sábado 4, mayo 2024
spot_img

Manuel Conde Orellana, la dudosa esperanza del oficialismo en Guatemala

Ciudad de Guatemala, 23 jun (Sputnik).- El veterano político Manuel Conde Orellana es la dudosa apuesta del oficialismo para las presidenciales que celebrará Guatemala este domingo: un dirigente con demasiados enemigos, pero con una innegable habilidad para colarse en la órbita del poder.

Secretario general del Partido de Avanzada Nacional (PAN, derecha), aliado del gobernante partido Vamos, Conde Orellana lleva más de tres décadas en la escena política guatemalteca, ha militado en varias formaciones y al menos tres presidentes de la República lo tuvieron como consejero y hombre de confianza.

Algunos antiguos correligionarios lo definen como una suerte de encantador de serpientes, un operador político en toda regla, con recursos para negociar y complacer, pero que también es hosco con la prensa, autoritario en sus maneras y con un carácter que varía según sus simpatías e intereses.

De profesor a político

Nacido el 20 de diciembre de 1956, en Ciudad de Guatemala, Conde Orellana es un abogado especializado en Derecho Constitucional y Resolución Creativa de Conflictos, que además impartió clases en la Escuela de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional.

Tras un pasado docente por instituciones militares de Centroamérica, Conde Orellana entró en la política con el Movimiento de Acción Solidaria (MAS), el extinto partido que llevó al poder a Jorge Serrano Elías, el presidente que se dio un autogolpe de Estado en 1993 y tras el rechazo general se fue al exilio.

El ahora presidenciable trabajó con Serrano como vocero, secretario general y secretario de Asuntos Políticos de la Presidencia, amén de ser diputado al Parlamento Centroamericano.

En 2003 integró el grupo de fundadores del Movimiento Social y Político Cambio Nacional (MSPCN), una formación que apenas duró cinco meses, pero con el cual fue candidato a la presidencia de Guatemala: solo el 0,40 por ciento del padrón votó por él.

Cuatro años después volvió a intentar la primera magistratura, ahora con la extinta agrupación Unión Democrática (UD, conservador): esta vez recibió 0,76 por ciento de los votos válidos y su partido ganó una diputación, pero eventualmente la agrupación se disolvió.

Llegada al PAN

Fue entonces que Conde Orellana llegó al PAN, un partido con más tradición y que incluso gobernó el país con Álvaro Arzú (1996-2000).

En sus filas, el actual candidato presidencial ganó una diputación en 2015, en 2018 asumió las riendas del partido y en 2019 fue reelecto para otro período en el Congreso.

Desde el Legislativo, y gracias a sus amistades e influencias, Conde Orellana se acercó al entonces presidente Jimmy Morales (2015-2019), quien lo tomó como un aliado útil para maniobrar en el Congreso y, sobre todo, para librarse de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

Con el apoyo de su esposa, Sandra Mayorga, Conde Orellana fue acaparando poder en el PAN, relegando a posibles rivales internos en la bancada, de la cual se autonombró jefe y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Desde su posición en el Congreso, el político logró acceder al entorno del actual presidente de la República, Alejandro Giammattei, cuya gestión ha sido duramente cuestionada por la persecución de periodistas, jueces y fiscales que han investigado los casos de corrupción en su gobierno.

A inicios de 2022 el parlamentario comenzó a acompañar a Giammattei en las giras presidenciales y se dedicó a elogiar la gestión del mandatario y reiterar su alianza en el Congreso: a mediados de año, ya era un secreto a voces que sería el candidato del oficialismo.

El pasado 7 de enero, Conde Orellana fue proclamado como candidato a presidente, con Luis Suárez como su vicepresidente, en un acto multitudinario y con amplio despliegue de recursos del Estado.

Poco conocido

A pesar de su larga trayectoria, varias encuestas indican que apenas un cuarto de la población conoce a Conde Orellana, quien representará en las presidenciales a un gobierno con altos índices de rechazo en la ciudadanía.

Como sus rivales, Conde Orellana propone reducir la desnutrición que golpea al país, rebajar el precio de las medicinas, frenar el clientelismo en los programas sociales, invertir en infraestructura escolar y crear más empleos para docentes, y mejor pagados.

«Guatemala no necesita una reforma tributaria, es más, cualquier reforma tributaria que hagamos será para suprimir impuestos, hay que unificar otros, pero no veo la necesidad de crear otros», agregó el candidato en una reciente entrevista con el diario Prensa Libre.

En resumen, Conde Orellana no propone muchos cambios respecto a la administración Giammattei y, tal vez por eso, los sondeos de intención de voto lo ubican en cuarto puesto, tras Zury Ríos, Sandra Torres y Edmund Mulet.

Y, aunque históricamente ha demostrado su talento para meter cabeza, no parece posible que se cuele en un eventual balotaje.

Cerca de 9,4 millones de guatemaltecos están empadronados para elegir este domingo al presidente y vicepresidente de la República, 160 diputados al Congreso, 340 alcaldes y 20 miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen).

Si ningún candidato consigue la mayoría absoluta de votos ese día, habrá una segunda vuelta el 20 de agosto. (Sputnik)

Noticias de Interés

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias