sábado 27, abril 2024
spot_img

El sistema financiero nacional sigue siendo una vergüenza

Columna Poliédrica

Quienes toman las decisiones en el sistema bancario nacional son unos sinvergüenza. Con el más absoluto descaro, recientemente, se ha anunciado que las medidas para “aliviar” las obligaciones de los deudores han finalizado y que ahora, los obligados con las entidades financieras volverán a la situación que tenían antes de la emergencia sanitaria. Se trata de un anuncio que se sustenta en un escenario fuera de la realidad, no solo porque la emergencia sanitaria está lejos de terminar, sino porque la situación económica de los deudores seguirá estancada.

Las medidas que adoptaron las entidades financieras en relación con sus clientes en modo alguno les significa un sacrificio de sus ganancias. En la mayoría de los casos, a los deudores se les brindaron algunas condiciones en relación con el tiempo de la obligación, es decir, con el momento del pago de la deuda; sin embargo, los elementos esenciales del contrato de crédito han quedado intactos en la mayoría de los casos.

La gente debe tener claro que las medidas que se pusieron en práctica en el sistema financiero, no han implicado un sacrificio para las entidades financieras. Las utilidades y por tanto, los bonos o incentivos que reciben los cuadros gerenciales, se mantienen intactos con base en las condiciones de los diferentes créditos que garantizan el negocio bancario; dicho en palabras sencillas, lo que le han hecho es decirles a sus clientes: miren no me pague la cuota mensual durante determinado número de meses, pero recuerde que las condiciones del crédito se mantienen y cuando termine esta gracia, usted deberá continuar pagando su obligación. Y en no pocos casos, durante el período de tiempo que se dejó de pagar la cuota, los intereses siguieron corriendo.

Ayuda sería si las entidades financieras sacrifican, al menos, parte de sus utilidades. Lo anterior supondría no solo que se reduzcan las tasas de interés de los créditos, sino los márgenes de intermediación financiera a favor de los clientes; es decir, se trata de hacer una readecuación real de los créditos a favor de clientes que desean honrar sus deudas pero que en muchos casos, han visto disminuidos sus ingresos y ello les impide poder pagar sus obligaciones con los entes financieros.

Lo patético es observar al sector financiero y a sus representantes, escudarse en un discurso técnico-financiero para legitimar este tipo de acciones en perjuicio de sus propios clientes. Ahora resulta que si las entidades financieras disminuyen sus utilidades, ello generaría un colapso del sistema financiero y debido a ello, acciones de ese tipo, no son convenientes de ser planteadas; cualquiera que conozca cómo funciona el negocio del crédito, debería tener claro que este tipo de argumentación se trata de una farsa que oculta los verdaderos intereses de estos sectores y su insensibilidad ante la desgracia económica de sus clientes.

Por otra parte, la Superintendencia de Entidades Financieras (SUGEF), está plegada a los intereses de sus regulados. La señora Aguilar ha mostrado su evidente parcialidad en relación con favorecer todas las acciones que protejan los intereses y dividendos de las entidades públicas y privadas; porque digámoslo sin atenuantes, en el mundo financiero costarricense, lo público y lo privado funcionan de igual forma, porque las personas de carne y hueso, esa de los cuadros gerenciales, están por sus bonos e incentivos salariales en función del giro anual del negocio financiera en que se encuentran.

Toda la opacidad anterior cuenta con la complicidad, como no podía ser de otra forma, de los medios de comunicación. Y no es que aspire a que haya periodistas críticos que cuestionen las políticas del sector financiero o a la Superintendente de la SUGEF, eso sería mucho pedir debido a que no hay ninguno preparado en ese campo; lo que estoy diciendo es que ni siquiera se preocupan por tratar de entender el discurso técnico que difunden en sus noticiarios o en otros programas que se difunden en los medios de comunicación en los que trabajan.

(*) Andi Mirom es Filósofo

andimirom@gmail.com

columnapoliedrica.blogspot.com

 

Noticias de Interés

3 COMENTARIOS

  1. Andi ,su comentario es acertado.El dilema se encuentra en que quienes llevan la batuta son el Banco Nacional,el Costa Rica y el Popular,bancos estatales,cuyo unico accionista y por lo tanto dueño es el estado costarricense, es decir todos nosotros. Esa es la ley. En la practica usted como yo y todos los costarricenses sabemos,que los bancos son de los empleados,como las universidades son de los profesores.Son entes independientes que han sido tomados para beneficio de sus adquirientes y no para politicas de estado que beneficien a la mayoria.Obviamente tocar ese tema ya pone ,inclusive a los suyos, a brincar y alegar autonomia e independencia.
    Es asunto de que una orden del ejecutivo, quien para ello tiene mayoria de directivos en los bancos,de la pauta
    y se hara lo conveniente.El problema entonces recae en el argumento de que las finanzas del estado se deterioran y adivine que ? no habria capacidad de comprar bonos del estado por parte de uno de sus mayores compradores y tenedores.Los bancos privados a su vez,no tiene que hacer nada,simplemente se pliegan a seguir la fiesta con el consumidor tico.

  2. A mi me quedó muy claro hace tiempo que la banca estatal existe sólo para beneficiarse a sí misma, no cumple ninguna función en pro del desarrollo del país, que fue su razón de existir, sólo existe para generar ganancias infinitamente sin ningún destino específico para esas ganancias más que generar más, y para que sus gerentes se ganen bonos y las juntas directivas cobren dietas, además de prestarle dinero al que no lo necesita y no quiere arriesgar su capital, juega con la plata del banco.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias