viernes 10, mayo 2024
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Tokio pide a Pekín tranquilizar a la población china

Tokio, 28 ago (Sputnik).- Japón insta a China a que pida calma y comportamiento responsable a su población en el contexto de las llamadas telefónicas ofensivas, supuestamente procedentes del territorio chino, declaró este domingo el primer ministro nipón, Fumio Kishida.

Kishida calificó de «lamentables» las llamadas molestas, «supuestamente procedentes de China», detectadas en varios municipios de Japón, y el lanzamiento de piedras contra misiones diplomáticas y escuelas japonesas ubicadas en el territorio chino.

«El Gobierno japonés tomará todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, pero exigimos enérgicamente a China que pida a su población mantener la calma y comportarse de manera responsable», dijo el primer ministro, citado por la cadena NHK.

Más temprano, el viceministro de Asuntos Exteriores nipón, Masataka Okano, convocó al embajador chino en Tokio, Wu Jianghao, para abordar temas relacionados con el vertido al mar de agua contaminada de la central nuclear de Fukushima-1.

La Cancillería señaló que en últimos días, varios municipios y empresas japoneses tanto en China como en Japón han recibido una avalancha de llamadas telefónicas procedentes del territorio chino con críticas contra el vertido.

A su vez, el portavoz del Ministerio de Exteriores de China Wang Wenbin declaró que su país «protege plenamente la seguridad y los derechos legítimos de los extranjeros en China con arreglo a la ley» y subrayó que Pekin insta a Tokio a respetar las preocupaciones válidas de cada parte, cesar inmediatamente el vertido de agua y celebrar consultas exhaustivas con los países vecinos al respecto.

El pasado 24 de agosto, Japón comenzó a verter al mar el agua que se había utilizado para enfriar los reactores averiados de la central nuclear de Fukushima, y que se sometió luego a una depuración en el sistema ALPS, que permite eliminar radionúclidos de 62 tipos, menos el tritio.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sostiene que esas descargas son seguras e instaló una oficina en la central de Fukushima para monitorearlas y asegurarse de que se acatan los estándares de seguridad pertinentes, pero aun así el plan suscita los recelos de Rusia, China, las dos Coreas y los habitantes de los municipios próximos a la planta nuclear.

La Cancillería china catalogó el vertido de agua de la planta como «un comportamiento extremadamente egoísta e irresponsable» y agregó que en respuesta a estas acciones, China y otras partes implicadas tienen el derecho a tomar medidas preventivas legítimas, razonables y necesarias para garantizar la seguridad del medio marino y la salud humana.

En este sentido, la Administración General de Aduanas de China anunció el 24 de agosto la decisión de suspender la importación de productos acuícolas de Japón. (Sputnik)

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