Aunque parezca increíble, más de dos siglos y cuarto después de la Revolución francesa con su lema de Libertad, igualdad y fraternidad, persisten en el mundo bastantes monarquías entre ellas algunas muy importantes como Reino Unido y el Reino de España.
En Francia, cuna de la Revolución Francesa, Napoleón Bonaparte terminó erigiéndose en emperador y después la Revolución francesa devino en capitalismo. El mundo perdió su impulso antimonárquico y hoy las monarquías son toleradas con tal que sean monarquías capitalistas. Muchos insisten en que los monarcas son simbólicos, cosa totalmente falsa, los reyes reservaron para sí parte importante del poder en su negociación con las burguesías emergentes, por lo general las fuerzas armadas y las relaciones internacionales y en algunos países un parlamento para la nobleza, como ocurre en Inglaterra con la “Cámara de los Lores” y son quienes tienen la última palabra cuando se dan situaciones críticas en la nación.
Hoy que en Londres se está dando la coronación de Carlos lll, hay que aceptar con resignación que la humanidad sueña todavía con cuentos de hadas madrinas, castillos con princesas cautivas en sus torres más altas a la espera de un príncipe valiente que enfrentando mil peligros venga a rescatarlas.
Pero la realidad es otra, estas monarquías han dejado una estela de opresión en sus pueblos y súbditos y en particular de explotación, esclavitud, saqueo, masacres, genocidio en sus colonias y excolonias, con lo cual han alimentado su lujo y derroche.
Con el MOVIMIENTO DE LIBERACION, muchas colonias lograron su independencia en Asia, África y América Latina. Una cantidad de ellas, en el caso de Inglaterra, las dejaron atadas al Reino a través de la llamada Commonwealth y a reconocer como jefe de Estado al Rey de Inglaterra. Países tan importantes como Canadá y Australia siguen maniatados a la CORONA en su política internacional. España no abandona la idea de mantener su influencia en sus excolonias, sobre todo en América Latina y El Caribe.
Sin embargo algunas, como es el caso de Jamaica y otros, están en campaña por lograr su independencia plena. La Revolución industrial ni la Revolución francesa han cumplido totalmente su cometido, pero algún día el mundo quedará libre de monarquías.
(*) Juan Féliz Montero Aguilar es profesor pensionado.
No deja de ser triste que, en un país como Costa Rica que se encuentra lejano de las monarquías existentes, una cantidad importante de ciudadanas y ciudadanos se muestre tan interesado en la coronación de algún bufón en Inglaterra o de los devenir es de las «infantas» en España… Y más de alguna persona se deja decir un «Dios salve al rey». Falta grave en la formación escolar de la población en general, a la cual no se le explica nada de las implicaciones negativas de la monarquía.