Washington, 11 sep (Sputnik).- El telescopio espacial James Webb estudió al exoplaneta K2-18 b, que tiene condiciones para albergar vida, donde halló dióxido de carbono y metano en su atmósfera, dijo este lunes la NASA.
«El telescopio Webb detectó dióxido de carbono y metano en la atmósfera del exoplaneta K2-18 b, un mundo potencialmente habitable ocho veces más grande que la Tierra. Los datos del Webb sugieren que el planeta estaría cubierto por un océano y tendría una atmósfera rica en hidrógeno», explicó la agencia espacial estadounidense.
El exoplaneta, descubierto en 2015, se encuentra en la constelación de Leo, a 120 años luz de la Tierra, y orbita la estrella enana K2-18.
El telescopio, que en su año y medio de puesta en marcha ha develado varios enigmas del Universo, aunque también ha hallado otros, posiblemente detectó una molécula llamada sulfuro de dimetilo, o dimetilsulfuro, que en la Tierra solo es producida por la vida.
En la Tierra, la mayor parte de este elemento es emitido por el fitoplancton en ambientes marinos.
«Nuestros hallazgos subrayan la importancia de considerar diversos entornos habitables en la búsqueda de vida en otros lugares», explicó Nikku Madhusudhan, astrónomo de la Universidad de Cambridge y autor principal del artículo que anuncia estos resultados.
Añadió que tradicionalmente, la búsqueda de vida en exoplanetas se ha centrado principalmente en planetas rocosos más pequeños, pero afirmó que los mundos hicéanos más grandes son mucho más propicios para las observaciones atmosféricas.
Un planeta hicéano es un cuerpo celeste caliente, con grandes océanos y una atmósfera con hidrógeno.
Pero tal vez estos océanos sean muy calientes como para ser habitables o líquidos, dijeron los científicos, por lo que no necesariamente podrían albergar vida.
El equipo científico realizará ahora observaciones con infrarrojo para validar los hallazgos sobre el K2-18 b, explicó la NASA. (Sputnik)
