Ciudad de México, 8 feb (Sputnik).- A menos de año y medio de las elecciones de 2024, la sucesión presidencial está en marcha en México con una lucha interna en el oficialismo, mientras la oposición comienza la formación de coaliciones sin candidaturas claras.
En el quinto año del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) abrió la contienda antes de que comiencen oficialmente las precampañas.
El proceso electoral interno en las fuerzas políticas comenzará formalmente en septiembre del 2023, pero la coalición gobernante comenzó a aglutinarse en torno a cuatro funcionarios.
La lista de aspirantes que López Obrador considera sus posibles sucesores la encabeza la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum; le siguen el canciller Marcelo Ebrard; el jefe de la política interior en la cartera de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; y el líder de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal.
El propio título de la precampaña de la gobernante capitalina trata de clarificar la duda sobre quién es la favorita del mandatario: «Es Claudia».
UNA MUJER AL FRENTE
Un estudio publicado el martes 7 de febrero por la firma Demotecnia, coloca a Sheinbaum y Morena al frente de las preferencias.
La firma con 30 años en el mercado de los estudios demoscópicos que encabeza Rodrigo Galván de las Heras señala que la jefa de Gobierno capitalina es la principal aspirante entre la dirigencia oficialista.
El Estudio Nacional de Opinión Pública de la firma indica que un 39 por ciento de las personas entrevistadas del 27 al 30 de enero considera a Sheinbaum como la candidata presidencial con mayores posibilidades de ganar la presidencia en junio de 2024.
En segundo lugar aparece el canciller Ebrard, con 28 por ciento de preferencias, once puntos atrás de la favorita, una académica y científica de 60 años.
Para evitar sanciones de parte del Instituto Nacional Electoral (INE), el canciller Ebrard, de 63 años, quien gobernó la capital de 2006 a 2011, propuso que los aspirantes a candidatos renuncien a sus cargos en el mes de julio próximo.
Las otras dos figuras del movimiento fundado por López Obrador en 2013 son su coterráneo y amigo López Hernández, con ocho por ciento; y con cuatro por ciento el senador Monreal, quien mantiene posturas críticas sobre las reformas legislativas que impulsa el Gobierno.
Aunque otros sondeos señalan que la popularidad de la gobernante ha sufrido las consecuencias de los recientes accidentes en el Metro capitalino, su nivel de popularidad se mantiene.
La encuesta del periódico El Financiero del mes de enero le da a Sheinbaum un nivel de aprobación de 47 por ciento, apenas dos puntos menos que la encuesta de diciembre.
El partido gobernante tiene cómoda ventaja en su intención de voto frente a la oposición, según la encuesta bimensual de De las Heras realizada en 1.400 viviendas a personas mayores de edad, identificadas con credencial de elector.
Morena obtiene una intención de voto del 58 por ciento frente a las dos principales fuerzas opositoras los partidos Acción Nacional (PAN, centroderecha) y Revolucionario Institucional (PRI, centro), con ocho por ciento de las preferencias, respectivamente.
Antes del pistoletazo de salida de las precampañas, Sheimbaum y Morena aparecen en la punta de la encuesta, que tiene margen de error de +/- 2,7 por ciento.
OPOSICIÓN REZAGADA
El bloque opositor trata con mucha dificultad de construir acuerdos entre partidos y organizaciones de la sociedad civil, para definir una candidatura unificada contra el oficialismo.
Un dato surgido de las urnas impulsa los esfuerzos unitarios: en las elecciones legislativas de medio sexenio celebradas en 2021, los cuatro principales partidos opositores juntos superaron por más de medio millón de votos a los cuatro partidos oficialistas.
Si se suman los más de 3,44 millones de Movimiento Ciudadano (MC, socialdemócrata) a los obtenidos por la coalición Va por México -que integran PAN, PRI y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda)-, el resultado es de poco más de 22,99 millones de sufragios, según datos del INE.
En cambio, Morena y sus aliados, los partidos del Trabajo, Verde Ecologista y Encuentro Solidario, obtuvieron poco más de 22,36 millones de votos, menos que los 30,11 millones de votos que recibió López Obrador en 2018.
Con esos números, la oposición le arrebató la mayoría calificada de dos terceras partes a la coalición oficialista que -gracias a la aritmética en la repartición de curules-, solo logró una mayoría simple de la mitad más uno de asientos en las cámaras de senadores y diputados del Congreso.
En la búsqueda de una plataforma común, un grupo plural de líderes sociales y políticos lanzó la semana pasada el «Colectivo por México», que en su primeros meses de formación contó con quien fue tres veces candidato presidencial de centroizquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.
Pero el dirigente de 88 años, considerado «líder moral» de las izquierdas, se distanció del nuevo bloque opositor, horas después de que López Obrador calificó a esa formación como «un conservadurismo moderado».
Este 7 de febrero, el llamado «Power Ranking de Presidenciables» colocó por primera vez a una legisladora del PAN entre los primeros cinco contendientes, detrás de Sheinbaum, Ebrard, López Hernández, y el gobernador del estado de Yucatán (sureste), Mauricio Vila del PAN.
En la lista semanal que elabora Polls.mx aparece en quinto lugar Lilly Téllez, quien llegó al Senado en 2018 por Morena, pero se convirtió en disidente del oficialismo en 2020.
La combativa ex conductora de televisión que denuncia en la tribuna del Senado un presunto apoyo del crimen organizado al oficialismo en algunos estados del país, fue la primera en lanzar su propia campaña por la candidatura de la oposición.
Los motores para la carrera apenas se calientan. (Sputnik)
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