

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1 COMENTARIO

  1. Regreso del Guanacaste impresionado con el desarrollo,y la llegada de turistas e inversion.En las zona francas el «nearshoring » se siente con la cantidad de empresas norteamericanas que se insatalan y dan empleo.El problema costarricense de nunca acabar es que tenemos muchos paises fracasados alrededor que nos mandan su gente con la esperanza de levantar cabeza y enviar remesas.Ello nos perjudica y a la vez ayuda con la mano de obra agricola.
    La economia nacional que es la que lleva todas las cargas de impuestos para mantener la enorme deuda y la cantidad de burocracia,incluida universidades publicas, hace que exista ese mundo paralelo al que se refiere el autor.Por eso la lucha de este y otros gobiernos para bajar los tramites y la burocracia con el fin de revertir que el capital tico no quiera invertir en el pais,solo los extranjeros con sus condiciones especiales.

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