sábado 14, diciembre 2024
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Las milicias callejeras o el anarquismo moderno

El anarquismo nunca ha dejado de existir y ha formado la plataforma de los grandes movimientos sociales de la historia (también culturales, intelectuales, económicos etc.) porque un anarquista es una persona que exhibe su inconformidad para con el medio en que existe. Los grandes picos del movimiento anarquista fueron la Europa del siglo XIX y principios del XX, ahora hay un anarquismo mundial prácticamente imparable, que desembocará en profundos cambios sociales.

El prototipo de anarquista más claro fue Leon Trotski, quien nunca estuvo conforme con los logros políticos sociales que se iban formando tras él, y es que por lo general quienes se adueñan del anarquismo son los grupos oportunistas, llámense de izquierda o de derecha. Poco antes de la fundación del partido Nazi en Alemania, Adolfo Hitler había andado en un grupo anarquista, al final para consolidar el poder se unió a grandes bloques de poder alemán y fundaría el nacional-socialismo.

Ver un grupo de traileros exigiendo la destitución del ministro de educación, me llevó a las imágenes históricas del arribo del tren en que viajaban Rosa Luxemburgo y Vladimir I. Lenin: fueron recibidos por las grandes masas; eran según su criterio de masa (en muchos aspectos estaban en lo correcto) los mesías que los librarían del yugo oprobioso de los Romanov. Esas mismas masas fueron las que apoyaron a Kerenski y las que lo quitaron para dar el poder a los bolcheviques. Los grandes movimientos de masas seguían a los que “hablaban bonito”, en ese sentido Leon Davidovich Trotski no tenia igual. Muchos años después, la ira de Stalin contra Trotski sería porque éste tenía el verbo que el asesino georgiano nunca tuvo.

Si has llegado hasta aquí, estarás preguntándote que tiene que ver Trotski con los camioneros, y con sobrada razón, los camioneros no actúan de suyo, así por iluminación divina, no, lo hacen a instancias de “la mano peluda”; y no es que no tengan capacidad racional, no, es que un ministerio de educación nunca fue de su incumbencia, menos aliarse con estudiantes jóvenes, la mano oculta, esa misma que empujó la de Brutus a asesinar a Julio César: la mano cobarde, responde a verdaderos grupos organizados que utilizan a los anarquistas para hacerse con el poder. Si estos señores estuvieran pidiendo la destitución del ministro de Obras Públicas, no estaría escribiendo esto, pero piden la destitución del Ministro de Educación, no cabe mayor dislate, no, eso es algo nunca antes visto.

Regresemos a Trotski y sus milicias, que por cierto no eran la crema y nata de la “intelectualidad Rusa”, no lo eran, eran las masas irracionales las que le seguían. Si a Hitler lo apoyó la aristocracia alemana económicamente, solo fue el pueblo obrero el que lo elevó a la categoría de dios. ¿Es que nos hemos vuelto un pueblo loco o que verdaderamente vamos hacia la tragedia? Los estudiantes abrazados con los traileros, semejan la Revolución de Octubre: ahí debe estar agachado el Lenin del movimiento, estratégicamente protegido, listo para saltar al escenario cuando llegue el momento.

Si yo fuera capitalista o político, estaría temblando, estamos ante el cóctel perfecto para iniciar la anarco-revolución, que le rendiría enormes frutos a Maduro y a Ortega, ¿alguien recuerda la caja fuerte de Heredia con medio millón de dólares? No se dijo nada más pero se supuso que eran de las FARC, ese grupo criminal narco-terrorista. Nada se investigó porque el grupo radical de Heredia estaba tras bambalinas y luego estuvo protegido por el poder político.

Hoy veo con preocupación estos movimientos de masas que desde principios de los años cuarenta no se daban. El 48 nació de los estudiantes, maestros y obreros, no obstante se sabía que detrás estaba el “grupo para el estudio de los problemas nacionales” que estaba conformado por la cream de la cream del mundillo intelectual costarricense, lo que daba tranquilidad a las mayorías inocentes. Ahora no hay un grupo fiable detrás de este asunto, no, han puesto la carreta delante de los bueyes. Prefiero que se me tilde de alaraquero que cometer la imprudencia del silencio. Un libro de Noam Chomsky, ese intelectual brillante estadounidense, “Razones para la anarquía”, es excelente para comprender ese fenómeno social viejo que nació dentro del marco de la revolución industrial, respondiendo a la explotación de las clases adineradas sobre las masas obreras. Nunca ha desaparecido porque responde a una necesidad natural del ser humano de rebelarse contra lo que considere injusto.

Los últimos gobiernos han abusado de los costarricenses, aplaudidos con la autodenominada clase política, que es un híbrido entre empresarios y burócratas, que encontraron el camino al poder desde los años setenta, y han ordeñado al estado costarricense hasta sumirlo en una inanición desesperante.

Hemos llegado a un peligroso punto de no retorno, los últimos dos gobiernos han manejado el aparato estatal con un equipo mediocre, creado a la ligera, que no podía encontrar el rumbo de ninguna manera. Estos últimos dos del PAC, no tenían en realidad un programa coherente, ni en lo económico, ni en lo social ni en lo político y estaba formado por tránsfugas cuya única meta era tener poder y sentarse a la mesa del festín de Baltazar.

La gran desilusión de las mayorías fue que lo que se pensó sería un remedio, acabó siendo la enfermedad misma. Hay un desorden financiero fiscal de dimensiones apocalípticas y estamos en plena contracción de la economía, acompañados de desempleo y subempleo, de desesperanza para los jóvenes y tratando la Res Pública como una mejenga de pueblo. No deberíamos señalar culpables, pero si alguien lo ha sido es Otton Solis, creador de la desconfianza sistemática: para él la única persona honesta era él mismo!, eso no funciona de esa manera, menos cuando como dice nuestro dicho: “La jarana sale a la cara”. Aquellos que tenían hace dos décadas a Carazo como el gurú del movimiento de masas, habían tomado a Otton como un símil por default, y les falló, entonces hay una verdadera “anencefalia política”, ya nadie cree en nadie y es donde entramos en lo impredecible, lo inimaginable, porque la masa nunca ha demostrado cordura. La masa suelta por la libre es demasiado peligrosa y es manejable: “la masa se amasa”, Varguitas dixit.

(*) Dr. Rogelio Arce Barrantes es médico

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4 COMENTARIOS

  1. Dr. Rodrigo Arce:

    Certero análisis, objetiva identificación de episodios, personajes y hechos de la historia (exterior e interior). Abramos los ojos y afinemos el raciocinio ante la ofensiva de los falsos apóstoles que no son más que manipuladores.

  2. Hay que leer historia, el señor está un poco perdido: Trotsky mataba anarquistas y en el famoso tren nunca se montó Rosa Luxemburgo (crítica de Lenin más bien)

  3. Muy interesante su opinión don Rogelio, pero discrepo en el argumento del último párrafo, no se puede juzgar a don Otón de la desconfianza en la política, de eso se han encargado todos los políticos durante toda la historia, y también discrepo en la conjetura de calificar esa desconfianza como la causante de una impredictibilidad de las masas, más bien creo que hacemos bien en desconfiar de los funcionarios públicos, el poder corrompe, la historia y la naturaleza humana nos demuestra que se llega a la idolatría de un humano cualquiera por el simple hecho de haber ostentado el poder.
    Considero que la culpa es de todos y cada uno de nosotros ciudadanos que nos enfocamos en el bienestar personal y no pensamos en nosotros como parte de un conjunto, ya las masas viven por la libre, en una carrera de ratas, dijo un señor por ahí, posiblemente estoy equivocado porque no soy politólogo ni psicólogo ni mucho menos, pero creo que si hacemos pequeños cambios como tratar más seriamente temas de política en el día a día en vez de largas discusiones sobre fútbol (La mayoría gente que ni juega) y demás temas sin importancia que nos implanta la propaganda mediática, si se deja de creer que va a llegar un iluminado (por dios o por educación) a salvarnos a todos y ser intachable sin necesidad de ser cuestionado daríamos un pequeño paso como sociedad hacia adelante. Es verdaderamente preocupante la polarización de las sociedades centroamericanas y en vez de buscar consenso las partes siguen peleando porque se les dé la razón, aunque ninguno la tenga…

  4. Cuando vemos disgusto en los grupos que habían estado calladitos por mucho tiempo, sacando ventaja de los favores políticos, sabemos que el mal se está atacando por donde es. Taxistas, camioneros, sindicatos, y demás minorías ven afectados sus intereses, mismos que han llevado a este país al borde de la bancarrota, con evasión de impuestos, privilegios absurdos, ineficiencia, etc.

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