Marx fue un alemán que escribió el Manifiesto Comunista. Para hablar de “los comunistas”. La Rusia imperial era ortodoxa rusa con los zares y ser comunista implicaba ser ateo. Los rusos, oprimidos por los zares armaron la Revolución Rusa encendida por seguidores de Marx, ideólogos como Trotski, líderes como Lenín y un magnate y altoburgués moscovita, Sava Marósav, de la quinta familia más rica de Rusia, que ayudó mucho a Lenín con sus aportaciones de capital (esa no se la esperaba ¿verdad?). Entonces, para aclarar: la Revolución Rusa, que acabó con los zares en Rusia se basó en el manifiesto de un alemán, estuvo dirigida ideológicamente por un ucraniano judío (Trotski, de apellido Bronstein) y fue financiada en buena parte por un rico altoburgués de Moscú. En cuanto a lo del judío pues…que… así es el fútbol, como dicen los jugadores.
Pero lo que ya la voló para mí es que los revolucionarios rusos que se batieron en las trincheras le regalan su victoria a Stalin, un militar brutal, tiránico, sangriento y antisemita entre otras cosas, que ahora adquiría poder absoluto por sobre todas las cosas: rusos, rusas, rusitos, balalaikas, samovares, vodkas, la ruleta rusa, el Polo Norte, y todos los territorios ocupados y dominados por su Unión Soviética. Y ¿qué? ¡Que éste, de Apellido Jughashvili, no era ruso sino de un pueblo históricamente rival de Rusia y hasta menospreciado por Rusia: georgiano, nacido en Georgia de padres georgianos y de lengua materna georgiana! ¡Más georgiano imposible! ¿Y 91 millones de rusos de esos tiempos de xenofobia, eslavos puros, sometiéndose felices a un dictador georgiano? ¡Chort! (como “¡omaigód!” en ruso). Y es que eso es como que los alajuelenses le regalaran el Parque de los Mangos a la Municipalidad de San José pero unas quinientas veces peor. Nunca nadie ha podido explicármelo. Una vez en Moscú se lo pregunté a una rusa muy amiga graduada de la Universidad Lomonósov, la estatal de Moscú, o sea, instruidita la güila y se quedó como si le hubiera preguntado cómo se dice “mamita rica” en ruso.
Bueno, pero ya aclaré lo que son “los comunistas-ateos” y de dónde vienen. Ahora ¿por qué son “la izquierda”? Realmente no sé si es que Marx o Trotski o Stalin o Lenin sería zurdo o qué, pero no importa. Lo importante es tener claro que “comunista” es “de izquierda” y ateo y que siempre, desde 1917, su “tierra santa”, como decir su Meca, sigue siendo Moscú, como es lógico, aunque…
Y lo de “la derecha” ya es más fácil porque entonces es todo lo que no sea “de izquierda” y que se conoce como “capitalismo”, “Occidente”, “imperialismo yanqui” y que es religioso y consumista con su centro de poder en Washington D.C… aunque…
Ojo, no obstante, con los simpáticos suecos, que son terriblones como medio vikingos que son y con unas suecas que quitan el sentido, con una izquierda “de derecha” o una derecha “de izquierda”: la “social democracia” y que no es realmente ni “de derecha” ni “de izquierda” ni de centro ni democrática ni antidemocrática. Yo sospecho que la inventaron sólo para que los noruegos les dieran el Premio Nóbel. ¿Qué me hace sospechar eso? ¡Que Suecia es una monarquía con trono, princesas, rey y todo! ¡Ah, p’a que vea…! ¡Un reino, pero eso sí, siglo XXI, con WiFi, laico, democrático y socialista! ¡P’a que no le falte! Bueno, ni a Walt Disney se le habría ocurrido.
Ahora nadie contaba con el invento tico que es algo como el casado pero en política: Se juntaron el máximo representante de la Iglesia Católica (porque la católica es la religión del Estado según la Constitución), el jefe del partido comunista y un médico-cirujano experto en escalpelos, fórceps y quirófanos, exdefensor de la oligarquía cafetalera pero ahora un poco más con las fuerzas sociales y delinearon el esquema a seguir en el país. ¡Vea qué equipazo y qué habilidades combinadas! Y montaron lo que yo llamo el modelo boxeador (y es que tienen que haberse inspirado en nuestro gran campeón de peso medio Tuzo Portugués con cinco peleas en el Madison Square Garden y de moda en esos años); ¿cómo así? Pues porque en el modelo boxeador la técnica es baile, movimiento de caderas, pegada de derecha, pegada de izquierda, gancho hacia arriba y gancho hacia abajo. ¡Diai!
Y cuidado con lo que dice y cómo lo dice: “Popular” o “del pueblo” son términos muy comunes y favoritos entre los de la izquierda y están en los nombres de algunos Estados “izquierdistas”. Luego “república” y “republicano” son malas palabras para los de derecha de España que iban con el dictador Francisco Franco y significan “de izquierda” o directamente “comunistas al servicio del Kremlin”. Y en EUA para los del Partido Demócrata son obviamente los nombres del diablo mismo porque evocan el Partido Republicano (“la derecha”). Y “demócrata” o “democrático” son malas palabras para los republicanos de EUA como es lógico (porque son de “la izquierda”), pero es que además están en los nombres por ejemplo de muchas dictaduras militares (de “derecha”) asociadas con Latinoamérica y en otras actuales en todos los continentes. ¿Y “liberal”? Asegún: para muchos de “la izquierda” podría ser un traidor medio capitalista y para muchos de “la derecha” un traidor medio comunista.
No sé, eso sí, qué pensarán en el momento actual los “de derecha” al ver que los grandes jefes comunistas tradicionales de antes, ahora son como ellos: millonarios, capitalistas y religiosos hasta de persignarse y comulgar como ellos y qué harán los “de izquierda” al ver que son cada vez menos como ellos y han dejado de ser ateos.
Ahora sí, con todo ya clarito y en cuanto a si Costa Rica es “de derecha” o “de izquierda” o de qué (aunque siempre ha sido más “de qué” que otra cosa), yo he desarrollado una fórmula para “escoger” y votar: casi el 100% de la población (yo no) juega lotería, chances o tiempos y va a casinos o usa máquinas de juego. Eso significa que cree y confía en la suerte, que la respeta, que tiene agüizotes, que cree más en el azar que en los partidos políticos, lógico; entonces, muy fácil: adjudíquele sus números favoritos a cada candidato para presidente y a cada papeleta de partido para diputados. Si los números que usted asignó salen como primero y segundo premios en el último sorteo antes de las elecciones, ya tiene a su candidato y su papeleta. Si no pegó, dele esos dos votos a los que se aproximaron más a sus favoritos: ¡pegó aproximación! Y así aún si no queda muy convencida la persona no importa y debe quedar feliz porque juega al azar no para ganarse un dinero sino “para hacer el bien” mientras que si solo juega a la política electoral es casi lo opuesto: no para hacer el bien sino para ver qué agarra.
(*) Orlando García Valverde, Traductor-Intérprete Oficial
Lo disfrute mucho ! Tantas verdades ! Y eso que no entraste en que la famosa Revolucion del 48 en Costa Rica la gano un catalan !
Izquierda, derecha, centro… Eso ya no aplica hoy en día, esas son ideas obsoletas, hay que gobernar por objetivos, no por ideologías.
Nos guste o no, estamos sometidos a un modelo de economía mundial que no es soberano nuestro, no tenemos los medios de momento para ser autosuficientes y desligarnos de ese régimen, por lo tanto tenemos que adaptarnos, creo que los principales objetivos son que nadie se muera por otra cosa que no sea causas naturales, que todos tengamos la educación para tener oportunidades de trabajo para tener comida y techo digno, que nadie nos robe lo que es nuestro, que no nos discriminen, el respeto mutuo, y que tengamos infraestructura de buena calidad; esas cosas son las que nos importan a todos, no importa lo que tengamos en la cabeza como ideal político, en eso nunca vamos a coincidir todos, pero en esos puntos sí.
Desde mi punto de vista, lo ideal sería que cada nación o país fuese dueño de su propio destino, sin imposiciones externas; claro si sus políticos fuesen honestos y se interesaran por el bien de la mayoría, no por el bien propio y de un reducido grupo como ocurre en la mayoría de los casos. Pero desgraciadamente una élite poderosa rige los destinos de las diferentes naciones, bajo el pretexto de «una democracia» que en la realidad no existe, acusando de terroristas a los países o naciones que se salen de sus dominios; es un inmenso y complejo aparato en los que los medios de desinformación tienen mucho que ver en todo esto. Derecha, centro o izquierda, son términos que se usan según los intereses de quiénes los usan; pero el término «comunista» si lo han satanizado al extremo en que la mayoría de personas salen corriendo espantadas; en la actualidad vienen acuñando la nueva palabrita de «terrorista», cuando algo se opone a los intereses de estas poderosas élites. En este asunto hay mucha tela que cortar.
Eso de los comunistas, «ateos» o no, me hizo mucha gracia, en especial porque a lo largo de mi vida que ya va durando bastante, me he encontrado con verdaderas asimetrías en lo que a ese tipo de determinaciones pareadas, vistas en términos de causa y efecto, oposición, yuxtaposición o complementariedad: por ejemplo tanto aquí Costa Rica como en Chile, cuando era muy joven, conocí a «comunistas» en estricto sentido o que se asumían como tales que eran católicos de solemeninidad, mientras yo siempre he sido agnóstico y lejano a cualquier adscripción religiosa formal, por lo general me sentía más cercano a los socialistas y radicales chilenos de aquellos tiempos. En Venezuela, tengo un gran amigo que es metodista y chavista de corazón(no se si el se considera comunista) mientras que su hermano, un importante empresario del mismo estado en que viven ambos se define como ateo, y así sucesivamente hay toda clase de combinaciones entre religión y preferencia política. He disfrutado mucho la lectura del texto de don Orlando García Valverde, no hay que perder el sentido del humor.