Madrid, 5 May. (EUROPA PRESS) – La tregua acordada por las tribus de la región sudanesa de Darfur Occidental se ha mantenido con éxito durante los últimos días, después de los cruentos combates que estallaron la semana pasada entre grupos armados árabes y masalit aprovechando el caos generado por el conflicto entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y que, según los últimos balances, han dejado más de 200 muertos y 300 heridos.
Fuentes de la emisora sudanesa Radio Dabanga describen una «cauta calma» desde el pasado martes en la capital regional, El Geneina, donde la mayor parte de los hospitales siguen inactivos y buena parte de los residentes de la ciudad han terminado cruzando la frontera con Chad para a acabar en el campo de refugiados de Goz Amir.
El desplazamiento a Chad ha sido posible gracias al acuerdo entre las tribus, que estipula la reapertura de las vías de comunicación. Sin embargo, a los residentes les está costando volver a salir a las calles de la ciudad dado que ahora mismo pesan restricciones contra la formación de grupos de gente.
La primera ola de refugiados llegó a Goz Amir el miércoles, tras un trayecto de 95 kilómetros desde la frontera. El lugar es conocido entre la población de la frontera sudanesa por su relativa proximidad como refugio. «Muchos de los que hemos llegado ya tenían familiares viviendo en el campamento, lo que nos ha puesto todo más fácil», aseguran a la emisora los propios refugiados.
Queda ahora por verificar la cifra de fallecidos proporcionada por las fuentes locales mientras los más de 300 heridos siguen aguardando la oportunidad de recibir atención médica fuera de El Geneina, sobre todo teniendo en cuenta que ONG como Médicos sin Fronteras han anunciado el cese de sus actividades en la región por la violencia reinante.
