viernes 3, mayo 2024
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Magnicidios e intentos de asesinatos políticos en Latinoamérica en las últimas décadas

Montevideo, 10 ago (Sputnik).- El asesinato el miércoles del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue el último caso de violencia contra altos líderes políticos en una larga lista que registra América Latina en las décadas recientes.

Villavicencio, periodista de 59 años y segundo en intención de voto de cara a las elecciones anticipadas del próximo 20 de agosto en Ecuador por la alianza entre el grupo político Gente Buena y el movimiento Construye, fue asesinado a tiros al concluir un mitin electoral en el norte de Quito, en un ataque en el que resultaron heridas también varias personas.

Uno de los heridos en la escena del crimen, identificado como presunto sicario, falleció. Otras seis personas, según la Fiscalía General del Estado, fueron detenidas en relación con el asesinato.

Una banda criminal supuestamente identificada como Los Lobos se atribuyó en un video que circula en redes el asesinato y amenazó a otro de los siete restantes aspirantes a la presidencia. El video es un reciclaje de otro grupo publicado hace varios años en México.

El mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso, anunció tres días de luto nacional y la introducción del estado de excepción por 60 días, con movilización del ejército en todo el territorio, pero prometió que los comicios se realizarán como estaba previsto.

El crimen, que conmociona a la sociedad ecuatoriana, trajo a la memoria otros casos similares ocurridos en la región latinoamericana.

Argentina

El 1 septiembre de 2022, la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue víctima de un intento de homicidio.

Un hombre, ahora detenido, apuntó un arma de fuego contra el rostro de la también exmandataria (2007-2015) cuando ella era recibida por simpatizantes a la llegada a su domicilio en el barrio porteño de Recoleta. El arma, que contenía cinco balas en el cargador, no disparó a pesar de haber sido gatillada.

México

El último magnicidio que sacudió la vida política en este país fue el perpetrado contra Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en marzo de 1994, cuando estaba en plena campaña.

El presunto autor de los disparos, identificado como Mario Aburto Martínez, de 22 años de edad, fue declarado culpable en 1995 y condenado a 45 años de prisión.

Las investigaciones y especulaciones llegaron a mencionar como posible implicado al propio presidente del momento, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).

Haití

Esta nación caribeña tiene una larga historia de magnicidios e intentos de asesinatos a figuras influyentes de la política, con al menos cuatro registrados desde su independencia en 1804.

En julio de 2021, el presidente Jovenel Moïse (2017-2021) fue baleado y asesinado en su residencia por un comando de exmilitares colombianos y la ayuda de exagentes de agencias estadounidenses de seguridad, según revelaron investigaciones.

Unos meses después, el actual primer ministro, Ariel Henry, denunció que fue blanco de un atentado en Gonaïves (noreste), luego de que tuvo que huir de una iglesia en medio de intensas detonaciones de armas automáticas.

Venezuela

El 4 agosto de 2018, mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro se dirigía a la nación, un dron con explosivos estalló a una distancia de entre 100 y 200 metros del estrado donde se encontraba junto a comandantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y autoridades de los poderes del Estado, en un acto por el aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana.

Siete efectivos de la Guardia Nacional resultaron heridos en el atentado.

El Gobierno aseguró que el «magnicidio en grado de frustración» fue planificado desde Colombia.

La justicia venezolana condenó el 4 de agosto del año pasado a 17 implicados en el ataque, entre estos el exdiputado opositor Juan Requesens.

Brasil

El 6 de septiembre de 2018, el ahora expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023) fue herido en el abdomen con un cuchillo cuando participaba en un acto de su campaña en las calles de Juiz de Fora (estado de Minas Gerais, sureste).

El agresor, Adélio Bispo de Oliveira, fue detenido en el acto y alegó motivos político-religiosos, pero laudos médicos posteriores demostraron que padece un trastorno psíquico delirante.

Por ello, la Justicia lo declaró inimputable y decretó que permanezca internado en una unidad psiquiátrica; Bolsonaro no recurrió la decisión pero de forma frecuente apunta que el caso no está cerrado, insinuando que falta averiguar quién estaba detrás del atentado.

El líder ultraderechista se ha sometido a al menos cuatro cirugías desde que sufrió la puñalada.

Bolivia

En Bolivia, el caso más reciente fue un plan para matar al presidente Luis Arce en octubre de 2020, que no llegó a concretarse y fue planificado por mercenarios colombianos, según dijo el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, recién en 2021.

Según la autoridad boliviana, en el intento habrían estado involucrados los responsables de la muerte del mandatario haitiano Moïse.

Colombia

El más reciente intento de magnicidio ocurrió el 25 de diciembre de 2021, cuando el entonces presidente Iván Duque (2018-2022) sobrevolaba en helicóptero el Norte de Santander (noreste), junto a dos de sus ministros, y seis impactos de bala dañaron la estructura de la aeronave.

La violencia política en Colombia ha sido el detonante de varios magnicidios en el país; el caso más famoso es el asesinato de Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia en 1982 y 1986 por el Nuevo Liberalismo (centro), y en 1989 por el Partido Liberal Colombiano (centro-izquierda).

Galán fue asesinado por paramilitares financiados por el cartel de Medellín el 8 de agosto de 1989 cuando daba un discurso en Soacha (centro), previo a las elecciones presidenciales de 1990.

Otros candidatos presidenciales asesinados por grupos violentos y de narcotráfico fueron Jaime Pardo Leal (1987), miembro de la Unión Patriótica (partido de izquierda); Bernardo Jaramillo Ossa sucesor en la candidatura de Leal que recibió varios tiros en 1990 en Bogotá; Carlos Pizarro Leongómez, el último comandante de la organización guerrillera Movimiento 19 de Abril (M-19) asesinado por un sicario en un vuelo.

Además de Álvaro Gómez Hurtado, asesinado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1995 cuando salía de dictar clase de la Universidad Sergio Arboleda.

En 2018, cuando el ahora presidente Gustavo Petro visitaba Cúcuta (noreste) en medio de su campaña electoral, fue atacado cuando viajaba en su camioneta blindada. (Sputnik)

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