De cal y de arena
Sin los atributos que emergen de un liderazgo político personal, sin el respaldo de un partido político con tradición histórica, identidad ideológica y arraigada presencia en la geografía nacional –más bien, el PAC con más fisonomía de sentimiento que de partido-, sin una marcha al compás de un plan de gobierno homogéneo a cargo de un equipo de trabajo de pensamiento también homogéneo, don Carlos Alvarado Quesada se aproxima al cierre del primer cuarto del período calendario para el que fue electo Presidente de la República.
El bulto que le entregó su predecesor era pesado, no sólo por la cantidad de expedientes pendientes de resolución sino también por su complejidad, circunstancias que se tornaban de más graves implicaciones por el desprestigio con que terminó su gestión la administración Solís Rivera. Al fin y al cabo, aquello de la casa de cristal, aquel grito que clamó ayuda a enmendar errores, aquella condena a la corrupción entronizada en el aparataje del Estado, el giro de espaldas ante el rumbo descocado de las finanzas públicas, el marasmo de la economía, como que fueron las cuestiones para las cuales no había la correcta, persistente y eficaz voluntad de enmienda.
Electo en segunda ronda el candidato Alvarado Quesada, debió afrontar ese problemático legado para el cual el arsenal político de que disponía no proveía el armamento idóneo. Un PAC no sólo escuálido, también incoherente y variopinto en modo alguno le ayudaba a corregir las falencias personales derivadas de su limitado liderazgo y de lo heterogéneo del conglomerado que consiguió aglutinar para la segunda ronda.
Acertó don Carlos cuando se percató de la gravedad de los contenidos del bulto que le entregó el presidente Solís y entendió que por la limitada confianza que le dio el electorado, tenía que construir alianzas en torno a un plan de ataque de emergencia al punto central de la conflagración amenazante para la estabilidad social: las finanzas públicas al borde de una bancarrota.
Dejó la definición de los contenidos de ese plan de ataque a un grupo de economistas, financistas y empresarios que hábilmente allegaron a la opinión pública las graves dimensiones de la conflagración y la inaplazable necesidad de aceptar sacrificios fiscales. La deriva de ello –el costo político- con franqueza y valentía lo asumió el Presidente de la República.
Así atendió don Carlos lo más pesado y complejo de su agenda presidencial; no lo único, claro está.
Y ahora, tras de cuernos vienen los palos: una imprudente voz sale de las entrañas del Fondo Monetario Internacional a advertir a la sociedad costarricense que aún hace falta una mayor dosis de sacrificio tributario, visto que –como lo habían advertido antes las casas calificadoras del crédito de los países- las disposiciones de la ley # 9635 (Reforma Fiscal) y la voluntad de ejecutar medidas correctivas por el lado del gasto público, pecaban por insuficiencia e ineficacia.
Entonces, ¿qué es lo que se viene? ¿Qué va a hacer presidente Alvarado? Sin liderazgo político, sin apoyos partidarios suficientes ni fuertes, con la desconfianza asentada en los políticos que le han venido dando respaldo y que creen que usted ha perdido fuelle, con la demostración de fuerza que le dio el movimiento sindical dominante en el aparato estatal con sentido de advertencia de lo que puede hacer en defensa de sus ventajas, ¿qué va a hacer presidente Alvarado?
Busque cómo repara los muros de su cuartel y cómo reconstruye su arsenal. Tarea de verdad ingente a partir de la realidad de su liderazgo (que lo obliga a buscar apoyos en otras tiendas) y de lo calculador para ponerle el pecho a los problemas de hoy, que siguen siendo muchos, muy complicados y muy peligrosos. Muy pesados para terceras partes que tendrían que arriesgar su capital político a la hora de compartir cargas con usted, como para pretender que disimulen cómo es que la administración Alvarado Quesada se quema con temas que no están en la angustiosa agenda del presente (como el etanol y la carbono-neutralidad) mientras al rancho lo amenazan las llamas.
(*) Álvaro Madrigal es Abogado y Periodista
Álvaro, no le pidas peras al olmo. Sabemos que la prioridad de este, es la diversidad para alejar de la mente ciudadana el aterro de grandes «pescados», propios y ajenos, que se mantienen en la pecera de la fiscalía, mientras el tiempo le echa tierra y se hundan en el olvido. La mafia tradicional y específicamente perika, es como hacer tratos con el diablo, donde paga con llevarlos a los meros infiernos. Al fin al cabo, es simple estrategia política, para seguir enquistados en lo mismo. Y Limón, Talamanca, Crucitas, la Trocha y hasta el cementazo, son daños colaterales producto de la sublime alcahuetería de los partidos tradicionales. Claro, el matrimonio se arreglará debajo de las sábanas del legislativo. Entonces, a negociar puestos y poder que la corrupción debe prevalecer, donde el pueblo es una manada de mansos espectadores. Así de simple.
A veces me dan ganas de vomitar por haber votado por este carajo , yo nunca he sido del PAC y de ningún partido político,con todo mi asco le dí el voto por este que se cree un adolescente, por el terror del fundamentalista Fabricio Alvarado,porque yo no creo en religiones, pero este Carlos Alvarado y su gobierno de la unión de gárgolas PLN,PUSC me ha dejado aterrorizado mucho más que el neopentecostal hijo del psicópata Ronny Chavez…TODAVÍA NO SALGO DEL TRAUMA QUE TENGO, ESTOY EN TERAPIA INTENSIVA.
Y dale con la diversidad ….Que pecado!. «No le preguntes al pais que puede hacer por por vos , pregunta que puedes hacer por tu pais.». Hay mucho que hacer.Y es tiempo de RESOVER.El optimismo y el positivismo son escenciales.Tenemos muchas cosas buenas para disfrutar , cuidar y mejoralas si es posible. Y mucho que trabajar. Pero con solo que hagamos bien nuestro trabajo ya hemos dado un gran paso. Que seamos ciudadnos responsables con el ambiente mucho aporta. Que partivipemos en la solucion y organizacion comunal es iportantisimo.Con discursitos e ironias no se arreglan las cosas. Desterrar lo que nos mata y nos perjudica montones, que es la maldita poltiqueria . Y que no nos bajamos de la campaña politica . No perdamos mas tanta energia en lo que no nos benefiacia. Solo nos ha dañado grandemente. O sea seamos inteligentes y no sigamos haciendonos daño.
La élite mundial pone a este tipo de ezbirros aniñados al frente de las naciones, esto para mantenerlas débiles y sin rumbo, y así poder mangonearlas. Yo quiero ver quienes son ahora los que van a salir con el cuentito ese de «vote por la democracia» para las próximas elecciones. Sería una vergüenza ver costarricenses yendo a las urnas, alimentando esta farsa sin final…para qué? Seguir siendo felices imaginándose cosas que no son? Por favor, deje de ir a votar, repudie el voto, para ver que hacen todas estas cucarachas de la política, posiblemente asumir la apariencia de lo que realmente son..
Si queremos un cambio lo mejor es dejar de caer en el jueguito de contrarios, donde los titiriteros ponen las dos opciones, los contrincantes, pero al final estos «contrincantes» son grandes amigos y se toman un café después de haber agarrado de majes a la gente.
No sea maje, no vote por Chiricuto, ni por nadie. Deje de jugar de tonto del sistema…
Correcto , pienso igual que usted, lo mejor es no votar por nadie ,total no son los políticos quienes gobiernan, solo son títeres de la élite millonaria, del estado profundo de EEUU,del FMI,ONU,Y DAVOS… Nunca se debe votar por candidatos masones,creyentes fanáticos de las religiones, por ex militantes del PLN,PUSC,y los socialistas que se venden al neoliberalismo o capitalismo como el PAC,que es otra estrategia de Oscar Arias para seguir gobernando junto con los millonetes que no pagan impuestos, los que financian las campañas políticas de los partidos corruptos…Y lo inaudito es que Hasta Villalta ha fallado defendiendo a Sobrado, Patricia Mora callada sin hablar y defender nada, la callaron con un puesto de ministra,igual que a Ottón Solis con ese puesto y salario millonario de banco…¿Muy feo?.