Niamey, 14 Ago. (DPA/EP) – El nuevo primer ministro de Níger, Lamine Zeine, designado por la junta militar que se hizo con el poder tras el golpe de Estado del 26 de julio, ha descrito las sanciones impuestas contra el régimen como un «desafío injusto», pero ha dado por hecho que el país saldrá adelante pese a los castigos.
La junta ha hecho caso omiso de los llamamientos internacionales para restaurar en su cargo al presidente depuesto, Mohamed Bazoum, lo que ha derivado en sanciones de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO), que ha amenazado incluso con una intervención militar.
Zeine ha defendido en declaraciones a la agencia DPA que la junta no es contraria a hablar con la CEDEAO ni con Nigeria, presidenta de turno del bloque. «Tenemos un gran interés en preservar esta relación importante e histórica», ha señalado.
Sin embargo, al mismo tiempo también ha apuntado que la comunidad surgió como canal de «solidaridad económica». «Si los principios políticos y militares se anteponen, no podemos hacer más que lamentarlo», ha añadido este antiguo ministro de Finanzas, designado la semana pasada.
