domingo 28, abril 2024
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Misterios profundos

A determinadas personas, como yo, por ejemplo, se nos hace casi imposible entender el curioso juego de dimes y diretes que se lleva a cabo en los medios de comunicación locales, con respecto del comportamiento del Gobierno Central y de la Asamblea Legislativa.  En parte porque no existen mayores parámetros para entender las razones por las cuales unos y otros se comportan de la forma en que lo hacen, y porque también hay que suponer que los medios de comunicación de alguna forma manipulan los hechos, conforme se acomoden o nó a los intereses de los grupos de poder e influencia que los controlan.

Sin embargo, lo que sí se puede percibir fácilmente es el ridículo con que ciertas personas y ciertos medios expresan opiniones o describen hechos.  Y me pregunto si se darán cuenta estas personas o estos medios del papelón que están haciendo.

Hay ciertas cosas que son ciertas en la realidad política actual: las ausencia de ideologías rectoras, claramente definidas, en aquellos grupos que llamamos partidos políticos aunque en realidad sean solamente una agrupación de compadres con intereses comunes, por lo general relacionados con la defensa de determinados beneficios y prebendas que se obtienen al conquistar el poder.  También que esto cubre al actual poder ejecutivo, extrañamente conformado alrededor del ejercicio personalísimo de quien ostenta el máximo cargo.  Es decir, no parece haber un cúmulo de ideas rectoras que guíen u orienten el accionar cotidiano.

Otra de ellas es la forma y manera con que se lanzan a la opinión pública ciertos buenos deseos (que a veces llaman proyectos o programas), que ante la más mínima apreciación de ellos se percibe que, aunque medien buenas intenciones, no se producen como resultado de estudios sesudos de sus posibilidades.  Más bien parecen como instrumentos para alimentar a la ciudadanía de ilusiones vanas que no llegarán a convertirse en realidades.

Lo que sí se percibe claramente es un ambiente de resentimiento y retaliación que alimentas actos y declaraciones tanto de grupos políticos, de medios de comunicación, o de ex funcionarios gubernamentales que no encajaron dentro del personalismo reinante en el ejecutivo, y expresan sus resentimientos desvergonzadamente.

Quizá sea que no existen estos misterios profundos en el accionar de los personajes mencionados, sino que es la consecuencia de realidades que motivan un determinado comportamiento. Por ejemplo, es de todos conocidos que ciertos partidos políticos son ahora zombies de lo que alguna vez fueron. Y es así como, por ejemplo, han perdido una tras otra las elecciones en los tres últimos períodos, como consecuencia de sus comportamientos corruptos  cuando fueron gobierno, o están conformados por personas que ejercen un cierto fundamentalismo religioso o ideológico en su accionar, por ejemplo, en la Asamblea Legislativa.

Lo hermoso de todo este asunto es que el pueblo simple y llano, que es quien con su voto ejerce el poder, ya no se deja engañar como antes. Ha aprendido desde hace ya bastante tiempo, por los desastres pasados, que no se puede confiar en casi nada ni nadie. Sino observar con cierta malicia el comportamiento de quienes llevan las riendas del Estado.

La demagogia tradicional ya no funciona. Los instrumentos tecnológicos disponibles para cualquier ciudadano a fin de expresar sus opiniones, denunciar hechos que de otra forma pasarían desapercibidos, facilitan hoy el intercambio entre los ciudadanos, sin que medien las empresas de comunicación visual, radiofónica o impresa.

Los tiempos han cambiado dramáticamente y al parecer para bien.

(*) Alfonso J. Palacios Echeverría

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2 COMENTARIOS

  1. Yo soy de los que cree en el fin del mundo, entre otras cosas porque las piezas ya están montadas para ello. Muchos sabios, empezando por Cristo Jesus, advirtieron del fin de esta era. El desarrollo de los hechos muestran que esta humanidad va hacia la hecatombe… va en declive y eso es necesario. Ya este humanillo buscapleitos dio lo que tenía que dar. Cristo y sus autoridades celestes (los que verdaderamente rigen el mundo, no estos degenerados woke de pacotilla ni sus serviles) dispondrán del fin de esta humanidad, por cuanto nada se puede esperar de ella. ¿Quién va a cambiarle la mentalidad depredadora a los degenerados del país de las hamburguesas, y su estúpida idea de que ellos merecen ser los que mangonean el mundo? Evidentemente eso tarde o temprano va a llevar a una destruccion mutua con otras naciones. Esto no se ha desmembrado ya porque Putin ha sido paciente y entiende bien la dicotomía de la realidad actual, pero el problema es que el hombre moderno ha alcanzado niveles de degeneración tales que lo único que queda adelante es la destrucción…. no porque Dios la quiera, muchas advertencias fueron dadas de la necesidad de practicar el amor y de ascender espiritualmente.

    Preparémonos para cuando el fin de nuestra vida llegue, seamos merecedores de ser recibidos en las mansiones celestiales. Solo un ignorante puede darle a esta realidad ese connotación de permanencia que nunca ha tenido, y que se ha mantenido a costa de mentiras y propaganda de diversa índole. Ahora la realidad esta a la vista de todos, cuando oteamos a la distancia el inevitable Magnus Opus de la conflagracion final del mundo.

  2. Es evidente que existen grupos como La Nacion, Teletica, Repretel,y el Crhoy de Baruch.Los demas
    tiene poca o nula audiencia.Mi experiencia me dice que los dueños o grupos economicos ejercen una pauta a seguir.Ninguno sera de izquierda,por ejemplo,pero de ahi en adelante son los periodistas los que manejan a su antojo el devenir del medio.Son Armando Gonzalez, Ignacio Santos,Randall Rivera y Jimena Soto los que llevan
    la produccion diaria de los medios.Cuesta creer que el dueño o dueños (800 socios en caso de La Nacion ) esten
    dando instrucciones de que se publica y que no, todos los dias.

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