Columna Poliédrica
Las prioridades de la sociedad costarricense se han venido invirtiendo hace rato. En lugar de promoverse y reconocerse el esfuerzo, el trabajo duro y la mayor educación, informal y formal; se ha venido valorando el menor esfuerzo, el dinero fácil no muy bien habido y la menor educación posible. El mundo al revés.
Antes nuestros abuelos y padres nos decían: estudie para que sea útil a la sociedad. Actualmente el valor del estudio ha venido a menos, aquello de quemarse las pestañas leyendo ha quedado atrás; ahora ni siquiera es necesario intentar escribir bien, la degradación del lenguaje y de lo que antes era importante es la regla, sin que ello signifique un problema para las nuevas generaciones.
Y hablamos de la lectura y escritura porque ello es fundamental para el aprendizaje y desarrollo del conocimiento. Se ha dicho que vivimos en la sociedad del conocimiento y las personas que no cumplan con estos requisitos mínimos tienen pocas probabilidades de insertarse en esta parte de la economía global; ante esta realidad, muchas personas están inclinándose por vincularse a la sociedad del espectáculo (Guy Debord), allí lo importante es la retórica y la estridencia, no tanto el contenido.
El trabajo duro ha venido cediendo a la idea de obtener el mayor beneficio con el mínimo esfuerzo. Ya no hace falta estudiar para generar dinero, ahora las personas que no estudian (hay excepciones) se convierten en “influencer” o “Tictoker” en el mejor de los casos; en el peor, puede convertirse en traficantes de droga o sicarios, entre otras actividades ilícitas. La sociedad actual, pareciera, estima o valora que está bien que esas personas sean mejor remuneradas en detrimento de otras que realizan un mayor aporte al bienestar de la sociedad.
Vamos a decirlo de manera sencilla, la sociedad actualmente valora más aquellas actividades cuya contribución al bienestar de la humanidad es nula o muy poca. Esa sociedad del espectáculo, superficial y llena de frivolidades se ha impuesto a la sociedad del conocimiento y en el mejor de los casos, se valora el desarrollo tecnológico y no así el de las personas que se dedican a la ciencia básica o a la filosofía en sus diferentes vertientes.
Evidentemente la sociedad costarricense no es ajena a este fenómeno. En nuestro país ello se ha manifestado cuando vemos que el estudio ya no es prioridad para muchas familias, el maestro y el profesor son irrespetados, las escuelas y colegios se han convertido en guarderías y claustros de custodia temporal, en lugar de instituciones en que se llega aprender y donde se respeta a los enseñantes; dicha situación está ocurriendo, infelizmente, con las personas que trabajan en las universidades y en la actualidad no se reprocha lo que gana mensualmente un diputado casi analfabeto y sí lo que se le paga a un doctor en ingeniería de materiales, a un geólogo, a un bacteriólogo o en fin, a una persona que se ha quemado las pestañas.
Estamos en una sociedad costarricense en que se ensalza al vivazo. Hay personas que ven en las acciones del caso cochinilla, el cementazo, la trocha, la concesión de la vía a Caldera y un enorme etcétera, el camino a seguir. Algunos quieren llegar a una diputación, a una magistratura o a un ministerio a servirse, a ver qué negocio hacen para beneficiarse o para desarrollar actos de corrupción. Los héroes ahora son los que antes eran los villanos.
El mundo y la sociedad costarricense, pareciera, va en sentido contrario.
(*) Andi Mirom es Filósofo
Don Andi..y en que se ha convertido la universidad?
Que dicha que a doña Flora, le salieran dos comentaristas como don Martìn y don Juan, o sea de la misma ralea, ahora ya no estarà tan solita la pobre.
Chancletudos que están cumpliendo con la agenda 2030 , gobiernos socialistas imponiendo dictaduras sanitarias, y quebrando las economías de los países, y tanto que jugaban de corderitos pero vestidos de lobos hambrientos en destruir al mundo.
EL SECRETO DEL
C O M U N I S M O
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/92867/3/duke_secreto_comunismo.pdf
«…y en qué se ha convertido la universidad?»
Por lo que este lector ha visto, la Universidad se ha convertido en un lugar que alberga gente talentosa y autocrítica. Pero también a algunos antihéroes nefandos, tengo que admitir…
Lo mas triste de estos hechos es que el pais nunca ha hecho mas esfuerzos por brindar sustento economico a la educacion, al punto que «invertimos» el 8% del PIB por ley en educacion.Que se hace ese dinero,como se invierte ? Ahi pueden estar muchas de las respuestas al fenomeno que alude Miron.
Que carreras ofrecen nuestras universidades ? El tener un carton bajo el brazo ya no implica una vida holgada.Depende mucho de las tendencias economicas y prioridades que el nuevo mundo exige en tecnologias de avanzada y que el publico/consumidor demanda.
Este fenomeno lo vemos en infinidad de actividades empresariales en que aparecen «disruptores» que acaban con formas y negocios tradicionales en unos cuantos años.Ejemplos abundan.
El mundo gira y gira, y con un gran colador, quedan como en la selva, unicamente los mas fuertes.
La educación pública es pésima en nuestro país, después del coladero de la escuela, colegio, y universidad; los que logran «sobrevivirlos» no encuentran empleo ni ejercer lo que estudiaron porque están llenos de conocimientos obsoletos o irrelevantes. Ni que hablar de la metodología pedagógica, que sigue estancada en los tiempos donde no se sabía que existen diferentes tipos de inteligencias, que no todos aprendemos de la misma forma, la educación formal ignora al que no aprenda con su método obsoleto, es una de las formas de discriminación más grandes que existen en la actualidad.
Yo nunca logré sacar el colegio porque para la educación formal yo soy «un idiota», sin embargo me logré desempeñar en ingeniería de sistemas y destacar, esto gracias a gente que confió en mí, si fuera por la educación formal estaría vendiendo zapatos aún, o en una fábrica, como lo tuve que hacer durante mucho tiempo por culpa de la educación pública, no por mi culpa, nunca fui vago, fue que nunca le logre entender a los profesores de educación pública y sus métodos obsoletos
Desde luego que las Humanidades clásicas son imprescindibles para los universitarios, aunque muchos no lo comprendan todavía por su falta de madurez.
Ganaremos mucho como personas y como pueblo, cuando el estudio de la Filosofía, la Historia y la Literatura, ocupen su tiempecito diario y por toda la vida de aquellos con «autoridad» socialmente reconocida.
Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé
En el 510 y en el 2000 también
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafa’os
Contentos y amarga’os, valores y doblé
Pero que el siglo 20 es un despliegue
De maldad insolente, ya no hay quien lo niegue
Vivimos revolca’os en un merengue
Y, en el mismo lodo, todos manosea’os
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor
Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador
Todo es igual, nada es mejor
Lo mismo un burro que un gran profesor
No hay aplaza’os, ¿qué va a haber? Ni escalafón
Los inmorales nos han iguala’o
Si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición
Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos
Caradura o polizón
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón
Mezcla’o con Toscanini, va Escarfaso y Napoleón
Don Bosco y La Mignón, Carnera y San Martín
Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches se ha mezcla’o la vida
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la Biblia junto a un calefón
Siglo veinte, cambalache problemático y febril
El que no llora no mama y el que no afana es un gil
Dale nomás, dale que va
Que allá en el horno se vamo’ a encontrar
No pienses más, sentate a un la’o
Que a nadie importa si naciste honra’o
Si es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey
Que el que vive de las minas
Que el que mata, que el que cura
O está fuera de la ley
¡Excelente!
Gracias por su poema.