Durante un encuentro bilateral en La Habana, el ministro de Relaciones Exteriores de la nación caribeña señaló que representa también la alta prioridad de los nexos con Moscú, calificados por ambas partes como estratégicos e inspirados en profunda fraternidad y solidaridad.
“Tenemos un amplio diálogo político y multidimensional entre presidentes, gobierno, parlamentos y cancillerías. Contamos con un mecanismo de consulta donde se abordan los asuntos de interés común y constatamos amplias coincidencias en los principales temas de la agenda internacional”, indicó.
El máximo jefe de la diplomacia cubana aludió a los estrechos contactos en los foros multilaterales; manifestó su satisfacción con el plan de consultas y cooperación entre ambos ministerios y anunció la llegada de otras delegaciones de alto nivel del país euroasiático.
En junio venidero, informó, Manuel Marrero, primer ministro de la isla, visitará Moscú donde asumirá un “amplio programa”, encuentro que contribuirá a la profundización de los tradicionales lazos entre ambos estados, como parte del Plan de Desarrollo Económico Social de la isla.
Igualmente, agradeció la cooperación solidaria del gobierno de Rusia durante el enfrentamiento a la pandemia Covid-19; así como, la donación de alimentos y la postura invariable contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos.
También, condenó las sanciones unilaterales que obstaculizan el desarrollo del país euroasiático y rechazó la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas, causa principal de la operación militar especial en Ucrania.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, valoró los lazos con Cuba, en el actual escenario global donde Occidente intenta la imposición de su voluntad y Washington mantiene el bloqueo de seis décadas sobre la isla.
Tras la colocación de una ofrenda floral ante la estatua ecuestre del Héroe Nacional José Martí, el máximo jefe de la diplomacia rusa reconoció los puntos en común y manifestó: “no podemos permitir que el mundo siga adelante bajo las reglas establecidas desde la Casa Blanca”.
Como parte de su visita oficial, el canciller condenó esos métodos colonialistas estadounidenses y celebró que el presidente Miguel Díaz-Canel y otros líderes de la región identificaran claramente su posición ante la expansión flagrante de la Alianza Atlántica.
Desde el 17 de abril último, Lavrov comenzó un recorrido por Brasil, Venezuela y Nicaragua y, a juicio del propio canciller, los cambios vertiginosos en el paisaje geopolítico ofrecen nuevas oportunidades para el aumento de la cooperación “mutuamente ventajosa” entre Rusia y el área.
Con anterioridad a la gira, el canciller reconoció el papel cada vez más visible de las naciones latinoamericanas en el mundo multipolar, con un valor propio dentro de la política exterior rusa, “no queremos que su región se convierta en un campo de batalla entre las potencias”.
En este sentido, Moscú ofrece una colaboración centrada en un enfoque desideologizado y pragmático donde, según Lavrov, “a diferencia de las antiguas metrópolis coloniales, no dividimos a los socios en nuestros y ajenos”.